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Claman justicia por abuso sexual
La serie de Netflix cuenta la historia de un grupo de mujeres que fueron abusadas en su adolescencia hace 50 años por un sacerdote.
Dirigido por Ryan White, The Keepers es una serie documental de Netflix que consta de siete partes en donde se revelan decenas de casos horripilantes y dolorosos de abuso sexual infantil, que involucran principalmente a un sacerdote católico y a una vasta red de encubrimiento.
El punto de partida de este trabajo es el asesinato de una monja en 1969, en Baltimore, EU. La hermana Catheryne Cesnik, maestra de escuela, desapareció en noviembre de ese año, y fue encontrada sin vida dos meses después en un basurero de la localidad.
Cesnik, de 26 años, daba clase en una escuela católica de alcurnia llamada Archbishop Keough Highschool. Había recibido un permiso especial, junto con su compañera Russell Phillips, para vivir fuera del convento.
Según relatan las alumnas que la conocieron, era una persona maravillosa a la que podías acercarte si tenías algún problema.
Hasta la fecha, las autoridades no determinan qué pudo haber pasado con ella; sin embargo, eso es lo que el documental trata de mostrarnos. Y es que todo parece indicar que la hermana Cesnik fue asesinada por conocer el terrible secreto del capellán de la escuela, el padre Joseph Maskell.
Conforme avanza el documental vemos que Maskell se aprovechaba de su poder y sus conocimientos en psicología y su autoridad espiritual para manipular a todo el mundo, de tal manera que pude salirse con la suya y abusar sexualmente, según se dice en el programa, de decenas de adolescentes entre 1969 y 1975, sin ser descubierto.
Cesnik es la pieza que da inicio a toda esta historia, no obstante, poco a poco conoceremos a otras mujeres, quienes luego de casi 50 años siguen hablando del asunto y pidiendo justicia, y que tienen sus propias historias, sus propios infiernos.
Como pieza de entretenimiento, el documental es efectivo en introducirnos a la historia de cada involucrado, al tiempo que nos horroriza con las acciones de Maskell, quien parece un personaje malévolo de ficción. Pero por momentos suele ser un poco pesado en su narrativa, pues White, en aras de mantenernos pegados al sillón, alarga el suspenso. Al final puede resultar un poco cansado.
Lo anterior no resta importancia al horror que vivieron las estudiantes de la Archbishop Keough Highschool, ni hace de esta pieza algo sorprendente y conmovedor.
Hay tres momentos clave en el meollo de este asunto: el primero es la muerte de la hermana Cesnik, luego la lucha de varias afectadas por llevar su caso ante la justicia en 1994, y, por último, el momento en que las excompañeras de escuela se unen gracias a una página de Facebook donde pueden compartir sus desafortunadas experiencias y continúan clamando justicia.
Es impactante ver cómo el padre Maskell contó con la ayuda de las autoridades y miembros clave de la comunidad de Baltimore para su encubrimiento. Y cómo la misma Iglesia católica, según se presume en el documental, se hizo de la vista gorda.
También resulta increíble que casi 20 años después las autoridades veían con escepticismo los testimonios de decenas de mujeres que señalaban al sacerdote como un pederasta e, incluso, llegan a sugerir lenocinio, y es que, al parecer, no sólo el padre abusaba de ellas, sino que otros sacerdotes de la escuela y diversos miembros de la comunidad hacían lo mismo.
The Keepers también gira en torno a la solidaridad y la fuerza que esta genera, capaz de vencer el silencio y cualquier miedo.