Urgen a diseñar nueva agenda para superar brecha de género

En México la brecha de género todavía tiene grandes expresiones de desigualdad. Para 2019, el 59.2% de las mujeres no utilizaban ningún tipo de dispositivo electrónico como una tablet o laptop, se encontraban fuera de su alcance y esta brecha incluso se ha profundizado en zonas rurales. Este primer dato nos permite distinguir los grandes retos que el género femenino enfrenta para poder vivir en igualdad de condiciones y aspirar a tener más mujeres profesionistas, científicas o tecnólogas.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería  (FCQIU) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), efectuó su VI Encuentro Universitarias en la Ciencia, Tecnología y Sociedad 2023, donde a través del conversatorio “Mujer, Liderazgo e Igualdad. Acciones para una nueva agenda”, mujeres líderes pudieron compartir un mensaje a las más jóvenes.

El pasado lunes, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que sin más mujeres en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, el mundo seguiría diseñado para hombres; a la par, el potencial de las mujeres seguiría desaprovechado. “Los avances logrados en décadas se están evaporando ante nuestros ojos”, alertó Guterres en la apertura de una reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social, de la ONU, centrada en la brecha tecnológica, y alertó que “al ritmo actual, ONU Mujer prevé que se necesitarán 300 años” para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.

“La necesidad de una nueva agenda es evidente, pero lo fundamental es incidir en ella”, dijo Sandra Anaya Villegas, secretaria de Administración del gobierno de Morelos, “hoy el reto como mujeres es consolidarnos como seres humanos conscientes y con convicciones, esto nos permite reflexionar en la propia existencia y la relación con las condiciones en las que vivimos”.

Dijo que es importante entender que hoy las mujeres seguimos recibiendo becas de investigación más modestas que los colegas masculinos, que representamos el 33.3% de todos los investigadores, que solo el 12% de los investigadores de las academias científicas nacionales son mujeres; en campos de vanguardia como la inteligencia artificial solo 1 de cada 5 personas profesionales es mujer y que a pesar de las competencias que hemos logrado, en la mayoría de los campos tecnológicos las mujeres representamos solo el 28% en ingeniería y el 40% en informática y computación.

A partir de esta consciencia las mujeres tenemos que colocar nuestras convicciones tanto en la agenda pública como en la personal. “Sería injusto seguir limitando nuestro potencial, por ello los espacios de debate público son fundamentales para motivar a la acción, mover el corazón de cada una y lograr un verdadero cambio”.

Agrega que un elemento prioritario de nuestra participación activa es el cambio de la autopercepción, “pasar de identificarnos como beneficiarias a reconocernos como lideres necesarias para el cambio”. Durante cientos de años los hombres como género masculino han buscado el avance científico y tecnológico, pero si las mujeres representamos el 50% de la humanidad, lleva un atraso en la misma cantidad de años ya que se ha estado perdiendo el 50% del talento femenino.

Mujeres que generan cambios

Ana Cecilia Rodríguez González, secretaria de Desarrollo Económico de Morelos, aseguró frente a un auditorio lleno de estudiantes que ya no se trata de una cuota de género, “estamos aquí porque tenemos la capacidad, preparación, compromiso y porque damos resultados”. Hoy los espacios que ocupan las mujeres se deben a su compromiso, ahora lo que toca es seguir abriendo espacios para las nuevas generaciones. Reiteró que “Cuando estamos en estos espacios de toma de decisión tenemos el compromiso de apoyar a otras mujeres”.

En este sentido Paulina López Moguel, empresaria y coordinadora de proyectos, agregó que la mujer aporta diferentes pensamientos, suma voces, siempre expresa por qué y para qué, además “aportamos inteligencia emocional, aumentamos la inteligencia social, los compañeros se cimientan mucho en la inteligencia intelectual, pero la inteligencia emocional potencializa las capacidades de cualquier espacio”. Por eso dejar la toma de decisiones en mujeres da resultados positivos en muchos casos.

La doctora Viridiana León Hernández, directora de la FCQIU de la UAEM, agregó que para ello “lo que necesitamos es alcanzar el 100% del potencial, para lograr un desarrollo sostenible necesitamos más mujeres en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y en general los campos de la vida cotidiana”. En este marco es importante sensibilizar, concientizar y llamar la atención para que todos asumamos un compromiso de inversión en educación con más oportunidades hacia las mujeres, mejorar su perspectiva de carrera, desarrollo profesional y que podamos generar carreras sostenibles de científicas y tecnólogas.

En esta lista de participaciones la doctora María Luisa Garduño Ramírez, vicepresidenta de la Academia de Ciencias de Morelos opina que tener el liderazgo de aquellas cosas que soñamos es el primer aporte que damos como mujeres en la ciencia, “generarnos retos y focalizando los recursos llegamos a materializar lo que nos proponemos”. Dijo que las mujeres líderes lo han sentido desde niñas y son referentes conforme van creciendo, por ello “es importante que los padres de familia logren impulsar estos talentos para que lleguen a cumplir sus metas y no frenar sus inquietudes. Busquemos incidir en la sociedad desde nuestras inquietudes, pero para fines comunes”.

Una experiencia de éxito

La doctora Brenda Valderrama Blanco es investigadora, docente y ha sido funcionaria. Ella compartió con los asistentes diversas reflexiones desde su experiencia. “La vida no es lineal ni al mismo ritmo, se vive con muchas bifurcaciones y con momentos de toma de decisiones donde tenemos que abandonar algo para tomar otra cosa. Eso es lo que hace a la vida justamente tremendamente divertida y hay que ser muy consciente de esos momentos”.

Con esta frase como preámbulo, la doctora compartió que como una mujer en la ciencia le ha tocado incidir desde diferentes trincheras. “Me he dedicado a muchas cosas, pero soy científica, antepongo el espíritu crítico y analítico, soy investigadora y también puedo ser muy pasional. Eso me ha permitido ir navegando por la vida y descubrirme”.

Valderrama es doctora, lleva 25 años como investigadora y 10 dando clases, pero de pronto se le abrió la puerta para entrar al gobierno, “sin ser amiga de funcionarios, llegué a Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología por postulación de la Academia de Ciencias de Morelos. Así me convertí en la primera mujer en el país en tener un puesto de ese tamaño y características, también la primera mujer en presidir la ACM. Eso cambió mi vida, me convencí del valor transformador de un gobierno en las personas cuando haces las cosas bien, hacer una transformación a partir de la ciencia y la tecnología era para mí un cambio de paradigma”.

La doctora asegura que ocupó esas posiciones para hacer cambios, como los estatutos de la Academia, para poder abrirle el espacio a otras mujeres, “María Luisa será la próxima presidenta porque con los cambios es mandatario que se tiene que alternar un hombre y una mujer en el puesto”. Dijo que ese es el tipo de transformación que podemos hacer desde la ciencia en el ámbito público, pero también podemos ganar premios Nobel, pero eso no es para todas, hay muchas áreas desde donde se puede actuar.

Ahora como secretaria de Vinculación del Instituto de Biotecnología de la UNAM, su trabajo es transformar a sus colegas y estudiantes “para que se vean diferente y se abran oportunidades, los saco de su zona de confort para que enfrenten el emprendimiento, la vinculación con la industria, hasta para postular a premios, somos muy tímidas. Esto lo puedo hacer porque tengo una visión muy transversal, integral, de mucha inteligencia emocional, pero al mismo tiempo con mucha necedad, para hacer las transformaciones que se necesitan, algo de eso es lo que podemos aportar las mujeres”.

nelly.toche@eleconomista.mx