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Anomalía de Peregrine pone en riesgo la misión Colmena

La nave Peregrine, el vehículo que transporta la primera misión mexicana a la Luna -Colmena-, partió con éxito la madrugada de este lunes de Cabo Cañaveral pero horas más tarde se anunció una falla en uno de los motores; "una anomalía de propulsión que podría amenazar la capacidad de la nave espacial para aterrizar suavemente en la Luna", dijo Astrobotic .

La madrugada de este lunes 8 de enero, exactamente a las 2 horas con 18 minutos EST (Hora Estándar del Este), la aeronave Peregrine de la compañía Astrobotic despegó desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Cabo Cañaveral, Florida, impulsada por el cohete Vulcano, de United Launch Alliance (ULA). Este fue el primer lanzamiento robótico comercial de Estados Unidos a la superficie lunar con el objetivo de desarrollar las capacidades necesarias para explorar la Luna bajo la misión Artemis y antes de las misiones humanas en la superficie lunar.

A bordo de esta expedición viaja el proyecto mexicano Colmena (acrónimo de Coordinación y Liderazgo de Misiones Espaciales Nacionales). El conteo final llegó; ¡5,4,3,2,1, despega! Después Peregrine fue liberado para volar por sí solo unos 50 minutos después. El Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM confirmaba el lanzamiento y el comienzo de un viaje exitoso de 400 mil kilómetros al satélite natural de la Tierra. “¡Vulcan Centaur lanzó al Peregrine al espacio y ahora se dirige a la Luna con Colmena! Astrobotic logró comunicarse exitosamente con Peregrine y todo va como lo planeado en su camino a nuestro satélite natural (…) ¡En la UNAM estamos muy emocionad@s! ¡El lanzamiento de la primera misión de Peregrine, el “ride” de Colmena hacia la Luna, fue un éxito! Se llevó a cabo desde la NASA en Cabo Cañaveral, Florida”.

El problema de alunizar

Horas más tarde la misma compañía Astrobotic daba a conocer que Peregrine no logró entrar en su orientación correcta en el espacio, sufriendo lo que se denomina una anomalía, que pone en duda el destino de la misión. "Desafortunadamente, se produjo una anomalía que impidió a Astrobotic lograr una orientación estable hacia el sol. El equipo está respondiendo en tiempo real a medida que se desarrolla la situación y proporcionará actualizaciones a medida que se obtengan y analicen los datos".

En una segunda actualización, la compañía explicó que de acuerdo con los ingenieros, la causa probable del problema era "una anomalía de propulsión que, si se demuestra que es cierta, amenaza la capacidad de la nave espacial para aterrizar suavemente en la Luna".

Detallaban que la batería de la nave espacial estaba alcanzando niveles “operacionalmente bajos", por lo que se enviaron comandos para reorientar el Peregrine y mejorar la generación de energía solar. Luego la nave espacial entró en una región de su órbita donde se interrumpieron las comunicaciones y cuando se restableció el contacto, los ingenieros confirmaron que los paneles solares de la nave espacial estaban orientados hacia el Sol y eso ayudaba a cargar las baterías a bordo.

Este reporte de las 4:10 de la tarde por parte de Astrobotic reveló “¡Hemos recibido la primera imagen de Peregrine en el espacio! La cámara utilizada está montada encima de una plataforma de carga útil y muestra el aislamiento multicapa (MLI) en primer plano.

"Parece que la falla dentro del sistema de propulsión está causando una pérdida crítica de propulsor. El equipo está trabajando para intentar estabilizar esta pérdida, pero dada la situación, hemos priorizado maximizar la ciencia y los datos que podemos capturar. Actualmente estamos evaluando qué perfiles de misión alternativos pueden ser factibles en este momento", dijo la compañía.

Anunciaron también que la batería de la nave espacial ahora estaba completamente cargada y están utilizando la energía existente de Peregrine para realizar tantas operaciones de carga útil y de nave espacial como sea posible.

Momento crítico: UNAM

De acuerdo con el doctor Gustavo Medina Tanco, responsable de la Misión Colmena, ir a la Luna es una de las actividades más complejas que puede realizar la civilización humana hoy en día y en una misión espacial hay diversos momentos críticos.

Con respecto al problema del Peregrine, dijo: “La empresa responsable anunció que después de una separación exitosa y desprender todos los sistemas, hubo un problema aparentemente con un motor para orientarla (la aeronave) de forma estable con respecto al Sol y poder recargar las baterías, entonces, en este momento está consumiendo las baterías y están tratando de resolver ese problema antes de que las baterías se acaben”.

Asegura que han trabajado estrechamente con la empresa y todos están atentos, no solo del bienestar de Colmena sino de esa nave que es tan importante para el desarrollo del sector espacial en la próxima década.

Enfatizó que viajar por el espacio siempre es un riesgo, porque mientras se está en la Tierra la magnetósfera protege a los equipos de las emisiones del Sol, pero una vez que se llega más allá de 65 mil kilómetros del planeta, la nave queda expuesta al material interplanetario, que suele ser muy agresivo para los sistemas tan diminutos como los micro robots.

“De hecho, parte de la misión es indagar todos los problemas cuando se trabaja con tecnología hecha a una escala tan pequeña, que nunca se ha hecho antes, donde no se pueden usar las estrategias habituales para protegerlos ni de los cambios de temperatura en el espacio ni de la radiación, como partículas ionizantes”.

Por su parte el Instituto de Ciencias Nucleares dijo a El Economista que sea cual sea el destino de Peregrine y Colmena, los aportes que ha dado Colmena son muchos, desde la formación de recursos humanos, hasta el desarrollo científico y tecnológico.

“Hemos aprendido a negociar con empresas comerciales espaciales, otros Estados y naciones, otras agencias espaciales, movilizando a nuestras propias instituciones en México: nuestras agencias, nuestras universidades, nuestro Estado. Queremos que sepas que el trabajo tecnocientífico también requiere de conocimiento político para poderse llevar a cabo, y que hemos ganado grandes ventajas con la experiencia de Colmena para nuestro futuro. Esta es una oportunidad sin precedentes para nuestro país y para la región”.

Sobre Colmena

Si Astrobotic tiene éxito con la reparación de la falla y Peregrine consigue llegar a la Luna, Colmena podrá liberar a sus cinco pequeños robots conocidos coloquialmente como “abejas” en el cráter Lacus Mortis, para realizar mediciones científicas y pruebas tecnológicas en el suelo lunar.

Los dispositivos cilíndricos de unos 10 centímetros de diámetro y 500 gramos de peso, están equipados con sensores, cámaras, antenas, baterías y motores y cada uno tiene una función específica: La abeja 1 es la líder de la misión y se encarga de comunicarse con la Tierra; la abeja 2 es la exploradora y se mueve por el terreno; la abeja 3 es la geóloga y analiza la composición del suelo; por su parte la abeja 4 es la física y mide el campo magnético y la radiación; por último, la abeja 5 es la ingeniera y prueba el funcionamiento de los sistemas.

Los micro robots ayudarían además a validar estrategias para mitigar los efectos de vibración y choques del cohete, variaciones abruptas de temperatura, alta radiación, interferencia electromagnética y del regolito lunar, todos ellos problemas que se amplifican con la miniaturización extrema. Colmena además convive con veinte experimentos más y cargas útiles a bordo, que van desde instrumentos de investigación hasta obras de arte, una cápsula del tiempo, una porción del Monte Everest e incluso cremas humanas de dos compañías que organizan enviar pequeñas porciones de las cenizas de un ser querido al espacio.

nelly.toche@eleconomista.mx

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