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Opinión

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Al momento del retiro, todos compartimos un mismo objetivo

Sin importar la edad, estado civil o situación laboral, todas las personas comparten un mismo objetivo de inversión: contar con los recursos suficientes antes del retiro para continuar con la manera en que hoy se vive. Una vez jubilados, habrá que enfrentarse al reto de sostener el estilo de vida (el conjunto de bienes y servicios que se requieren para poder llevar a cabo las actividades del día a día) que se ha alcanzado hasta este momento.

Financiar el estilo de vida a la hora del retiro representa el objetivo financiero más grande e importante. La planificación de la jubilación ha cobrado importancia a medida que aumenta la esperanza de vida en todo el mundo. En 1960, los hombres de 65 años en los países desarrollados tenían una esperanza de vida de aproximadamente 11 a 14 años, mientras que las mujeres de 65 años tenían una esperanza de vida de 14 a 16 años. Desde entonces, la esperanza de vida de las personas con 65 años de edad (tanto hombres como mujeres) ha aumentado considerablemente. El mayor énfasis en la planificación de la jubilación también ha sido impulsado por un cambio en la responsabilidad principal de financiar la jubilación de los empleadores y los gobiernos a los individuos.

La forma en que se encauce este objetivo de inversión depende del momento que se encuentre cada persona o desde otro enfoque, la etapa financiera de la vida que se esté viviendo.

Las diferentes etapas se pueden considerar son las siguientes: educación, carrera temprana, desarrollo de carrera, acumulación, prejubilación, jubilación anticipada (la menos frecuente) y jubilación tardía.

Durante la etapa de educación, un individuo típicamente desarrolla capital humano en lugar de capital financiero. En este contexto, el capital humano se puede entender como el valor presente de los ingresos laborales futuros esperados de un trabajador o empleado, mientras que el capital financiero representa los activos que posee un individuo o un hogar. Durante esta etapa, el retiro o jubilación tiene un horizonte muy lejano, por lo cual las personas tienden a dejarlo en segundo plano o en el peor de los casos, ni siquiera tomarlo en cuenta dentro de sus objetivos de inversión.

Las personas normalmente comienzan a acumular activos para la jubilación en la etapa inicial de su carrera (en el caso de las últimas generaciones a través del Sistema de Ahorro para el Retiro por medio de una Afore). Durante esta etapa, a menudo tienen prioridades financieras contrapuestas, como las necesidades familiares, los costos de una vivienda y la educación. La planificación de la jubilación tiende a adquirir mayor importancia a medida que las personas pasan a la etapa de desarrollo profesional y, más tarde, a las etapas máximas de acumulación y previas a la jubilación. A medida que las personas trabajan y ahorran dinero para la jubilación, convierten su capital humano en capital financiero. También acumulan otros beneficios financieros, como pensiones e ingresos de jubilación proporcionados por el gobierno (si se está bajo ese régimen), y reducen los pasivos no relacionados con la jubilación, como préstamos hipotecarios y deuda de consumo.

Sin importar la etapa en la que cada persona se encuentre, se debe de recordar que el principal objetivo es tener los recursos suficientes para el retiro. Contar con un especialista que ayude a lograr las metas es fundamental para poder vivir con un retiro pleno y tranquilo.

*El autor es VP Asset Allocation - BBVA Asset Managemen

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