Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

Daniel Ortega y su pensamiento petrificado, pero vigente

Daniel Ortega celebró su “victoria” a través de un lenguaje que proyecta lo más escatológico de su ideología: “hijas de perra de los imperialistas yanquis”.

Es la forma en que el auto proclamado presidente de Nicaragua califica a los políticos que él mismo ordenó llevar a la cárcel: “Se los debieran llevar a Estados Unidos, no son nicaragüenses, dejaron de serlo. No tienen patria”.

El pensamiento de Daniel Ortega quedó petrificado desde el siglo pasado, pero al mismo tiempo es ley en 2021.

No tiene desperdicio un viaje a lo escrito por Sergio Ramírez para conocer de cerca el primer motor del pensamiento petrificado de Ortega: “Cuando la revolución triunfó en 1979, ya estábamos predestinados a un desentendimiento con Estados Unidos. El discurso no tenía fisuras. Ellos eran los causantes de todos los males de nuestra historia; ellos habían sostenido a la dictadura bajo un patrocinio obsceno y habían amamantado a los políticos vendepatria; habían saqueado nuestras riquezas naturales, las minas, los bosques; la proclamación de nuestra soberanía solo podía hacerse en contra de Estados Unidos, y nuestro nacionalismo nacía de esa contradicción. La nación había estado confiscada, y para Nicaragua, como país pequeño, la razón misma de su existencia se ligaba a su independencia real. Éste era el verdadero sentido de la liberación nacional” (Adiós muchachos, 1999; editado por Alfaguara en 2007).

Han transcurrido 42 años y Daniel Ortega continúa explotando y rentabilizando sus raíces ideológicas. No hay mejor muestra de muertos ideológicos que venden nuevas fórmulas de gobernar que la pareja presidencial nicaragüense.

Sergio Ramírez fue compañero de viaje político de Daniel Ortega durante muchos años; entre 1985 y 1990 fungió como vicepresidente de Nicaragua.

El hoy escritor tuvo que salir de Nicaragua frente a la inminente persecución de su viejo camarada. Desde Málaga, el domingo redefinía a Nicaragua: “Una cárcel que encierra a otra cárcel, un doble círculo que se cierra así mismo con una llave herrumbrosa (...) Un país que tiene por rejas las fronteras. (El País, 7 de noviembre).

Ramírez comparte lo que una amiga suya le confiesa: “Tengo el país por cárcel, me quitaron el pasaporte en el aeropuerto alegando que había sido reportado como perdido, no habiendo salido nunca de la gaveta donde lo guardo…”.

La tarde del miércoles ocho países desde el mecanismo de la OEA presentaron una resolución para buscar “otras acciones”, que se podrían entender como la suspensión de Nicaragua de tal organismo. Costa Rica, Chile, Canadá, Estados Unidos, Ecuador, República Dominicana, Uruguay y Antigua y Barbuda estiman el 30 de noviembre como fecha límite para tomar una decisión al respecto.

La aprobación de la resolución requiere 18 votos para continuar en el proceso de sanción. Para seguir adelante se debe convocar un Consejo Permanente y la luz verde ocurre si dos tercios de los Estados la respaldan. Esto se traduce en 24 de los 35 votos.

El Gobierno del presidente López Obrador lleva cumple cinco días sin fijar postura sobre lo ocurrido en las elecciones presidenciales en Nicaragua. Prácticamente todos los países latinoamericanos ya lo han hecho, incluyendo Argentina, cuyo presidente Alberto Fernández va de la mano de AMLO en temas de política exterior.

Tal vez en un acto de consistencia, el presidente López Obrador ya no puede apelar a la no injerencia, después de que desde el Consejo de Seguridad de la ONU lanzara su propuesta a 19 países del G20 para que aporten un porcentaje de su PIB a países pobres.

El famoso #OrgulloSEM se disipa por pudor frente al silencio del Gobierno de AMLO frente a lo que ocurre en las dictaduras de Nicaragua, Venezuela y Cuba.

Ortega, petrificado, pero vigente.

@faustopretelin

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete