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Opinión

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A los maestros mexicanos, héroes incansables

Justo en medio de la desgracia pandémica, maravillosas historias del regreso a clase iluminan las redes sociales. Loables esfuerzos de maestros, alumnos y padres de familia nutren la esperanza que, todavía tenemos pais, la esperanza surge entre las trágicas noticias.

Con entusiasmo e ingenio miles de maestros mexicanos habilitaron los mejores espacios de sus hogares y vistieron sus mejores atuendos para dar mensajes de bienvenida, casas de todos colores y sabores, espacios humildes desbordantes de pasión  y amor dieron cuenta del inicio del ciclo escolar.

Del otro lado de la cámara, también hay excelentes noticias, la dedicación, el esfuerzo y la convicción alumnos y padres de familia son datos esperanzadores, teléfonos, televisores, tabletas y laptops de primera y última generación fueron habilitados. Desde casa, y a veces con chancla en mano, surgieron celosos tutores del proceso de aprendizaje.

Por causa de fuerza mayor la educación en linea entro de golpe y porrazo, es evidente que el sistema educativo no estaba preparado, años de rezago educativo, cacicazgos sindicales, deficientes servicios de internet, un gobierno ineficaz y poco, aderezados con tendencias suicidas de austeridad son el panorama en el que se desplegó el proceso educativo más novedoso del siglo XXI.

Como siempre el modelo se recarga en los hombros de los maestros, mal pagados y sin apoyos acuden orgullosos a la cita; para ellos, no hay imposibles, cantos, obras de teatro y disfraces dan cuenta de su compromiso con su materia de trabajo.

En este ciclo escolar, la retroalimentación será fundamental, padres de familia, organizaciones gremiales y autoridades deberán aprender juntos. Podemos jugar a hacernos tontos y, esperar la próxima pandemia o, entrarle al toro por los cuernos.

Querido lector, sé que mi optimismo podría llegar a ser molesto, pero en estos procesos hay apostarle todo y con todo.

No soslayo que las autoridades educativas tienen falencias graves, que hay organizaciones gremiales SNTE y CNTE que les interesa todo menos la educación, profesionales de las marchas y la deshonra educativa pululan en el sistema educativo nacional.

La travesía de los pequeños que caminan kilómetros para encontrar una señal de internet – tampoco dejó de ver el tamaño de la injusticia— y los esfuerzos de esos héroes anónimos que cargan en hombros a el salón escolar, me hacen soñar que no todo México viven de las mañaneras y de la maña sindical. Hasta la próxima querido y educado lector.

Politólogo y abogado, académico, columnista, presidente de ciudadanos sin partido y orgulloso mexicano.

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