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Sector Financiero

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Banca mexicana, sólida, pero débil en penetración: Ortiz

El presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero Banorte también alerta de que un exceso en la entrada de capitales puede convertirse en una burbuja, riesgos que hay que estar monitoreando , dice.

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Aumentar la dimensión del sistema financiero respecto al tamaño de la economía del país y extender el crédito a las micro y pequeñas empresas, son los retos del sistema bancario mexicano, sostuvo el presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero Banorte, Guillermo Ortiz Martínez.

Resaltó que en comparación con los sistemas bancarios de Estados Unidos, Europa y Gran Bretaña, el de México está sólido, tiene buenos índices de capitalización y de calidad de capital.

Destacó en entrevista con Notimex que la banca excede las directrices de Basilea III, que solicita un Índice de Capitalización mínimo de 10.5% y la banca mexicana cuenta con un 16% en promedio, y se ha podido soportar un crecimiento hasta ahora vigoroso y al mismo tiempo sano del crédito.

Sin embargo, dijo, el sistema bancario en México continúa siendo pequeño en el sentido de que su penetración financiera es muy baja en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) y en comparación con países en el mismo desarrollo.

De hecho, dijo, de acuerdo con la última encuesta que hizo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 80% de las micro y pequeñas empresas (Pymes) en México no tienen acceso al financiamiento bancario y muchas de ellas están en el sector informal.

Así, subrayó, que el reto es doble, ya que por un lado hay que darse los incentivos por parte de las autoridades para la formalización de la economía informal y reducir el tamaño de esta economía, y por otra parte, buscar mecanismo para que el sistema bancario puedan cubrir en su totalidad a las empresas que están en dicha economía formal, que son sujetas de crédito.

De cara a la 76 Convención Bancaria, Ortiz Martínez consideró que empezar a penetrar en las empresas más pequeñas, en las microempresas, requiere de programas de apoyo por parte de la banca de desarrollo, como es el caso de Nacional Financiera (Nafin) que ha puesto en marcha desde varios años distintos programas de apoyo a las pymes y que han sido exitosos.

Sin embargo, señaló, el universo que abarcan estos programas es de empresas de más de 10 trabajadores y hay muchas que operan con menos y que están en el sector formal, lo que limita su atención, aunado a la falta de estados financieros o de una contabilidad, por lo que no existe información sistemática que les permita ser sujetos de crédito.

De ahí, reconoció, que una mayor atención a las micro y pequeña empresas formales continúa siendo un pendiente para la banca y que debe ser enfrentado en apoyo de las institución financieras de fomentó.

Más aún, dijo, cuando existen las condiciones para hacerlo, ya que el sistema bancario en los países avanzados como en Estados Unidos, Europa y Gran Bretaña, se sobre dimensionó en los años previos a la crisis y a entrado desde 2008 en un periodo de despalancamiento y de reducción.

A decir del ex gobernador del Banco de México, ha sido un proceso penoso dicho despalancamiento, que quiere decir la reducción de deuda, y que por definición es un proceso lento, oneroso, doloroso, ya que cuando se está sobre endeudada y se tiene que desendeudar, tiene que vender activos, reducir sus gastos, lo que no es un proceso adecuado y que afecta el crecimiento.

En el caso de países emergentes, destacó, la historia es distinta, ya que estos en lo general no se sobre endeudaron, no se sobre apalancaron y es donde se encuentra la mayor parte de los países de América Latina y en donde también se observó que sus sistemas financieros tuvieron crisis en los años 90 y principios de este siglo.

Tal fue el caso de países como Brasil y México, pero aprendieron la lección y hoy tienen sistemas financieros mucho más sólidos, apuntó.

Ortíz Martínez comentó que por definición, en la actividad financiera siempre hay riesgos, no obstante, destacó, en el caso de sistema bancario mexicano está bien capitalizado, no se ve un riesgo sistémico o que pueda trastocar su funcionamiento, "pero obviamente hay que estar atentos", dijo.

En su opinión, un riesgo estaría presente en los flujos de capitales que están dirigiéndose a los países emergentes, incluyendo a México, lo que puede presionar el precio de los activos, como bienes raíces, mercado de valores o de bonos, creando una burbuja:

"Lo que no se ha materializado, pero es uno de los riesgos que hay que estar monitoreando".

Respecto a Banorte, dijo, la institución ha tenido un crecimiento importante, toda vez que hace 20 años era un banco pequeño, regional, con poco más de 100 sucursales y con 300,000 clientes y ahora se tienen más de 11 millones de clientes, alrededor de 1,300 sucursales y cerca de 25,000 empleados, incluyendo a la afore.

Ortiz Martínez subrayó que el enfoque de este grupo financiero no es solamente crecer, sino que el tema fundamental es la excelencia en el servicio para los clientes, de ahí la asociación con la empresa IBM para mejorar procesosn y conocer mejor a los clientes.

Y es que, señaló, en la medida que se pueda segmentar a la clientela, llegando al extremo de conocer a cada uno de los 11 millones de clientes con los cuenta actualmente la institución, cuál es su perfil, sus necesidades, en esa medida se le podrá dar un mejor servicio y ofrecerles los productos que les convenga.

Así que, subrayó, "el crecimiento del banco debe ser consecuencia del buen servicio que damos, de la atención, del concepto de acompañar a nuestros clientes, ser socios de las empresas en las buenas y en malas, y no solamente un banco transaccional, sino un banco de relaciones", afirmó.

nlb

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