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Opinión

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Los mercados internos liderarán la recuperación de las economías latinoamericanas

“En los mercados globalmente integrados, los precios internacionales afectan los precios locales. La reducción de los precios agrícolas que producen los subsidios en los Estados Unidos y en la Unión Europea, hacen que los precios de la agricultura local también caigan. De modo que incluso los agricultores que no exportan – y que solo venden su producción en los mercados internos - se vean afectados”,

― Joseph E. Stiglitz.

Los resultados del tercer trimestre mostraron el éxito que los servicios tuvieron sobre las economías latinoamericanas. Los datos de la actividad en las seis economías más grandes de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú), fueron mejores de lo esperado.

Hace un mes, esperábamos que las economías de México, Colombia y Argentina descendieran en el III Trim., pero las sorpresas de crecimiento en julio y agosto nos llevaron a elevar el pronóstico. A excepción de Brasil, cuyo PIB se contrajo en agosto, consideramos que el PIB de Chile cayó durante el tercer trimestre, ya que la economía se enfrió debido a su sobrecalentamiento anterior.

La mayor sorpresa provino de Colombia, donde la actividad económica de agosto creció 1.4%, la de Argentina lo hizo en 0.4%, la de Perú también sorprendió al alza, aunque la perspectiva general para el tercer trimestre se deterioró debido a las revisiones de datos del segundo trimestre, y las huelgas en curso en los sectores mineros.

En México, los datos preliminares de actividad del Inegi de septiembre apuntan a una desaceleración durante el 3T. Un impulso mayor al esperado en los servicios, que compensó la desaceleración de la actividad manufacturera. Consideramos que la actividad en Chile y Perú se contrajo en el tercer trimestre, pero los datos mensuales sugieren la expansión de la región en general.

La actividad en el tercer trimestre fue mejor de lo esperado en todos los países a excepción de Brasil, aunque esperamos la contracción generalizada para el último trimestre. Además de los obstáculos internos, la desaceleración económica mundial y las persistentes tensiones geopolíticas, afectarán la actividad económica en la región en 2023.

Los datos de la actividad para las seis economías más grandes de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú), fueron mejores a lo esperado durante el tercer trimestre.

Hace apenas un mes, esperábamos que las economías de México, Colombia y Argentina cayeran en el 3T, pero las sorpresas de crecimiento en los meses de julio y agosto nos llevaron a elevar nuestro pronóstico, aunque la excepción fue Brasil, cuyo PIB descendió en agosto.

La mayor sorpresa vino de Colombia, donde la actividad de agosto creció 1.4%, superando nuestra previsión de caída del 0.3%. En agosto, la actividad en Argentina creció 0.4 por ciento.

La actividad económica en Perú sorprendió al alza en agosto, la perspectiva general del tercer trimestre se deterioró debido a las revisiones de datos del segundo trimestre y las huelgas en el sector minero.

En México, los datos preliminares de actividad del Inegi a septiembre apuntan a una desaceleración en el 3T.

Resumiendo, en Brasil, Colombia, México y Chile, el mayor impulso en los servicios compensó la desaceleración de la manufactura. Los servicios se beneficiaron del fuerte y generalizado crecimiento del comercio, que contradecía nuestra previsión anterior de que la alta inflación y el aumento de los tipos de interés afectarían al consumo durante el tercer trimestre.

Además, los servicios de alto contacto aún no se han recuperado por completo a sus niveles de producción anteriores a la pandemia, el repunte del turismo mundial ayudó a la recuperación.

La actividad general de los servicios recuperó sus niveles de producción previos a la pandemia durante el segundo semestre de 2021 en todos los países, excepto en México, donde el sector turístico y la prohibición de las prácticas de subcontratación limitaron su recuperación.

Las expectativas de inflación pueden haber adelantado las decisiones de consumo, aunque creemos que éste se desaceleró durante el tercer trimestre. Si bien el crecimiento del empleo, y los subsidios en los precios de los alimentos y la energía, han limitado el impacto en el poder adquisitivo de los consumidores, aunque los riesgos para nuestra perspectiva de crecimiento para 2023 para siguen inclinados a la baja.

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