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Arte para no desamparar
Artempatía es una protesta de una forma pacífica contra la violencia y es también una iniciativa para, por medio del arte, apoyar a los niños huérfanos de padres policías caídos en el campo de la guerra contra el crimen y el narcotráfico.
Cuando cualquier ser humano da la vida para proteger una sociedad, ésta debe verlo como un héroe , dijo el artista Emiliano Gironella Parra en la presentación del libro Artempatía, un proyecto conjunto del artista visual y el crítico de arte Pablo J. Rico.
Artempatía es una protesta de una forma pacífica contra la violencia y es también una iniciativa para, por medio del arte, apoyar a los niños huérfanos de padres policías caídos en el campo de la guerra contra el crimen y el narcotráfico.
Artempatía se define como el conjunto de acciones artísticas colaborativas que buscan la identificación con las víctimas de la violencia y sus sentimientos de dolor, y que proponen renovadas maneras de hacerle frente mediante la creatividad colectiva, es decir, compartir emociones estéticas a través de la pintura.
En este libro a manera de relato ilustrado, se hace un extenso recorrido por los periodos, los movimientos estéticos y los artistas que han tratado con un enorme y responsable compromiso artístico-social el tema de la violencia y la guerra, una postura, una manera noble de hacer la paz. Es, de alguna forma, un libro de historia del arte.
Fueron seleccionadas aquellas grandes obras que han sabido mover la compasión y empatía de las sociedades, como lo es la obra cumbre de Francisco Goya, Los desastres de la guerra, construida por 82 grabados de estampas que transmiten sin ambigüedad la actitud de Goya absolutamente comprometida contra la barbarie, las guerras y sus excesos. En general, contra la cruel irracionalidad de todos los bandos contendientes, dejando sin importana cuáles fueran las causas de sus enfrentamientos y sus respectivas justificaciones.
Con 10 apartados en el libro, Pablo J. Rico destaca la propuesta del proyecto pedagógico de su compañero Emiliano Gironella Parra, este artista mexicano que mediante su fundación, Manos Manchadas de Pintura, busca la reconciliación a través de la creación y no sólo de la denuncia.
En su fundación, Gironella imparte talleres multidisciplinarios para ayudar a los niños huérfanos de los policías caídos en la lucha contra el narcotráfico a superar su duelo, mediante una terapia artística en donde se incluye la pintura, la danza y cuentacuentos; además de buscar el reconocimiento de los caídos porque considera que son héroes. Si no hay héroes, no hay voluntad de servir , dijo el artista.
El hecho es dignificar y reconocer aquel gran trabajo que las personas uniformadas realizan por la nación, darles una voz a aquellos que ya no están, reconocer el esfuerzo y no desamparar a los que aquí se quedan.
En estos talleres los niños se manchan las manos de pintura colectivamente en referencia a todos aquellos que tienen las manos manchadas de sangre, manchadas de crimen, es decir, a la sociedad que hizo posible tal desgracia, a sus ejecutores, a quienes la indujeron o provocaron con su intransigencia y ambiciones desmedidas, sus injusticias y sus objetivos.
Los artistas pretenden que los talleres se hagan de manera regular para que los niños también se conozcan entre sí. ?Y también un documental en donde se pueda contar la historia completa de las víctimas y lo que sus hijos lograron con los talleres.