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Pemex recibe más apoyos que adultos mayores
Si todo marcha de acuerdo con lo presupuestado, los adultos mayores mexicanos van a cerrar 2023 habiendo recibido apoyos del gobierno por casi 1 billón de pesos en lo que va del sexenio – 975 mil millones de pesos, para ser exactos. Es una cifra récord: no sólo es el programa social más grande este gobierno, sino de la historia de México. Pero es notablemente menor que el monto total de los apoyos del gobierno para Pemex durante los primeros 9 semestres del sexenio. Estos ya suman más de 1 billón 140 mil millones de pesos.
El último dato viene directo de Pemex, que sigue presumiendo el respaldo del erario como si fuera mérito propio. En su más reciente presentación de resultados a inversionistas, de hecho, hizo todo un esfuerzo por desagregarlo. De arranque, hay 345 mil millones de pesos que se han usado para pagar vencimientos de deuda. Pero a esos hay que sumarles los costos de la Refinería Olmeca (que Pemex ya reconoce en 300 mil millones de pesos), la adquisición de Deer Park (23 mil millones), la rehabilitación del sistema nacional de refinación (12 mil millones), las inversiones en la cadena de fertilizantes (2 mil millones) y otros conceptos no desagregados (38 mil millones). En total son 721 mil millones de pesos en apoyos directos.
A eso, de acuerdo con el propio Pemex, hay que sumarle las reducciones de impuestos. Al empezar la Administración, pagaba un derecho de utilidad compartida de 65 por ciento. Pero Hacienda se lo ha reducido progresivamente, hasta llegar al 40 por ciento actual. El diferencial, que mide el valor de esta otra forma de respaldo, suma 416 mil millones de pesos adicionales.
¿El gran total? 1 billón 147 mil millones de pesos. Es una cifra astronómica.
Pero ni siquiera considera los 64 mil 900 millones de pesos adicionales que recibió la semana pasada para pagar los próximos vencimientos de la deuda. Tampoco parece que vaya a ser el último salvavidas que le lanzan en el sexenio. El mismo viernes pasado, de hecho, el director general de Pemex reiteró que “tenemos el respaldo y compromiso del gobierno para el pago restante de las amortizaciones para garantizar una transición ordenada hacia la parte final de esta administración". Tan sólo para 2024, sus vencimientos de deuda son de 11 mil 200 millones de dólares.
Desafortunadamente, nada de esto implica que Pemex esté realmente bajándole a la deuda. Al cierre de 2018, su deuda financiera era de 105,792 millones de dólares. Al cierre del semestre pasado, fue prácticamente idéntica: 105,496. Pero ahora hay que agregarle la “monetización de notas pagarés del gobierno federal” por un poco más de 5 mil millones de dólares. Así que en realidad creció.
Tampoco se puede presumir que, durante este sexenio, Pemex haya logrado que sus inversiones repunten. Todo lo contrario. La semana pasada mostré que, a pesar de toda la retórica, las inversiones de Pemex bajo López Obrador han sido significativamente menores que bajo Peña Nieto. Y parece que van a colapsarse todavía más. Esta semana, Bloomberg citó una fuente afirmando que los 64 mil 900 millones de la última inyección estuvieron condicionados a que Pemex recortara proporcionalmente tanto sus inversiones de capital como sus gastos operativos. Si antes de esto ya había problemas graves de seguridad y operación, ¿cómo se imaginan la nueva ola de resultados? Por lo pronto, más que como petrolera rescatada, lo cierto es que Pemex va a entrar a la campaña presidencial de 2024 habiendo demandado más apoyo que lo que le pudimos darle vía el presupuesto a todos nuestros adultos mayores juntos.
@pzarater