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Arte e Ideas

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Cannes aclama las historias de mujeres en un México atroz

Algo tienen en común las cintas Noche de fuego, de Tatiana Huezo, y La civil, de Teodora Mihai, además de competir por el Premio Una cierta mirada: relatan la lucha femenina por la dignidad en el carcomido tejido social en nuestro país.

Tal parece que poco importan las adversidades que la industria del cine mexicano pueda enfrentar: si se trata del tambaleo de los mecanismos para el apoyo a la producción con presupuesto público o si una pandemia viene a condicionar la posibilidad o la manera de filmar y de hacer posproducción en nuestro país. El cine mexicano es agraciado, pero no por don divino sino por la constancia, el trabajo colectivo, el activismo artístico, las historias que elegimos para relatar.

¿Qué lo confirma? Diez minutos de aplausos este jueves en el certamen de Una Cierta Mirada del Festival de Cine de Cannes para Noche de fuego, cinta producida por Pimienta Films (de Nicolás Celis), la primera ficción de la directora salvadoreña-mexicana Tatiana Huezo, reconocida anteriormente en el mundo por los trabajos documentales Tempestad (2016) y Ausencias (2015).

Las primeras impresiones sobre la cinta de Huezo —egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica— de parte de quienes ya han visto la cinta son rotundamente favorecedoras. Recorramos algunas de estas loas:

“Tatiana Huezo logra maravillosamente su traslado al cine de ficción. Noche de fuego logra ser sensual, delicada, íntima, poética, aun siguiendo una narrativa dura y lúcida”, a decir del crítico de cine francés afincado en México, Jean-Christophe Berjon, quien, vía Twitter, ha dando cuenta del idilio del certamen con el cine mexicano.

“Noche de Fuego es ese magnífico cine mexicano. Es sobre la llegada a la mayoría de edad de una chica en un pueblo atrapado en medio de los cárteles y el ejército y donde las mujeres jóvenes son víctimas de secuestros y violaciones. (La historia) está hermosamente narrada y filmada”, escribe por su parte el crítico británico John Bleasdale.

“La evocación del lugar en la película es lo que hace que Noche de fuego sea tan fascinante, con Huezo metiendo detalles reveladores de la comunidad rural en cada escena (...) dejando a los villanos fuera de la pantalla la mayor parte del tiempo, Noche de fuego en cambio captura la realidad deformada que han creado y que amenaza con convertirlos incluso en los bien intencionados y aunque tales cambios a menudo son demasiado pequeños y sutiles, Huezo logra de manera impresionante que sea imposible apartar la mirada”, opina el crítico estadounidense Stephen Saito para The Moveable Fest.

Ovaciones para el valor de llevar la realidad al cine

Pero el furor por el cine mexicano en el gran festival del séptimo arte en el Viejo Continente es mucho más amplio en una edición notable para la presencia nacional. Nada más hay que poner atención a los ocho minutos de aplausos que el pasado fin de semana brindó un selecto público en sala para la actriz Arcelia Ramírez por su trabajo en La civil, la historia de la búsqueda infatigable de una mujer cuya hija fue secuestrada por un cartel en el norte de México y quien decide hacer frente por sí misma a una red de violencia con la convicción de quien no tiene más que perder, un relato para nada ajeno a la realidad en un país inmerso en una crisis de desapariciones.

No es nuevo que nuestra nación tenga momentos memorables en el certamen de la Riviera Francesa, pero sí que dos cintas de importante manufactura nacional y con temas tan similares, a partir de una realidad de indisimulable tejido social ajado, reciban sendas y prolongadas ovaciones, así como críticas favorables dentro de la misma competencia (Una cierta mirada).

Y es que La civil, producida por Michel Franco, la primera ficción de la directora rumana Teodora Mihai —aunque no su ópera prima, porque en 2014 incurrió como documentalista con largometraje Waiting for August— también ha sido elogiada por los afortunados críticos que han estado en las proyecciones en Cannes.

“La actuación de (Arcelia) Ramírez como una mujer que no tiene nada que perder es increíble y el ojo documentalista de la directora la mantiene en el centro de la historia, evita desviarse demasiado hacia el machismo al estilo Sicario (...) es un thriller desafiante y veraz cuyo caso, devastador, es uno de los muchos en una sociedad asolada por la ‘guerra contra las drogas’”, escribe el crítico inglés Dan Meier para el portal especializado The Upcoming.

“La actriz principal, Arcelia Ramírez, es una sólida figura femenina decidida a continuar con su cometido en una sociedad en la que los derechos de las mujeres a menudo son pisoteados. La cinta de Teodora Mihai puede ser larga pero nunca aburrida”, es la crítica del alemán Simon Eberhard para OutNow. Entre muchas favorables.

Las mujeres levantan la mano por la cultura mexicana y asumen una lucha racional contra la violencia irracional masculina. Las ovaciones auguran atención para ambas cintas, ¿un reconocimiento más sólido que aquel que otorgue el fallo del jurado de Una cierta mirada? Lo sabremos en breve.

¿En qué se basan ambas cintas?

La cinta Noche de fuego está basada de manera libre en el libro ”Prayers for the stolen”, de la escritora estadounidense-mexicana, Jennifer Clement, el cual fue publicado originalmente en 2014 y ambientado en la Montaña de Guerrero. La autora vivió en nuestro país durante su juventud, volvió a Estados Unidos para concluir sus estudios y volvió a México para residir aquí.

El largometraje La Civil está basado en el caso de Miriam Rodríguez, una mujer que no cesó la búsqueda de su hija Karen Alejandra Salinas, secuestrada en 2014 por el crimen organizado y, en cambio, emprendió una minuciosa investigación sobre la vida de los secuestradores hasta lograr encarcelarlos. No obstante, en una fuga en 2017 los involucrados escaparon del penal en el que estaban recluidos y la asesinaron a balazos afuera de su casa en Tamaulipas.

Palmarés de México en Cannes

Palma de Oro:

María Candelaria, de Emilio Fernández (1946)

Viridiana, de Luis Buñuel (1961)

Premio del Jurado:

Luz silenciosa, de Carlos Reygadas (2007)

Premio al Mejor Director:

Alejandro González Iñárritu, por Babel (2006)

Carlos Reygadas, por Post Tenebras Lux (2012)

Amat Escalante, por Heli (2013)

Premio Una Cierta Mirada:

Después de Lucía, de Michel Franco (2012)

Premio al Mejor Guion:

Guillermo Arriaga, por Los tres entierros de Melquiades Estrada (2005)

Michel Franco, por Chronic (2015)

Palma de Oro a Mejor Cortometraje:

El héroe, de Carlos Carrera (1994)

Ver llover, de Elisa Miller (2007)

Cámara de Oro a la Mejor Ópera Prima:

Michael Rowe, por Año bisiesto (2010)

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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