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La debilidad económica se refleja en los resultados del IPC

Cada trimestre realizamos un comparativo fundamental de la muestra del IPC. De las 35 emisoras que componen el índice construimos un consolidado de los estados financieros de 28 empresas.

Cada trimestre realizamos un comparativo fundamental de la muestra del IPC. De las 35 emisoras que componen el índice construimos un consolidado de los estados financieros de 28 empresas. Las restantes no se incluyen en este ejercicio, por tratarse de Grupos Financieros (Compartamos, Inbursa, Santander y Banorte) que utilizan una contabilidad no compatible con las empresas comerciales, industriales y de servicios, y sin incluir a KOF, que consolida en FEMSA.

El análisis del IPC muestra tendencias globales interesantes y que en algunos casos constituyen indicadores adelantados de la actividad económica. Las empresas que integran esta muestra representan la punta de lanza de la economía mexicana y, aunque típicamente han logrado sortear los peores temporales, sus fundamentos se han visto vulnerados por el estancamiento económico que experimentamos desde hace dos años.

Entre las tendencias principales que arroja el análisis agregado de las empresas del IPC al primer trimestre del 2014 encontramos que los activos se han estancado en los últimos dos años, con un crecimiento de 1.0% real (todos los crecimientos en términos reales) en el último trimestre. De hecho, casi todas las subcuentas de este rubro muestran decrementos. Destaca el decremento de 0.7% trimestral en el activo circulante, y aunque el efectivo en caja retoma su tendencia a la alza, aún se encuentra en niveles bajos desde una perspectiva histórica.

La liquidez continúa en deterioro, la llamada prueba del ácido se ubica en 0.94 veces, su nivel mínimo en cinco años. Hoy las empresas del índice cuentan con menos del efectivo necesario para afrontar sus obligaciones de corto plazo, sin rematar inventarios, una mala señal que anuncia presiones mayores a la baja en márgenes.

En términos de las razones de actividad, la rotación de inventarios se encuentra estancada desde 2012-IV, aunque a un nivel relativamente elevado. Las empresas cobran en 38.4 días en promedio, un ligero aumento sobre el trimestre anterior, que sin embargo constituye un máximo local. Los días de pago aumentaron a 54.68 días, desde 53.53 días durante el trimestre inmediato anterior, aunque debemos considerar que los días de pago se han ubicado en niveles considerablemente superiores en el pasado reciente (71 días en 2009-II).

Por otro lado, la propiedad, planta y equipo (neto) se redujo 1.8% en el trimestre y se mantiene estancada. Podemos apreciar que las empresas del IPC no están invirtiendo más allá de la depreciación que enfrentan, lo que afecta las perspectivas de productividad de mediano y largo plazo.

La deuda total se incrementó de forma moderada en el trimestre, pero ha aumentado a razón de 6.26% a promedio anual durante los últimos cinco años. Como consecuencia de este desempeño, la razón deuda neta a EBITDA muestra un incremento considerable y se ubica en 1.95 veces, un nivel alto si tenemos en cuenta que las empresas deben mantener esta razón por debajo de las 2 veces para considerarse financieramente sanas.

En el estado de resultados las cifras no son mejores. Las ventas trimestrales agregadas de esta muestra cayeron 2.5% año a año (a/a) (mientras que las 12M se redujeron 0.6% en el trimestre), un mal desempeño en este indicador que representa el pilar del desempeño financiero de cualquier empresa.

La rentabilidad de las emisoras que constituyen el IPC no mejorará significativa y sosteniblemente mientras no se retome el dinamismo en ingresos. Su estancamiento en los últimos ocho trimestres refleja el mal desempeño de la economía en general de los últimos años. Cabe mencionar que éste es el estancamiento más prolongado en ventas desde la década de los 90.

La tendencia en el margen operativo 12 meses (12M, para evitar estacionalidad) también es a la baja desde finales del 2011. El margen EBITDA 12M también presenta un decremento de 30 puntos base en el trimestre, con lo que actualmente se ubica en 21.0 por ciento. Se sigue presentando una tendencia decreciente en este indicador fundamental, aunque el nivel es aún atractivo desde una perspectiva internacional.

La Rentabilidad a Capital Invertido (ROIC, por su sigla en inglés) es a su vez producto de la rotación de activos y del margen EBITDA. La rotación de activos disminuye ligeramente. Como consecuencia de la reducción en sus dos componentes, el ROIC continúa con la tendencia decreciente que comenzó hace varios años y que se ha acentuado desde el 2013, actualmente se ubica en 15.6 por ciento.

Esperamos que los reportes al segundo trimestre del año muestren una mejora en los fundamentos de las empresas que constituyen el IPC, de otra forma la continuación del rally bursátil no será sostenible.

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