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El beso de Merkel y Zarkozy

En la audaz, original e iconoclasta campaña publicitaria lanzada por una firma internacional de ropa aparecen fotomontajes de varios líderes mundiales besándose; entre ellos, la canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy.

En la audaz, original e iconoclasta campaña publicitaria lanzada por una firma internacional de ropa aparecen fotomontajes de varios líderes mundiales besándose; entre ellos, la canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy.

Desafortunadamente, la realidad, contraria a esta candorosa imagen, es la fuente de una inestabilidad en los mercados financieros. El diferendo entre ambos líderes se centra en el papel que debe jugar el Banco Central Europeo (BCE) en la resolución de la actual crisis de deuda en Europa en los siguientes términos:

• La postura del gobierno francés es dotar al Fondo Europeo de Estabilización Financiera con facultades para tomar fondos del Banco Central Europeo único actor con recursos financieros ilimitados en virtud de su facultad para imprimir moneda y emplear este fondeo para adquirir en el mercado secundario la deuda de los países vulnerables (Italia, España, etcétera). La solución permitiría restaurar la tranquilidad de los mercados financieros, pero implica la monetización de la deuda de los países sobreendeudados.

• En una actitud congruente con la memoria histórica de la hiperinflación que vivió la República de Weimar entre 1921 y 1923, -cuando el marco alemán desapareció como moneda tras experimentar una depreciación de 2,324% luego de la monetización de las reparaciones impuestas al estado alemán en el tratado de Versalles, después de la Primera Guerra Mundial- la canciller alemana Angela Merkel ha reiterado su opinión en el sentido de que la crisis debe resolverse, en primera instancia, con sensibilidad política y recursos fiscales de los países involucrados; también ha manifestado su firme oposición a otorgar al BCE un mayor papel en la resolución de la crisis de deuda europea. Los argumentos económicos que justifican la negativa de la Canciller alemana a este tipo de solución son contundentes:

1.- Alimentaría la inflación en la eurozona.

2.- Contribuiría a debilitar la paridad del euro frente al dólar.

3.- Sentaría un precedente muy negativo y un esquema de incentivos perverso para aquellos gobiernos de países de la eurozona proclives al desorden fiscal.

4.- El BCE no tiene facultades para comprar bonos soberanos en el mercado primario e incluso si asumiera el papel de prestamista de último recurso de los gobiernos de la eurozona no resolvería la crisis, pues los mercados se darían cuenta de la monetización de la deuda y atacarían a la divisa europea

*El autor de este artículo es responsable de la preparación y contenido del mismo y refleja fielmente su opinión personal. Certifica que su compensación es independiente de las opiniones aquí expresadas.

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