Lectura 2:00 min
El carnaval devuelve la euforia a Rio de Janeiro tras dos años de oscuridad por la pandemia
En la misma pasarela que en la pandemia sirvió de centro de vacunación, princesas con plumas y alas, reyes y reinas con coronas giratorias arrastraron a los asistentes a un mundo onírico y de samba.
La euforia estalló este viernes en el Sambódromo de Rio de Janeiro, con el arranque del primer desfile del carnaval, que con su desparpajo y fantasía promete hacer olvidar los dos años de "oscuridad" por la Covid-19, al menos por dos noches.
Unas 70,000 personas se pusieron en pie al ver entrar a la "escola" Imperatriz con sus deslumbrantes carrozas y su engalanado ejército de bailarines que meneaban los cuerpos al unísono, visiblemente emocionados por reencontrarse con el público tras el último carnaval de 2020.
En la misma pasarela que en la pandemia sirvió de centro de vacunación, princesas con plumas y alas, reyes y reinas con coronas giratorias arrastraron a los asistentes a un mundo onírico y de samba.
"No pensaba que (el carnaval) volvería a ser lo que era antes de la pandemia. No creía en la vuelta de esta alegría", dijo Elisabet de Souza, mientras escuchaba las últimas instrucciones para su grupo de bailarinas antes de desfilar.
Más de 660,000 personas murieron por Covid-19 en Brasil, una cifra superada solo por Estados Unidos.
Muchos brasileños perdieron a algún allegado durante la crisis sanitaria, agudizada por grandes retrasos en la campaña de distribución de vacunas, a las que el presidente Jair Bolsonaro, un escéptico de la enfermedad, se opuso.
Fueron "dos años de mucha oscuridad en el mundo, cada uno mirando para si mismo". Esta noche "tenemos la posibilidad de mostrar que somos felices incluso con todos los problemas", dijo Latino Suárez, de 45 años.
"Brasil sin carnaval no es Brasil", sentenció este hombre que viajó desde Sao Paulo para desfilar por primera vez con la "escola" Imperatriz.