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El Chapo, una década de libre reinado

Depués de la fuga de Joaquín Guzmán no hubo destituciones, se ejercitó acción penal contra 74 funcionarios del penal de Puente Grande, hoy casi todos están libres.

Mientras el PAN celebró 10 años de gobernar el país, hoy Joaquín El Chapo Guzmán Loera, festeja como uno de los hombres más ricos del mundo -según la revista Forbes- una década de haber corrompido a casi todo el personal del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, pero enemistado con algunos de los que financiaron con 50 millones de dólares la fuga del siglo XXI, entre ellos, sus primos Los Beltrán Leyva.

Hace 10 años -19 de enero del 2001- la alarma del penal sonó, pero fue tardía. Se arrestó a 74 custodios, Subdirector y Director del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso), donde El Chapo Guzmán habitaba y cargaba la fama de ser uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, luego de su captura en 1993 en el Puente Internacional Hidalgo, cuando huía hacia Guatemala.

Esto después de ser declarado enemigo público número uno por su presunta responsabilidad en el asesinato del Cardenal de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo. en el aeropuerto internacional tapatío en mayo de 1993 cuando se enfrentaron sicarios de los cárteles de Sinaloa y Tijuana, lo que llevó a su ingreso en principio al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, Estado de México.

Tiempo después fue capturado su compadre, Héctor Luis El Güero Palma Salazar, en la sierra de Jalisco luego de desplomarse la avioneta en la que se trasladaba a Nayarit, con quien compartió posteriormente residencia en el penal de Puente Grande.

El ilusionista

A partir de entonces fraguó la fuga. Él solo. Sin compartir planes con El Güero Palma y el apoyo económico del extinto Arturo Beltrán Leyva El Barbas o El Jefe de Jefes, Héctor El H Beltrán Leyva, Ismael El Mayo Zambada, otro de los extintos Ignacio Nacho Coronel Barragán y el verdadero líder, Juan José Esparragoza Moreno El Azul.

El responsable de planear la presión y sobornar o amenazar a los custodios fue Édgar Valdes Villarreal La Barbie que, junto con Los Texas, colocó las piezas desde afuera y adentro para que El Chapo Guzmán pasara todas las áreas de vigilancia del penal hasta alcanzar la libertad.

En ese entonces, Vicente Fox tenía al frente de la recién creada Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) a Alejandro Gertz Manero. No hubo destituciones, sólo se ejercitó acción penal contra los 74 funcionarios del penal, hoy casi todos libres.

Desde entonces comenzaron los problemas, hubo una escisión en el Cártel de Sinaloa. Alfredo Beltrán Leyva El Mochomo cayó preso, sus hermanos, el occiso Arturo y Héctor echaron la culpa a El Chapo Guzmán.

Comenzaron las vendettas. Fue asesinado Rodolfo Carrillo Fuentes El Niño de Oro, hermano del extinto fundador del Cártel de Ciudad Juárez, Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, los Beltrán Leyva atribuyeron ese hecho a su primo y comenzó la guerra, sin olvidar las rencillas que arrastraba El Chapo Guzmán con el occiso Ramón y Benjamín Arellano Félix capos del Cártel de Tijuana.

Esto desencadenó la violencia y las capturas relevantes como la de Jesús El Chuy Labra Avilés e Ismael Higuera Guerrero El Mayel, Gilberto García Mena El June, Alcides Ramón Magaña El Metro, Benjamín El Min, Eduardo El Doctor y Francisco Javier El Tigrillo Arellano Félix, con lo que arrancó la disputa de plazas y liderazgo.

Por esos motivos comenzaron las narcoejecuciones y El Chapo junto a El Mayo, Nacho Coronel y El Azul pretendieron bajar la violencia haciendo un llamado a la unidad criminal y pusieron en marcha en ese entonces, de acuerdo con un informe de la Drugs Enforcement Agency (DEA), la agencia antidrogas estadounidense, crear la Federación de Cárteles. Esto logró disminuir en poco la virulencia de los nuevos líderes, que se complicó con la asunción en el Cártel del Golfo de Osiel Cárdenas Guillén El Mata Amigos -hoy extraditado y juzgado en Estados Unidos-, la muerte a manos de un policía turístico de Ramón Arellano Félix en Mazatlán, Sinaloa, cuando iba a ejecutar a El Mayo Zambada.

Luego de esos hechos, El Chapo, El Mayo, Nacho Coronel y El Azul, conforman lo que para Estados Unidos fue el Cártel del Pacífico y se acrecienta la belicosidad con otras organizaciones como los Beltrán Leyva, El Golfo, Los Zetas, Ciudad Juárez y Tijuana.

Esto nada más dejó un saldo del 2001 al 2006 -cuando concluyó el mandato Vicente Fox- de un total de 8,500 ejecutados de todas las organizaciones, número que se acrecentó en los cuatro años que lleva también el gobierno surgido del PAN de Felipe Calderón, que a la fecha contabiliza 34,612 asesinatos violentos.

rtorres@eleconomista.com.mx

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