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Arte e Ideas

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“Adán y Eva” deslumbran en el Museo del Prado

Las tablas del pintor Alberto Durero, fueron presentadas en el Museo Nacional del Prado tras dos años intensos de trabajos de restauración.

Las tablas Adán y Eva (1507), del pintor Alberto Durero, el artista más relevante del Renacimiento alemán, fueron presentadas hoy en el Museo Nacional del Prado tras dos años intensos de trabajos de restauración.

En rueda de prensa en este emblemático museo, fueron presentadas las dos tablas que a partir de ahora vuelven a exhibirse, en forma excepcional fuera de su sala habitual, con un montaje especial patrocinado por la Fundación Iberdrola.

Este constituye el primer proyecto asociado al convenio de colaboración que este miércoles firmaron la Fundación Iberdrola y el Museo del Prado.

Durante cuatro meses, las dos tablas se exhibirán separadas de las otras dos obras de Durero que atesora el Museo del Prado, entre ellas su famoso Autorretrato (1498).

Los restauradores de soportes José de la Fuente, del Museo Nacional del Prado y George Bisacca, del Metropolitan Musseum de Nueva York, así como Maite Dávila, quien se encargo de la capa pictórica, explicaron todo el proceso de las tablas Adán y Eva .

De acuerdo con información del Museo del Prado, existen documentadas varias restauraciones desde el siglo XVIII, cuando las dos tablas aún formaban parte de la Colección Real.

Tras ingresar en el Museo en 1827, se restauraron a mediados del siglo XIX y está registrado que Adán tuvo una nueva intervención cuando se procedía al engatillado del soporte, ya en el siglo XX.

La superposición de estas intervenciones terminó por mostrar una imagen plana y dura, alejada del acabado esmaltado original que había concebido Durero.

El Prado indicó que gruesas capas de suciedad, barnices oxidados y repintes oscurecidos por el paso del tiempo cubrían la superficie pictórica, ocultando las pinceladas y el colorido originales conseguidos por el artista.

Señaló que las antiguas restauraciones afectaron también el soporte, produciendo multitud de grietas longitudinales, especialmente en el de Adán , cuyo grosor se rebajó para adherirlo a una estructura rígida que imposibilitaba el libre movimiento de la madera original.

A su vez, en el de Eva se atornillaron, desde la capa pictórica, tres travesaños nuevos para eliminar su curvatura natural.

El inevitable movimiento de la madera había causado deformaciones y alabeos que producían sombras e irregularidades en la superficie pictórica y distorsionaban las formas representadas por Durero, problemas que hicieron necesaria una nueva intervención.

La restauradora de la capa pictórica, Maite Dávila, resaltó que las restauraciones que se hicieron antes a las tablas Adán y Eva fueron altamente corrosivas y agresivas , por lo que tuvo que hacerse un trabajo meticuloso para recuperar toda la grandeza de una pintura tan delicada.

Para la restauración de los soportes de las tablas se tuvo la colaboración de la Getty Foundation, dentro de su proyecto Panel Painting Initiative .

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