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Opinión

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Realidades y promesas

Putin ha generado con sus decisiones una alerta a Occidente sobre los peligros del autoritarismo. Tácito nos recuerda que “el poder nunca es estable cuando es ilimitado”.

Hace 30 años, en la Ciudad de Querétaro, el Consejo de Interacción, integrado por 30 exjefes de Estado de los cinco continentes, celebró una reunión presidida por Helmut Schmidt, excanciller de Alemania. Ahí se propusieron objetivos que todavía son válidos y que nos revelan que una cosa es prometer y otra cosa es realizar lo prometido.

Schmidt advirtió que si no se establecía un nuevo orden mundial para abatir los problemas de extrema pobreza, la degradacion del medio ambiente, la disparidad creciente entre el norte y el sur, el narcotráfico y el armamentismo, la humanidad afrontaría el colapso.

Schmidt propuso 12 políticas como estrategia global, a saber:

1.- No a la proliferación de armas nucleares y prolongar por tiempo indefinido todas las cláusulas referentes a este tema.

2.- Revitalizar en todos los aspectos las negociaciones que al respecto existan en el mundo.

3.- Reducir sustancialmente el comercio de armas.

4.- Auxilio oficial de las naciones industrializadas para alcanzar la reducción en el gasto armamentista.

5.- Los países industrializados deberán ahorrar más energía y suscribir un convenio internacional que evite la emisión de bióxido de carbono.

6.- Las naciones industrializadas deberán orientar sus fuentes de energía hacía recursos energéticos renovables.

7.- Los países en vías de desarrollo a su vez, deben comprometerse a consumir menos energía.

8.- Poner un coto definitivo al crecimiento demográfico.

9.- La economía mundial deberá hacer esfuerzos para realizar acuerdos comerciales que beneficien las relaciones de este tipo entre naciones.

10.- Mantener la paz en el mundo, por medio de organizaciones como la Organización de las Naciones Unidas, que deberá, sin embargo asumir el compromiso de defender incondicionalmente los derechos humanos.

11.- No a la violación de las fronteras. Pero si los derechos humanos y colectivos son trastocados se justifica una intervención.

12.- Para mantener la paz debiera retornarse al esquema de equilibrio de poder que se vivió en el siglo XIX y ampliar sus aplicaciones.

A estas propuestas podría añadírsele la necesidad de encontrar soluciones a las pandemias, al bajo crecimiento económico mundial, a la alta inflación y las migraciones, estas últimas agudizadas por la invasión rusa a Ucrania.

También las lecciones políticas presentes, como son las polarizaciones de la derecha y de la izquierda, del trumpismo y el liberalismo extremo. Asimismo Putin ha generado con sus decisiones una alerta a Occidente sobre los peligros del autoritarismo. Tácito nos recuerda que “el poder nunca es estable cuando es ilimitado”.

smota@eleconomista.com.mx

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Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

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