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50 años del Cervantino contenidos en un libro
La publicación contiene imágenes históricas del encuentro artístico y textos que dan constancia de cómo la cultura rescató a una ciudad que perdió su vocación minera en la primera mitad del siglo XX.
La destreza de Les Ballets de Monte-Carlo bajo la dirección de Jean-Christophe Maillot, las míticas clases de Guillermina Bravo y su vínculo con Guanajuato desde el comienzo de los años 80; en esa misma década la presencia de Lindsay Kemp, considerado el último mimo corporal del siglo XX, alumno de Marcel Marceau; la legendaria voz de la reina del jazz, Ella Fitzgerald, durante la última de sus tres visitas a México, en 1979, donde compartió edición con otra voz portentosa, la del tenor guanajuatense Pedro Vargas, apodado “El ruiseñor de las Américas”, y la voz plañidera al tiempo que soberbia de Chavela Vargas que se hizo escuchar en 1995 y 2003.
No hay una sola lista de los mejores guitarristas de la historia que ubique a B.B. King más allá del top tres. El maestro del blues deleitó con sus acordes al público reunido en la capital guanajuatense durante la sexta edición del Cervantino. Ni se diga de la presencia en 1984 del Ballet Bolshói encabezado por el legendario Yury Grigorovich, el hombre más influyente de la danza rusa durante la segunda mitad del siglo XX, o el mítico 1975, o la actuación del que han declarado como el mejor guitarrista de flamenco de la historia, Paco de Lucía, con la presencia de la recientemente fallecida reina Isabel II de Reino Unido y el duque Felipe de Edimburgo como invitados distinguidos.
Todo esto, por decir bastante poco sobre las luminarias de todo tipo de artes que han pisado los escenarios de la ciudad de Guanajuato que han hecho del Festival Internacional Cervantino un espectáculo único en el mundo.
Toda esta memoria ha sido reunida y materializada en el libro “Festival Internacional Cervantino. 50 años”, editado por la Secretaría de Turismo de Guanajuato y el Instituto Estatal de Cultura de Guanajuato, en el segundo día de actividades del encuentro artístico, para la que se dieron cita la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero; el gobernador de de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, y la directora del FIC, Mariana Aymerich Ordóñez, así como funcionarios de los tres órdenes de gobierno y distintas personas involucradas en la edición.
La cultura que rescató a una ciudad
“El FIC, junto con otros sucesos culturales que se le han unido en estas décadas, es producto de un fenómeno social que merece un estudio cuidadoso en función de que su matriz y cuna fue una ciudad que sobrevivió a una crisis histórica que puso en riesgo su permanencia y viabilidad como colectivo urbano (…) una ciudad que fue salvada de su extinción por la cultura y por el arte, que no es poca cosa”, declaró el antropólogo e investigador de la Universidad de Guanajuato Luis Miguel Rionda Ramírez, portavoz de los 13 firmantes de los textos que enriquecen la edición, entre ellos la gestora cultural Carmen Beatriz López Portillo Romano, el director de ópera, promotor artístico y exdirector del extinto Conaculta, Sergio Vela; el compositor, crítico de música y productor audiovisual Juan Arturo Brennan, y la dramaturga y periodista teatral Estela Leñero Franco, entre otros.
“El montaje de los Entremeses Cervantinos significó un parteaguas en la historia cultural de la maltrecha ciudad de Guanajuato. La fuerza y la versión de los letrados de Guanajuato llamó la atención nacional para convertirse en un atractivo que se potenciaba con el escenario callejero de la centenaria y deteriorada Plazuela de San Roque. El montaje se convirtió en una aventura colectiva que congregaba e involucraba a vecinos, universitarios, curiosos y turistas”, mencionó.
Fue así que a lo largo de 20 años de entremeses se fraguó el basamento del que a la postre sería el Festival Internacional Cervantino, que hizo de la capital guanajuatense, por la fuerza vibrante de su cultura popular, en una ciudad que perdió su vocación minera pero minó la vocación hacia las artes y la cultura y su nueva industria sustento, la del turismo.
Amigos frecuentes de la historia del FIC:
- Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández (1978-2021)
- Coro de Madrigalistas de Bellas Artes (2001, 2003, 2007 y 2016)
- Horacio Franco (1989-93, 2007, 2008, 2010 y 2019)
- Oscar Chávez, México (1989, 1994, 1997, 2007 y 2009)
- Café Tacvba (1990, 1997 2000 y 2008)
- Tambuco Cuarteto de Percusiones (1994-1997, 1999, 2000, 2001, 2005, 2006 y 2008)
- Eduardo Mata (1982-1984, 1986, 1988, 1991, 1992 y 1994)
- Compañía Nacional de Teatro (1983, 1984, 1987, 1989, 1990, 2001 Y 2002)
La versión PDF del libro se difundió de manera masiva: