Buscar
Opinión

Lectura 5:00 min

Violencia médica contra las mujeres: lo que sientes es real

En los últimos meses, he estado colaborando con una organización internacional que se dedica a promover la educación en la salud reproductiva de las mujeres. Como parte de las estrategias que realizamos para ellos, posicionamos diversos mensajes en grupos cerrados en Facebook de miles de mujeres en diverasas partes del mundo, encuestamos a las participantes y dedicamos muchas horas a comprender diversos insights de las usuarias de métodos anticonceptivos de larga duración (LARCs, por sus siglas en inglés), en concreto del DIU de Cobre, DIU hormonal y la inyección contraceptiva.

Deseo compartir en esta ocasión los diversos aprendizajes que a nivel personal he tenido en los últimos meses en los que me he dedicado a la promoción de la educación de la mujer, el conocimiento de su salud reproductiva y la fertilidad, con el objetivo de lograr un auténtico empoderamiento de las mujeres.

Asimismo, considero esencial y fundamental visibilizar esta situación para que otras mujeres cuenten sus historias y pueda generarse una conciencia colectiva acerca diversas formas de violencia que muchas hemos sufrido en estos procesos informativos con el personal de salud. Los comentarios a continuación provienen de casos reales de mujeres reales, que hemos obtenido de encuestas aplicadas a las usuarias de LARCS.

El primer aprendizaje es que las usuarias de estos dispositivos no cuentan con toda la información disponible a la hora de tomar la decisión de utilizarlos.  Si bien es cierto que las usuarias tienen una sesión informativa acerca de estos dispositivos ya sea con enfermeras, médicos o educadores de la sexualidad, un 83% de las mujeres declararon que no se les informó en su totalidad acerca de las posibles complicaciones de salud o efectos secundarios que podrían experimentar una vez implantados estos dispositivos. En otras palabras, 8 de cada 10 no entendió las implicaciones de usar un LARC.

En las redes sociales hemos encontrado testimonios de miles de muejeres (no estoy exagerando) que compatieron que no tenían conocimiento acerca de que los efectos secundarios de un DIU pueden durar entre los 3 a 6 meses –como lo declaran diversas fuentes dedicadas a compartir información acerca de salud sexual y reproductiva como Planned Parenthood- y no conocían la severidad con la que podrían experimentar estos efectos adversos y que de haberlos conocido antes, habrían optado por un tipo distinto de contraceptivo. Muchas afirmaron no estar enteradas de que el DIU puede migrar dentro de su cuerpo a otras zonas e incrustarse en órganos vecinos, como la vejiga o los intestinos -siendo este uno de los peores efectos adversos del uso de estos dispositivos.

Un testimono que me marcó fue el de una mujer, a la que llamaré Diana, quien compartió los rayos X en los que se ve claramente que el dispositivo intrauterino está incrustado fuera de su útero, nos comentó que tardó más de 6 meses en conseguir siquiera le hicieran este estudio porque “los efectos secundarios, son normales”, según su doctor.

Muchas mujeres no están enteradas del severo dolor que provoca la inserción de un DIU en su cuerpo ¡procedimiento en el que no se seda o se administran anestésicos a las pacientes!

Puedo compartirles que como mujer, he aprendido más en estos últimos meses acerca de mi cuerpo que nunca en la vida y que la salud reproductiva es clave no solo para nuestra sexualida, sino también para nuestro sistema inmunológico, sistema óseo, el corazón, el pecho, y fundamental para nuestra salud mental, o sea, es un tema integral para nosotras.

Es humillante el trato que le dan a las mujeres que experimentan inconformidad. Cientos de mujeres compartieron sufrir de depresión y ansiedad después de insertados estos dispositivos, en especial las usuarias de la inyección contraceptiva. Lo peor de todo, es que además de sufrir estos efectos secundarios, sufrieron de violencia obstétrica y de conductas de abuso emocional por el personal de salud, que menosprecia el dolor que pueda tener una paciente, llamándolas de exajeradas u otros adjetivos.

El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) afirma que: las mujeres deben tener acceso a servicios de salud de calidad que aseguren que ellas han dado su consentimiento informado de forma completa y de que los servicios sean ‘sensibles a sus necesidades y perspectivas’. Las mujeres de nuestro estudio no fueron completamente informadas y encontraron más que una solución en el uso de los LARCs, diversos problemas de salud, que para algunas han subsistido años a pesar de no continuar su uso.

Si estas leyendo esto y encuentras en estas líneas tu historia, o si has tenido complicaciones de salud o efectos secundarios por el uso de estos contraceptivos, no estás sola. Es tu derecho hablar por ti misma y exigir a tu médico te sea retirado, así como de recibir un tratamiento digno al hablar de tus dudas, síntomas y complicaciones. 

Twitter: @yuyisvg

* Lourdes Villanueva González es profesora de la Maestría en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Panamericana. Licenciadaen Comunicación y Maestra en Gobierno y Políticas Públicas por la Universidad Panamericana. Es socia fundadora de Wombat Accelerate.

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete