Lectura 6:00 min
Entrenadores de EU, con paso firme al sueño europeo
El desarrollo que ha adquirido el futbol estadounidense no solo se mide en los jugadores que emigran al Viejo Continente, sino también en sus cada vez más frecuentes traspasos de directores técnicos.
En 2011, apenas 15 años después de que se jugara la primera temporada oficial de la MLS, la liga de futbol más importante en la historia de Estados Unidos, uno de sus entrenadores ya estaba cruzando el Océano Atlántico como embajador del futbol estadounidense en Europa.
Gregg Berhalter entró en la historia como el primer entrenador de futbol originario de Estados Unidos en dirigir en Europa, siendo fichado por el Hammarby IF de la segunda división de Suecia. Como jugador, Berhalter también fue de los primeros estadounidenses en abrirse camino en el balompié europeo, manteniéndose 15 años entre las ligas de Países Bajos, Inglaterra y Alemania.
Regresó a Estados Unidos en 2013 para dirigir al Columbus Crew y en 2018 asumió el cargo en la selección mayor de su país. Su experiencia europea fue tomada como una buena carta de recomendación que hoy tiene a su equipo muy cerca de clasificar al Mundial de Qatar, pero también fue una puerta que cada vez se ha abierto más para otros entrenadores estadounidenses en las ligas del Viejo Continente, como Bob Bradley, David Wagner y el más reciente, Jesse Marsch.
“Antes se decía que el técnico estadounidense era alguien que de pronto venía del futbol americano y empezaba a ser técnico de futbol normal, pero esa historia ya es muy vieja porque ahora los técnicos estadounidenses se están convirtiendo en personajes muy sofisticados en las tácticas y en entender el futbol por dentro y por fuera. Esa es una de las cosas que más ha caracterizado a este movimiento de nuevos técnicos estadounidenses, que han llevado un nivel de estudio y potencia mundial dentro de su entendimiento a las maneras, tácticas y técnicas del futbol y eso ayuda muchísimo para que sigan evolucionando”, explica a El Economista, Cisco Terreros, representante de futbolistas y cofundador de la agencia FIFA, Felkrem.
Jesse Marsch es el caso más reciente al ser fichado como entrenador de la Premier League por el Leeds United, sustituyendo al argentino Marcelo Bielsa. Marsch no tuvo una carrera muy deslumbrante como futbolista (jugó en DC United, Chicago Fire y Chivas USA), pero con solo 37 años se unió como asistente de Bob Bradley en el cuerpo técnico de la selección mayor de su país.
Después de eso tuvo siete años entre los que dirigió a Montreal Impact y New York Red Bulls en la MLS, lo que le permitió dar el salto como asistente del Red Bull Leipzig en la Bundesliga y luego asumir el cargo titular en el Red Bull Salzburgo de Austria; en 2021 regresó a Leipzig como director técnico y en 2022 concretó su pase a la Premier League, donde también han dirigido Bob Bradley (al Swansea City) y David Wagner (al Huddersfield). Otro nombre es el de Chris Armas, ex entrenador de New York Red Bulls y Toronto FC, aunque él es parte del cuerpo técnico de Ralf Rangnick en el Manchester United.
“Estados Unidos tiene una cultura muy reconocida mundialmente afuera del futbol porque es una potencia mundial, entonces eso ayuda a que los técnicos asimilen muy fácilmente el trabajar en Europa. Naturalmente, hablamos el idioma inglés y se hace mucho más fácil, pero una de las características que más valoran los clubes europeos hacia los técnicos estadounidenses es la oportunidad de poder conectar vestuarios de una manera que de pronto otras culturas u otros técnicos no pueden, les importa la humanidad de los jugadores y eso motiva a los jugadores a que trabajen muy bien como equipo, entonces es un nivel mucho más personal a lo que ves en otros técnicos europeos”, agrega Cisco Terreros.
Otros entrenadores estadounidenses que han radicado en Europa son Pellegrino Matarazzo con el Stuttgart de Alemania, Brian Clarhaut con el Nykopings y el Umea en Suecia, Joe Enochs con el Zwickau en la tercera división de Alemania y Mike Keeney con el HIFK Helsinki de la primera categoría de Finlandia.
Todos ellos, junto a Marsch, Wagner y Bradley, han tenido cabida en las ligas europeas durante la última década en la que, por el contrario, solo ha habido tres entrenadores mexicanos en dichas latitudes: Javier Aguirre, Ignacio Ambriz y Francisco Palencia, los tres en España, aunque solo Aguirre con experiencia en primera división.
“Debemos darle un buen reconocimiento a la federación estadounidense de futbol (US Soccer), porque desde hace 15 o 17 años empezó una nueva campaña para entrenar a todos sus ex jugadores profesionales para que obtuvieran su licencia de técnicos y han invertido muchísimo dinero en esa formación, esos resultados los estamos viendo ahora (...) Ahora tenemos una generación de técnicos estadounidenses muy joven y moderna que por naturaleza adapta mucho la tecnología. En la MLS cada club tiene varias cantidades de tecnología y estadísticas, por ello, el técnico estadounidense de hoy entiende el futbol de una manera mucho más moderna, el futbol también puede ser mucho de datos y ellos saben utilizar esas herramientas para impulsar a sus equipos”, destaca el agente de futbolistas.
Tal como Berhalter, Bob Bradley regresó a la MLS y ha logrado campañas con un alto rendimiento con Los Ángeles FC, incluso siendo finalista de la Liga de Campeones de la Concacaf en 2020. De esta forma, Berhalter y Bradley resaltan que la experiencia europea puede nutrir al desarrollo que ya viene construyendo el futbol estadounidense a pasos agigantados en la última década, coincidiendo con una camada de jugadores en clubes élite, como Christian Pulisic en el Chelsea o Weston McKennie en la Juventus.
“El crecimiento del futbol estadounidense tenía que empezar en la televisión, para que la gente y los niños se enamoraran del futbol en general. La segunda marea eran los jugadores y ahora vemos la tercera marea, que son los técnicos, y eso va a ser lo más importante del futbol estadounidense, que será potencia mundial en los próximos 15 o 20 años. Seguir desarrollando a los técnicos es clave para que puedan seguir mejorando a los jugadores y estos, a su vez, puedan seguir siendo estrellas en Europa y todas partes del mundo”, reflexiona Terreros.