Tamaulipas en disputa

Desde hace unas semanas, en el estado de Tamaulipas se han presentado situaciones de riesgo que de nueva cuenta colocan a la entidad en el centro de atención nacional e internacional. Primero, el evento del secuestro y asesinado de cuatro americanos que fueron interceptados el municipio de Matamoros, Tamaulipas, de los cuales sobrevivieron dos, los cuales fueron enviados a su país de origen, después de la presión que ejercicio el gobierno americano, misma que escaló a las esferas federales de ambos países. Ahora, la zona noroeste del estado, se vuelve centro de atención preocupante esta semana, por los constantes enfrentamientos por la disputa de los controles territoriales, estas luchas se dan entre cárteles distintos y entre células de un mismo grupo criminal. Actualmente los municipios en disputa son Jiménez, San Fernando, y Matamoros, bases estrategias de trasiego de sustancias ilegales y conexiones medulares en otro tipo de tráfico, como lo es de la migración de ahí la importancia de la cooptación territorial que permite conexiones estratégicas con el estado de Nuevo León.

El viernes se presentó una situación de riesgo el tramo carretero a Matamoros, a la altura de la coma, una zona conocida como “Los Rayones” en donde un grupo armado fue ubicado cruzando rumbo a Jiménez, dando como saldo un operador de tráiler que resultó herido. En este evento, automovilistas de la zona, reportaron a menos 20 vehículos con gente armada a la altura de la zona disparando todo lo que tuvieran a su paso. A su vez, el fin de semana, en redes sociales se reportaron convoyes de camionetas blindadas de un grupo criminal, - al menos 40-, cruzando por el municipio de Cruillas y dirigiéndose a San Fernando y Reynosa poniendo en alerta a la ciudadanía a plena luz del día.

Si bien es cierto que los enfrentamientos entre grupos criminales en el estado habían disminuido, la realidad es que de nueva cuenta, desde hace unos meses, la presencia de nuevos grupos delictivos y la confrontación con grupos que mantenían los controles en la zona, han provocado situaciones de riesgo cada vez más peligrosas, sin que la autoridad reconozcan que la situación de seguridad en el estado se está descomponiendo rápidamente, más allá de que busquen normalizar las situaciones de enfrentamientos criminales, como si esto fuera cotidiano y parte del paisaje del estado tamaulipeco.

La realidad es que la responsabilidad para contener estos eventos corresponde tanto al estado como a la federación, pero hasta ahora, los eventos se dan, sin que se tenga noticia de detenciones estratégicas o disuasiones en las zonas de riesgo. Actualmente supuestamente el estado tiene una fuerza de tarea en materia de seguridad - de acuerdo a lo que dio a conocer la presidencia el 13 de abril de este año- cifras que a su vez fueron dadas a conocer por la Sedena el 19 de octubre del 2022 de aproximadamente 14,388 elementos de seguridad desplegados en el estado para garantizar la paz, distribuidos de la siguiente manera: 4,891 miembros que corresponden a la Sedena y a la Fuerza Aérea, 3,500 de la Secretaría de Marina, 3,180 de la Guardia Nacional y 2,571 de la policía estatal, números que quizá habría que cotejar con las autoridades estatales y como están focalizados. Si esto es así, ¿entonces cómo y por qué pasa lo que pasa? ¿Por qué no hay estrategias de intervención en tiempo real y tácticas de disuasión en las localidades de riesgo? Ojalá no dejen que el estado pierda los pasos ya logrados en materia de seguridad...