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El harakiri económico de Cataluña ante una hipotética independencia
Un informe de la red de think tanks europeos Epicenter advierte que los aranceles podrían encarecer un 15 % las exportaciones.
Madrid. La pandemia y las divisiones internas habían puesto sordina en 2020 al movimiento separatista en Cataluña, que, sin embargo, se ha visto reactivado en las últimas fechas ante los comicios autonómicos y la aparición de un rival, Salvador Illa (PSC), que ha relegado a un segundo plano la pugna entre JxCat (Carles Puigdemont) y ERC (Oriol Junqueras).
Ahora, el candidato del PSC (Partido de los Socialistas Catalanes) es el gran enemigo a batir en la cita electoral del 14-F para un independendentismo que, pese al tsunami del Covid, nunca ha renunciado a sus objetivos.
La candidata de JxCat (Junts per Catalunya), Laura Borras, hizo el sábado un llamado a la unidad del movimiento secesionista prometiendo “activar” la declaración de independencia si Junts, ERC y la CUP (Candidatura de Unidad Popular) superan el 50% de los votos el 14 de febrero, día de las elecciones en Cataluña. Un escenario que genera inquietud puertas adentro, pero también en el ámbito europeo, ante el fuerte impacto económico que tendría para Cataluña su hipotética salida de España y, por ende, de la Unión Europea. Así lo advierte un informe elaborado por la red de think tanks europeos Epicenter.
Dicho documento, al que ha tenido acceso Expansión y que está avalado por dos pesos pesados de la política y la economía europeas, el expresidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani y el expresidente del Consejo alemán de Expertos Económicos, Jurguen B. Donges, alertan del “enorme costo económico que Cataluña sufriría en caso de su independencia y salida de la UE”, señala Tajani en el prólogo del estudio, que analiza el terremoto que esa eventual segregación provocaría en las finanzas públicas de Cataluña, en su comercio exterior, en el turismo y en la inversión extranjera.
Impacto en el comercio
La espiral de efectos negativos alcanzaría de lleno al comercio exterior, del que depende en gran medida la economía catalana. El documento recuerda que en 2019 el 71% del Producto Interno Bruto (PIB) de Cataluña procedía de sus exportaciones e importaciones.
Tampoco sería, desde luego, una buena noticia para el conjunto de España, ya que Cataluña es la región con mayor peso sobre el total de las exportaciones españolas, con el 25.6% del total en ese ejercicio. No obstante, los autores del informe advierten de que “este gran volumen se da en el contexto de una Cataluña integrada en España y en la UE; de hecho, el mercado europeo es el destino del 80% de las ventas catalanas al exterior. En este contexto, la amenaza arancelaria sería muy real. “Una Cataluña independiente y fuera de la UE podría sufrir aranceles, lo que pondría sus exportaciones en riesgo de encarecerse un 15% y perdería acceso preferente al mercado nacional y comunitario”.