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Geopolítica

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En riesgo, cooperación de EU contra el narco

De acuerdo con funcionarios de EU, su país aportó la inteligencia para la captura de los 25 capos arrestados los últimos cinco años.

Ciudad de México. Durante los últimos siete años, México y Estados Unidos han dejado de lado su historia llena de tensión en materia de seguridad para forjar una alianza sin precedentes en contra los de cárteles de la droga de México; uno, basado en el intercambio de información sensible, el entrenamiento de las fuerzas mexicanas por parte de EU y la planificación de operaciones conjuntas.

Pero ahora, gran parte de esa cooperación, ganada a través de un arduo trabajo, puede estar en peligro.

La inauguración del presidente Enrique Peña Nieto en diciembre llevó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de vuelta al poder después de 13 años y trajo consigo un vaho de resentimiento por la profunda participación estadounidense en la lucha contra los narcotraficantes.

La nueva administración ha cambiado las prioridades en materia de seguridad, al alejarse de la estrategia apoyada por EU para detener a los capos.

Algunos funcionarios estadounidenses temen la llegada de una tregua no oficial con los líderes de los cárteles. Los mexicanos lo ven de otra manera. El objetivo de la lucha contra la delincuencia organizada no está en conflicto con lograr la paz , indicó Eduardo Medina Mora, embajador de México en EU.

Las entrevistas con docenas de funcionarios estadounidenses y mexicanos describen el retrato público más detallado hasta la fecha de cómo ambos países se volvieron tan cercanos y lo que está en juego si su alianza se reduce.

Funcionarios estadounidenses tuvieron un atisbo de que la relación podría cambiar apenas dos semanas después de Peña Nieto asumiera el cargo, el 1 de diciembre. A petición del Embajador de EU, el nuevo Presidente envió a sus cinco funcionarios más altos de seguridad para una inusual reunión en la Embajada estadounidense en México. En una sala de conferencias, el nuevo Procurador General y Secretario de Gobernación se sentaron en silencio, sin saber qué esperar.

Frente a ellos, en la reunión del 15 de diciembre, se encontraban representantes de la DEA, de la CIA, del FBI, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y otras agencias estadounidenses comprometidas con la tarea de ayudar a México a destruir a los cárteles de la droga que han asediado al país la última década.

Los mexicanos se quedaron asombrados al escuchar por primera vez qué tanto se habían involucrado mutuamente ambos países en la batalla contra los narcotraficantes, y cómo, en el proceso, EU había obtenido una entrada casi por completo al territorio mexicano y a los secretos de sus ciudadanos, de acuerdo con varios funcionarios estadounidenses familiarizados con la reunión.

La administración del expresidente Felipe Calderón había concedido el acceso al espacio aéreo mexicano a aviones espía estadounidenses con el propósito de recolectar inteligencia; asimismo, EU también había proporcionado a México tecnología de espionaje.

Bajo un programa secreto con el nombre clave de SCENIC, la CIA entrenaba a mexicanos.

Los funcionarios estadounidenses en la reunión dejaron fuera el hecho de que la mayoría de los 25 capos arrestados en los últimos cinco años habían sido capturados debido a la información suministrada por EU, que a menudo incluía la ubicación en tiempo real de los miembros principales de los cárteles, de acuerdo con personas familiarizadas con la reunión.

También, casi desapercibida, estuvo la creciente crítica de que el éxito logrado en contra de los líderes de los cárteles había ayudado a incitar más violencia de lo que nadie había previsto, con más de 60,000 muertos y 25,000 desaparecidos en los últimos siete años.

Entre tanto, el flujo de drogas hacia EU continúa sin disminuir.

A nadie se le había ocurrido una alternativa realista al uso de los militares mexicanos con el apoyo de EU por la que optó Calderón. Pero detener la violencia de los cárteles se había convertido en la principal prioridad de Peña Nieto durante la campaña. El gobierno de EU no sabía lo que eso significaba. Algunos temían un retroceso de los esfuerzos bilaterales y la voluntad de negociar la campaña contra los líderes de los cárteles por calles más tranquilas.

Cuando concluyó la reunión del 15 de diciembre, los nuevos funcionarios de seguridad de México se mantuvieron impávidos. Dijeron que estaban muy agradecidos por haber recibido tal cantidad de información , indicó un funcionario estadounidense familiarizado con la reunión.

Estaremos en contacto, agregaron, y se fueron.

El nuevo enfoque de México

Cuatro meses y muchas conversaciones después de la reunión del 15 de diciembre, el nuevo gobierno mexicano todavía trata de dar sustancia a los detalles de su enfoque antidrogas.

En una visita a Washington hace dos semanas, el equipo de altos funcionarios de seguridad en México compartió las líneas generales de su plan con agencias de EU, de acuerdo con funcionarios de ambos países. Contiene muchos cambios.

El Presidente no estará tan directamente involucrado en los esfuerzos antidrogas como lo hizo Calderón, expusieron los funcionarios. El Secretario de Gobernación se encargará de coordinar las relaciones entre los diferentes organismos de México y EU. El Director de la agencia de inteligencia mexicana decidirá qué organismo mexicano debe recibir y actuar sobre la información brindada por EU.

Dada la corrupción de la policía mexicana y las Fuerzas Armadas, funcionarios estadounidenses comentaron en privado que no estarían dispuestos a compartir información confidencial hasta que hayan investigado a las personas involucradas.

Medina Mora manifestó en una entrevista que su país considera que la ayuda de EU en la guerra contra las drogas es una pieza central de la estrategia de lucha contra el narcotráfico en México. Sin embargo, la delegación de México en Washington informó también a las autoridades de EU que los estadounidenses ya no tendrán permitido trabajar dentro de cualquier centro de inteligencia.

Varios altos funcionarios de EU aseguran que sus agencias están dispuestas a ayudar en cualquier forma que la nueva administración permita.

Entretanto, esperan ansiosamente por más detalles.

EN NÚMEROS

Las cifras del combate contra el narcotráfico en México

  • 60,000 personas muertas dejó la violencia generada por batalla frontal en contra de los capos de las drogas en México.
  • 25,000 personas desaparecidas es el saldo de la violencia en los últimos siete años.
  • 95% de la cocaína que llega a EU pasa por México.

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