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Opinión

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Diabetes y el Dolor Neuropático: La importancia de la atención integral y oportuna

El 14 de noviembre pasado se celebró el Día Mundial de la Diabetes, una fecha en la que se buscaba concientizar sobre esta enfermedad crónica y sus complicaciones. De acuerdo a la Federación Internacional de Diabetes, la prevalencia mundial de la diabetes en adultos (20-79 años) fue del 10,5% en 2021, lo que equivale a unos 537 millones de personas y es una de las principales causas de muerte en el mundo (más información en el Atlas de Diabetes), ya que puede provocar complicaciones graves como enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, ceguera y amputaciones, además de afectar gravemente la calidad de vida de las personas.

Una de las complicaciones más frecuentes y dolorosas es la neuropatía diabética, que consiste en un daño en los nervios causado por el exceso de glucosa en la sangre. Estudios internacionales indican que la prevalencia de la neuropatía diabética periférica, que el tipo más frecuente, se encuentra en 3 de cada 10 pacientes con diabetes mellitus tipo 2.

La neuropatía diabética puede afectar a diferentes tipos de nervios, como los sensoriales, los motores y los autonómicos, y provocar diversos síntomas, como entumecimiento, hormigueo, ardor, dolor, debilidad, problemas digestivos, urinarios, cardíacos, sexuales y visuales, entre otros. Esta no puede ser revertida, hasta ahora, pero sí se puede atrasar su progresión y deterioro del paciente. Relacionado con la neuropatía diabética, se encuentra el dolor neuropático, que es uno de los síntomas más incapacitantes y difíciles de tratar, ya que no responde bien a los analgésicos convencionales y puede interferir con el sueño, el ánimo, la actividad física y las relaciones sociales de los pacientes, afectando severamente calidad de vida de quien lo sufre. 

La prevalencia del dolor neuropático varía según los estudios, los criterios diagnósticos y las regiones geográficas, pero se ha reportado que oscila entre el 3% y el 17% de la población. Algunos factores que se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar dolor neuropático son la edad avanzada, el tiempo de haber hecho el diagnóstico de diabetes, el mal control glucémico, el tabaquismo, la ingesta de alcohol el alcoholismo, la obesidad y la presencia de otras complicaciones diabéticas.

El tratamiento del dolor neuropático en los pacientes con diabetes requiere un abordaje integral e individualizado, que incluya el control de la glucemia y los factores de riesgo, la educación y el autocuidado, la terapia farmacológica y las intervenciones no farmacológicas, como la fisioterapia, entre otras. Los fármacos más utilizados son los antidepresivos, los antiepilépticos, los opioides, los antiinflamatorios y los anestésicos locales, que actúan sobre los mecanismos que generan o mantienen el dolor neuropático.

Uno de los grandes desafíos sigue siendo la detección temprana de la neuropatía diabética, antes que se empiece a manifestar el dolor neuropático, con lo que se puede prevenir o retrasar su aparición. Para ello, se requiere que las personas con diabetes se sometan a exámenes regulares para detectar la neuropatía diabética y otras complicaciones de la diabetes. Estos exámenes pueden incluir pruebas de sensibilidad al tacto y a la temperatura, pruebas de reflejos, pruebas de equilibrio y coordinación, y pruebas de detección de úlceras en los pies.

El tratamiento del dolor neuropático en los pacientes con diabetes también depende de la disponibilidad y el acceso a los recursos sanitarios, que pueden variar según los países y las políticas públicas, pero, en términos generales, dicho acceso sigue siendo limitado.

Como puede evidenciarse dolor neuropático es una complicación frecuente y grave de la diabetes, que afecta gravemente la calidad de vida de los pacientes y que requiere un tratamiento adecuado y oportuno. A pesar de ello, siguen existiendo barreras para el diagnóstico preciso y oportuno, la prevención y el manejo del dolor neuropático, tanto a nivel individual como a nivel sanitario y social. Por ello, se hace necesario sensibilizar a la población, a los profesionales de la salud y a las autoridades sobre la importancia de esta problemática, y promover acciones que mejoren el acceso y la calidad de la atención de los pacientes con diabetes y dolor neuropático.

Le dedico esta columna a mi padre, el Dr. José Luis Cárdenas Núñez, quien fuera un destacadísimo otoneurólogo chileno y profesor de medicina, además de fundador de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile, quien padeció de diabetes mellitus tipo 2 y sufrió de dolor neuropático, falleciendo el año 2021. Agradezco además al Dr. Miguel Ángel Reyes, por todo su valioso apoyo con esta columna.

*El autor es experto en políticas públicas en salud, Director de la Asociación Chilena de Derecho de la Salud, ha sido académico en diversas universidades chilenas sobre temas relacionados con sistemas de salud.

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