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Un "Apapacho" te espera por seis semanas en la Cineteca Nacional
La cinta de Marquise Lepage, que se estrena este viernes 21 de octubre en la Sala 7, aborda el dolor de la pérdida en la atmósfera del Día de Muertos y con el escenario majestuoso de la reserva de la biosfera de Cuicatlán, Oaxaca.
“En países como Canadá no se habla de la muerte. La gente se muere, se sepulta y no se vuelve a hablar del tema”, dice la coproductora Madeline Bondy, como advertencia o como clave de lectura, antes del comienzo de la película.
En México, en cambio, hacemos chistes sobre la muerte, dibujamos calaveras y montamos altares a los muertos; sin embargo, a pesar de que la muerte está siempre viva y presente entre nosotros para nadie es sencillo enfrentar el duelo, es entonces cuando se hace amable y oportuno un apapacho.
Apapacho, una voz de origen náhuatl que algunos interpretan como “abrazar o acariciar el alma”, es la que da título a esta coproducción mexicocanadiense que dirige Marquise Lepage, con un elenco binacional que encabezan Laurence Lebœuf, como Karine, Fanny Mallette (Estelle), Eugenie Beaudry (Lilianne), Sofia Espinosa (Rosa) Arturo Ríos (Jorge), Baltimore Beltrán (Esteban), y María del Carmen Félix (Gloria), y que se estrena este viernes 21 de octubre en la Cineteca Nacional.
“Apapacho, una caricia al alma” presenta la historia de un viaje que emprenden Karine y Estelle como metáfora sutil hacia la indagación interior y al encuentro con el misterio (con actitudes y cuestionamientos propios y distintos), para buscar respuestas a la muerte de Lilianne, con quien conformaban un trío inseparable de hermanas, con una vida familiar en apariencia feliz, un padre amoroso y siempre sonriente, viajes continuos llenos de aventuras y fotografías. Pero Lilianne se ha suicidado, ha roto sus vidas y ha puesto en ellas insondables signos de interrogación y de dolor.
Con ese nudo en el corazón, las hermanas llegan al pueblo de Cuicatlán, en Oaxaca, enclavado en esa maravillosa reserva de la biosfera que alberga el bosque de cactáceas más grande y diverso del mundo, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2018. Es el escenario principal del rodaje, cuya fotografía en la cámara de Nathalie Moliavko-Vistosky se convierte en un prodigio.
Tan pronto llegan, Karine y Estelle, abrigadas por la hospitalidad de Rosa, Jorge, Esteban y Gloria, se sumergen en la atmósfera del Día de Muertos y en las celebraciones propias de los pueblos oaxaqueños y, de acuerdo con la tradición ancestral, Lilianne se les va revelando desde la incredulidad del misterio.
Folclor vs realidad
Una virtud de “Apapacho” que el público notará, agradecerá y disfrutará es que vence la tentación de folclorizar una manida tradición -de las más bellas de México, no obstante- y propone, por el contrario, mirar un México diferente, real, profundo, yendo más de allá de los tópicos de violencia y narcotráfico que hacen hoy al cine mexicano objeto de aplauso en los festivales internacionales y en las ceremonias de premios, pero que no convocan al gran público a las salas.
“Es una película que presenta un México diferente, no folclórico. México se conoce por sus playas y el narcotráfico, pero el México profundo no se conoce y no es tema de películas actualmente”, reflexiona la coproductora Gloria Carrasco.
Añade que la película aborda el tema de la muerte de “un modo diferente” y muestra la importancia de ser acompañado en un duelo”.
¿Qué diferencia hay entre el folclor y la realidad? Un apunte preciso que Rosa hace a Karine en una escena íntima puede ayudar a entenderlo. “No es que creamos realmente que nuestros muertos vienen a comerse la comida que les preparamos, pero es un modo de recordarlos, de conmemorarlos, de celebrar su vida, y de prepararnos para dejarlos ir poco a poco”.
En otra escena, Karime conversa con una mujer que vela junto al altar que levantó en honor a su hijo que fue hallado muerto muy lejos de casa. “Cuando los seres queridos se van sin poder despedirlos se siente como una traición”, construyen entre ambas la frase, casi leyéndose el pensamiento y arrebatándose la palabra.
“La clave es que esa escena es real; la mujer que parece en el filme ha perdido a un hijo”, revela Gloria Carrasco; “la velada en el panteón es real, no es un set; los altares de la gente en sus casas, son reales”, añade.
Comparte que el proyecto fílmico tiene origen en una historia real, la de la propia realizadora canadiense Marquise Lepage. “Ella traía un duelo personal”, y después de un recorrido de cinco días que hizo por la reserva en 2017, entre abrigos rocosos y bosques de cactáceas, decidió que quería rodar allí la película, detalla Carrasco.
“Ella (Lepage) entendió que hablar el tema de la muerte, conmemorarlo, le ayudaba a vivir y a superar el duelo”, suma Madeline.
La directora canadiense expresa por videollamada que “Apapacho” es también un homenaje a México, a su hospitalidad y tradiciones: "Cuando supe el significado de la palabra apapachar me dije que quería que esta película sea como un apapacho a todos los que la vean, pero también un homenaje a todos los mexicanos que a menudo tienen el corazón más grande que su casa!", dice Lepage.
El peligro de la soledad
En la conferencia de prensa donde se anunció el estreno, pausado dos años por la pandemia, y que este viernes tendrá lugar en la Cineteca Nacional, a las 19:30 horas en la Sala 7, donde permanecerá durante seis semanas en exhibición, el actor Baltimore Beltrán comentó que la conmemoración del Día de Muertos, como lo propone la película, es una oportunidad de reflexionar sobre “el peligro de la soledad frente a la inmensidad del dolor”.
“La película se centra en la pérdida, y cómo se vive desde dos culturas distintas; hay un constante encuentro entre los personajes, mirándose unos a otros, compartiendo el dolor, y no se trata de exaltarlo, sino de acompañarse y dejar entrar la vida, como dice una de las personajes”.
Una escena inesperada en la cinta nos transporta al infierno de la depresión, un mal social agudizado durante el confinamiento y los cambios abruptos que produjo; no estaba pensada de esa manera porque el rodaje ocurrió en 2018, pero exhibida la cinta en este momento, hace que el tema cobre una nueva dimensión.
Y allí también la soledad, como peligrosa compañera, contribuye a incoar en las profundidades de la mente la necesidad de huir, de esconderse, de aislarse y el sentimiento de culpa por no estar a la altura de las expectativas de quienes nos rodean.
Finalmente, en una vuelta de tuerca, el filme nos previene de que en el escondrijo más oscuro de la mente o en una esquina de la casa puede vivir agazapado el virus contagioso de la depresión, mientras el inconsciente lanza bengalas de emergencia pidiendo auxilio, como en medio de la negrura de un océano, y allí es donde el alma también necesitará un apapacho.
Ficha técnica
- Título original: Apapacho - Une caresse pour l'âme
- Año: 2019
- País: Canadá/ México
- Género: Comedia dramática
- Idioma: Francés/Español
- Dirección: Marquise Lepage
- Producción: Marquise Lepage, Gloria Carrasco y Madeline Bondy
- Fotografía: Nathalie Moliavko-Vistosky
- Elenco: Laurence Lebœuf, Fanny Mallette , Eugenie Beaudry, Sofia Espinosa, Arturo Ríos, Baltimore Beltrán y María Del Carmen Félix
- Duración: 89 min
Productora: Cornamusa Producciones