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Opinión

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La doble materialidad como elemento clave en la gestión integral de los negocios

Conforme la práctica de elaboración de informes de sostenibilidad ha ido aumentando, principalmente en el sector privado, hemos visto también el surgimiento y evolución de una serie de estándares, metodologías, herramientas y lineamientos que se han desarrollado para ayudar a las organizaciones en esta tarea. A todo esto, en la actualidad se suma el concepto de la “doble materialidad” como un elemento a considerar adicionalmente en este proceso.

Y es que, al hacer un análisis o estudio de materialidad, la organización puede identificar, priorizar y determinar cuáles son los temas de sostenibilidad más relevantes o significativos a ser incluidos en sus informes de sostenibilidad, derivados de los impactos que sus operaciones generan o pudieran llegar a generar en la economía, la sociedad y el medioambiente, contrastados con las expectativas de sus principales grupos de interés y en cierto contexto nacional, regional o sectorial. 

Dichos temas materiales serán clave para la gestión de la sostenibilidad de la organización; sin embargo, para tener un enfoque integral, también es necesario analizar la materialidad desde el punto de vista financiero, para comprender cómo los temas de sostenibilidad están afectando o pueden llegar a afectar el desempeño económico o la viabilidad operativa y financiera del negocio a corto, mediano y largo plazo, por los riesgos, impactos y oportunidades que estos temas generen.

A este análisis en ambas direcciones se le conoce como doble materialidad, y que poco a poco se empieza a adoptar por un creciente número de empresas, que muchas veces están presionadas por inversionistas, accionistas o autoridades, a quienes les interesa contar con información de cómo afectan los grandes retos que enfrentamos en materia de sostenibilidad al desempeño del negocio, a sus flujos futuros de caja y al valor de la empresa, y por ende a sus inversiones o la capacidad de la organización para hacer frente a sus diversas obligaciones presentes y futuras.

De esta manera, una empresa que decide realizar una doble materialidad, como uno de los primeros pasos para la realización de su informe de sostenibilidad, podrá reflejar un desempeño mucho más completo y equilibrado en cuanto a sus operaciones y su entorno, combinando la materialidad de impacto y la materialidad financiera. 

En todo este proceso es importante considerar a los grupos de interés, y sus expectativas, para que éstas puedan ser atendidas o consideradas en la toma de decisiones; así como a la cadena de valor, ya que pudiera ser que los temas sean materiales para sus operaciones directas o para aquellas que no controla y que dependen de terceros (proveedores, socios, distribuidores, concesionarios, etc.), y que pudieran presentar los mayores riesgos e impactos en materia social o ambiental.

Finalmente, la utilidad de un análisis de materialidad no se queda sólo en la definición de los contenidos del informe de sostenibilidad de la organización, sino que también puede permear su estrategia, su forma de operar, la toma de decisiones, así como la gestión en general de la empresa bajo un modelo integral que sea financiera, social y ambientalmente responsable.

*El autor es Director de la Facultad de Responsabilidad Social y Director del Centro IDEARSE de la Universidad Anáhuac México. 

idearse@anahuac.mx

Twitter: @J_ReyesIturbide y @Centro_IDEARSE

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