Nuevo capítulo por guerra de pensiones en Francia

París.- Cerca de un millón de personas marcharon el sábado en ciudades de toda Francia, en protestas contra los planes del presidente Nicolas Sarkozy de elevar la edad de jubilación, mientras las huelgas de refinerías amenazan el abastecimiento de combustible de los aeropuertos.

La convocatoria bajó en varios cientos de miles respecto a las manifestaciones del fin de semana pasado y no hubo reportes inmediatos de enfrentamientos mayores.

Las huelgas de cinco días en el sector ferroviario y de refinerías aumentaron la presión al Gobierno de centroderecha, afectando el transporte dentro del país.

La autoridad de aviación civil de Francia dijo que el aeropuerto internacional Charles de Gaulle tenía combustible sólo para dos días, luego de que una paralización en una refinería en el norte del país cortara el flujo de un oleoducto clave hacia París. El otro aeropuerto internacional de Francia, Orly, tiene reservas para varios días.

Sarkozy está decidido a seguir adelante con la ley y ponerle freno a un déficit explosivo en el sistema de pensiones, pero los sindicatos ven la reforma como injusta y han protestado por semanas como presión para que la retire.

Los sindicatos CGT y CFDT dijeron que entre 2,5 y 3 millones de personas se unieron a las protestas entre Toulouse y Rouen, menos que en la última marcha realizada el fin de semana del 2 de octubre y que las protestas del martes, en las que estimaron una participación de 3,5 millones de personas.

El Gobierno contó 850.000 manifestantes, menos que los 899.000 del 2 de octubre. Las mayores convocatorias se centraron en París, pero el ánimo era optimista con música, bocinas y cantos.

Preocupa el suministro

"Creo que el pueblo francés entendió que la reforma de pensiones es esencial y necesaria", dijo el ministro del Trabajo, Eric Woerth, en la televisión francesa.

Los sindicatos fijaron su próxima gran protesta y huelga nacional para el martes, el día antes de que el Senado vote el proyecto de ley de la reforma, cuyas cláusulas principales ya fueron aprobadas por el Parlamento.

Las huelgas indefinidas en 12 refinerías francesas desde el martes pasado amenazan con crearle al Gobierno un enorme dolor de cabeza si se acaba el combustible en los principales aeropuertos del país. Orly ya debió dejar en tierra algunos vuelos esta semana debido a una huelga laboral.

El coordinador del sindicato CGT para la empresa petrolera Total, Charles Foulard, dijo a Reuters que los trabajadores de las refinerías de la compañía no retomarán sus labores a menos que el Gobierno retire la legislación de pensiones.

"Se está endureciendo la decisión", declaró. "Los conductores de camiones se nos van a unir (...) Llegaremos hasta el final", agregó.

Las huelgas de refinerías, combinadas con huelgas no relacionadas en puertos petroleros del Mediterráneo y bloqueos temporales a depósitos de combustible, han afectado al 2 por ciento de las estaciones de gasolina de Francia.

La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, llamó a la población a no dejarse llevar por el páni

co y el Gobierno ha asegurado que posee grandes reservas para mantener a Francia funcionando por al menos un mes.

KLM