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Más víctimas por proliferación de armas en EU
A pesar de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha insistido hasta el cansancio con una legislación sobre el control en la venta de armas, en todo lo largo y ancho de la unión americana las tragedias que involucran tiroteos entre civiles menores de edad son habituales.
Los accidentes con armas de fuego que involucran a niños son habituales en Estados Unidos debido a la proliferación de armas en todo el país. Un tercio de los niños estadounidenses viven en hogares con al menos un arma y dos millones de ellos viven cerca de un arma sin seguridad, de acuerdo con la organización Everytown for Gun Safety.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha insistido con una legislación sobre el control de armas en la unión americana, aunque diferentes sectores se oponen de manera férrea a esta propuesta que además permanece respaldada en la segunda enmienda de la constitución norteamericana.
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Un visiblemente frustrado presidente Barack Obama dijo el jueves 1 de octubre que pensamientos y oraciones ya no son suficientes y retó a los votantes que quieran hacer frente al problema a que voten por funcionarios que harán algo al respecto.
Esto después de que los estadounidenses experimentaron la amargura de otra balacera fatal en una escuela donde fueron asesinadas al menos 10 personas por un hombre de 20 años armado en el Colegio Comunitario Umpqua.
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El negocio de armas y municiones en Estados Unidos genera, al menos, 6,000 millones de dólares de ganancias al año. La extrema facilidad para comprar un arma de fuego en suelo norteamericano presenta una contra parte, la proliferación de tragedias.
El sábado 17 de octubre un niño de seis años murió en Chicago después de que su hermano de tres años le disparara cuando jugaban al policía y el ladrón, según informó la policía.
El padre de los dos niños, Michael Santiago, fue arrestado y acusado de negligencia por la muerte del pequeño.
Santiago guardaba la pistola cargada en la nevera de la cocina, de forma que era accesible para los pequeños, explicó la policía de Chicago, Illinois, al norte de Estados Unidos.
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Hace una semana en Carolina del Sur, una niña de dos años le disparó a su abuela mientras ésta conducía un auto. La pequeña, que iba sentada en el asiento de atrás, agarró el revolver Magnum 357 que se encontraba en el bolsillo del asiento trasero del conductor.
Y a principios de octubre en Tennessee, una niña de ocho años murió por disparos de su vecino de 11 años. Los dos pequeños estaban discutiendo por un cachorro.
Con información de AFP y The Washington Post
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