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Arte e Ideas

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“A este momento de nuestro cine le falta rebeldía”: Natalia López Gallardo

La cinta galardonada en la Berlinale 2022, una historia profundamente femenina pero no excluyente, sobre “la violencia que corre por debajo”, se estrenará en cines comerciales del país en el marco del Día Internacional de la Mujer.

Es una cinta sobre la dimensión psicológica de algo que nos atañe a todos. Manto de gemas también es una experiencia que se vive con el cuerpo”.

Natalia López Gallardo, cineasta mexicana.

Dice la filósofa Judith Butler que el cuerpo es un campo donde interactúan las relaciones de lo político y social. A grandes rasgos, propone que la asimilación generalizada del cuerpo es una construcción social que impositivamente legitima los binarismos y hace de estos el pretexto ideal para la disputa violenta sobre los géneros. El cuerpo es, pues, terreno y centro de disputa.

Hoy en día, la colectivización del trabajo, del arte, del activismo, pretende, entre muchos otros detonadores, la disolución genérica de lo que se crea o sobre lo que se trabaja, busca romper con las hegemonías verticales y binarias y propone nuevos órdenes de pensamiento.

El cine no es ajeno a esa nueva visión del trabajo artístico. Una de las cintas en las que se pone este énfasis es la galardonada ficción Manto de gemas, la ópera prima de Natalia López Gallardo, ganadora del Oso de Plata, Premio del Jurado, en la edición 2022 de la Berlinale, misma que finalmente cumplirá con su ciclo, encontrarse con el público mexicano en su estreno en salas comerciales este jueves 9 de marzo, en el marco de las actividades por el Día Internacional de las Mujeres.

Y es que Manto de gemas es una historia colectiva, principalmente femenina, con tres mujeres en primer plano que entrecruzan sus vidas en un camino de redención, resistencia y lucha, donde la violencia no es explícita, pero es latente, una herida que todos cargamos, normalizamos o con la que incluso nos mimetizamos.

Isabel (Nailea Norvind), en pleno proceso de divorcio y mudanza, se entera de que María (Antonia Olivares), quien ha sido empleada doméstica de su familia, está buscando a su hermana desaparecida, por lo que Isabel decide unírsele en la búsqueda, mientras que la comandante Roberta (Aída Roa), no solo lidia con el crimen organizado y las desapariciones de mujeres en la región, sino que tiene que persuadir a su hijo para que abandone su fascinación con el estilo de vida del narco. Es una historia de voluntades y sororidad, pero también donde las víctimas se convertirán en victimarios.

Se filma con el cuerpo

“Me da paz pensar que el ciclo de la película finalmente se cierra”, declara López Gallardo. “Es una cinta sobre la dimensión psicológica de algo que nos atañe a todos. Manto de gemas también es una experiencia que se vive con el cuerpo. Ahora hay grandes pensadoras hablando sobre el cuerpo no como una identidad sino como una ‘somateca’, como dice (el teórico queer Paul B. Preciado. En el momento en que hacía las entrevistas con las madres de personas desaparecidas y con gente que había tenido contacto con secuestros y violencia, sentía una imposibilidad total de encarnar ese cuerpo, por miedo a no poder acercarme a la dimensión de dolor que esta tragedia nos ha traído y no ser capaz de transmitirlo, hasta que me di cuenta que no era necesario encarnar esos otros cuerpos, sólo había que reconocer la herida que teníamos todos, y ese fue mi punto de partida.

“Me di cuenta que esta debía ser una película sobre lo colectivo, sobre un tejido y sobre la herida que compartimos ante una violencia que no es la de los balazos ni la pornográfica a la que estamos expuestos todos los días y de la que estamos inmunizados, sino de una que corre por debajo de la superficie, que está detrás de los muros de nuestra casa y que sólo podemos ver a través de un proceso de identificación con el otro”.

Hay un cine estandarizado

Se le pregunta su opinión sobre una industria donde se diluye la línea entre la apología del crimen y la violencia, y se le abraza como una alternativa garantizada de entretenimiento.

López Gallardo responde: “cuando hablo de las ataduras políticas o ideológicas, lo hago desde la posibilidad de reinventarse. Creo que a este momento de nuestro cine le falta rebeldía. Los tipos de cine que mencionas responden a un capitalismo consumista que estandariza los relatos. Esas cintas tienen que ser perfectamente entendidas dentro de un tiempo en particular, para un periodo de atención muy corto, donde todo se tiene que entender y le tiene que gustar a una señora de 84 años y a un adolescente de 13 años al mismo tiempo. Y todo esto sigue respondiendo a una especie de conservadurismo”.

Sobre la oportunidad de exhibición, aquello que el gremio señala como el gran talón de Aquiles, la directora concluye:

“Hacer películas implica muchas cosas, hay mucho dinero detrás, claramente esto es una industria. El cine tiene estas caras y, por supuesto, hay que posicionarse ante ellas para que una película sea potente. Si ha de ser una manifestación comercial y ese es su propósito, pues que sea un propósito puro y brillante. Estamos en una época de crisis, de transformación y hay que ser coherentes, saber que la transformación siempre te lleva a otro puerto, y hay que empezar a visualizar ese puerto de manera colectiva”.

Manto de gemas

  • Dirección: Natalia López Gallardo
  • Elenco: Nailea Norvind, Antonia Olivares, Aída Roa, Juan Daniel García
  • Año: 2022
  • Duración: 118 minutos

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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