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Opinión

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El riesgo de renovar las políticas de energías renovables

Actualmente, existe una concientización global para generar energía de forma asequible y no contaminante, en donde más de 190 países se han comprometido a aumentar la generación eléctrica a partir de fuentes renovables. Existen diversas razones para impulsar estas acciones a través de agendas internacionales como el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU al 2030.

1. El crecimiento económico está ligado al consumo energético. Desde la Revolución Industrial, se observa que ambas variables tienen una relación directa y casi perfecta (correlación del 0.97). Es decir, cuando crece una, se incrementa la otra.

2. La producción de energía eléctrica renovable es minoritaria. De acuerdo con el Banco Mundial, en la mayoría de los países las fuentes renovables apenas generan entre 22 y 24% de la electricidad que se consume.

3. La energía con fuentes fósiles contribuye significativamente al cambio climático. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, este sector representa alrededor del 60% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).

Para el año 2050, se espera que las naciones firmantes del Acuerdo de París hayan incrementado la generación eléctrica mediante energías renovables, aunque hay casos interesantes a seguir: China podría aumentar su energía renovable del 7% en el 2015 a 67% en el 2050.

En México, una de las principales estrategias para impulsar la inversión pública y privada para generar electricidad renovable fue la creación del mercado de Certificados de Energías Limpias (CEL), que se planeó desde el 2014 y entró en vigor el año pasado. Un CEL es un título que se obtiene cuando una planta eléctrica limpia (incluye a todas las renovables, pero también la cogeneración y la energía nuclear) genera cierta cantidad de electricidad: un megawatt-hora (MWh).

Ese título tiene un valor económico que establece el mercado eléctrico a través de la oferta y demanda de certificados. Tal como se planeó el mercado de los CEL, la oferta la generan todos los MWh generados por las plantas eléctricas limpias que entraron en operación después de agosto del 2014, mientras que la demanda la origina el gobierno federal a través de una cuota anual obligatoria para los productores que generan electricidad con fuentes fósiles.

Dicha cuota establece el porcentaje que debe acreditarse como limpio respecto a la totalidad de la generación eléctrica, puede cubrirse con la entrega de CEL que hayan adquirido de un productor limpio. El gobierno establece el porcentaje de la obligación de forma ascendente y con suficiente anticipación, por ejemplo, en el 2018 la cuota fue del 5.8%, mientras que en el 2022 será del 13.9 por ciento.

El mercado de los CEL se creó con un objetivo específico: promover la inversión de tecnologías limpias al traspasar un beneficio económico entre los mismos productores (fósiles a limpios).

Sin embargo, la continuidad de esta herramienta en México hoy está en riesgo, ya que la Secretaría de Energía está presionando a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria para modificar los lineamientos del mercado de los CEL, a fin de permitir a la CFE que todas sus plantas reciban certificados.

De aprobarse, esta medida distorsionaría el mercado al crear una sobreoferta de certificados, lo cual reduciría el valor de cada CEL significativamente. Con esta modificación, el incentivo para producir energías limpias podría ser mínimo.

México tiene la meta de cubrir el 35% del consumo eléctrico con energía limpia para el 2024, sin embargo, hoy sólo genera el 22.2 por ciento. Si consideramos que hace cinco años la proporción era del 17%, la prospectiva indica que la inversión pública no será suficiente para alcanzar el objetivo.

Esto representa un reto para la actual administración, pero también una gran oportunidad.  Si se logra mejorar las condiciones actuales del mercado energético (incluyendo los CEL) y promover la inversión privada para generar electricidad limpia, en menos de cinco años podría adjudicarse el logro de haber cumplido con el Acuerdo de París y el objetivo energético de la agenda de la ONU.

*Jesús Alarcón es investigador del @IMCOmx y Manuel J. Molano es director general del @IMCOmx

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