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Covid-19: Lecciones a 4 años de la pandemia que paralizó al mundo
Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comparte algunas reflexiones de lo que se aprendió bien y mal de la pandemia.
A cuatro años de la llegada del Covid-19 a México y a menos de un año de que se levantara la contingencia sanitaria, surge la inevitable reflexión: ¿Qué aprendimos bien y qué no de la pandemia que cobró miles de vidas en el mundo?
El 27 de febrero de 2020, las autoridades federales en materia de salud detectaron en México el primer caso de SARS-CoV-2 (Covid-19), al día siguiente informaron al país de este hecho. La gente tenía temor, las noticias de las afectaciones del coronavirus no auguraban nada bueno.
Casi un mes después, el 23 de marzo de 2020, el Gobierno de México estableció la situación de emergencia sanitaria en la República Mexicana y con ello se suspendían varias actividades. Se pensaba que la medida duraría un par de semanas. Sin embargo, para el 30 de abril de ese año -64 días después del primer diagnóstico- el número de pacientes aumentó exponencialmente, alcanzando un total de 19,224 casos confirmados y 1,859 (9.67%) fallecidos.
La declaratoria de emergencia sanitaria finalizaría hasta mayo de 2023.
De acuerdo con la Secretaría de Salud y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) al 1 de mayo de 2023, México confirmó 7 millones 587 mil 643 casos de Covid-19:
- 6 millones 833 mil 884 lograron recuperarse del virus
- 333 mil 913 lamentablemente fallecieron.
¿Nos debemos preocupar?
El doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) considera que la situación actual del Covid-19 en el país no debe generar preocupación ya que la "es diametralmente diferente, la población ya tiene mayor protección, ya sea por la vacuna o por la infección”.
“La situación ha cambiado mucho, no tendríamos por qué seguir igual de preocupados ni haciendo lo mismo que hicimos en aquella ocasión": Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina, UNAM
En entrevista con El Economista, destacó la gran distancia que se tiene en este momento a cuando inició la pandemia de Covid-19.
“Hoy sabemos cómo se contagia, tenemos pruebas diagnósticas, sabemos qué hacer con los enfermos, quiénes tienen mayor riesgo”, explicó en referencia a que la edad promedio de los pacientes fue de 46 años y que hubo una mayor incidencia en hombres que en mujeres.
En este tenor, los más afectados y que llegaron a fallecer en mayor medida, eran quienes tenían una o múltiples comorbilidades, principalmente hipertensión, diabetes y obesidad.
¿Se está bajando la guardia?
Contrario a la percepción ciudadana, el también vocero del programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes refirió que en su momento se tomaron precauciones que ahorita se perciben como excesivas, pero que fueron adecuadas para lo que pasaba.
“Por ejemplo, yo sigo viendo gente con cubrebocas, pero hay países en donde no se usa (...) En México sí se ve un número detectable de personas con cubrebocas, en las escuelas, en el mercado, en el transporte público, en el cine”, refirió al dejar en claro que sí hay un elemento de cuidado que está presente y que se manifiesta.
De igual manera, sostuvo que se aprendió la importancia del cuidado individual y colectivo, pero sobre todo “tuvimos una mejor noción de lo que es ser vulnerable (...) vimos otro tipo de vulnerabilidades y aprendimos a identificarlas y contrarrestarlas”.
Al respecto, indicó que se detectó que las personas que viven solas son vulnerables, así como los responsables del cuidado de los padres, o de algún miembro familiar con discapacidad.
¿Qué aprendimos de la pandemia?
La pandemia de Covid-19 dejó de manifiesto el uso inadecuado antibióticos, generando resistencia microbiana.
La saturación de pacientes permitió comprender una mejor conversión hospitalaria, porque aunque se aumentaba el número de camas, se entendió que no sólo era disponer de estas, sino que también debía haber personal necesario para atender la emergencia.
Agregó que la salud de muchos pacientes se complicó debido a la mala aplicación de medicamentos como la hidroxicloroquina.
“Hay un reporte de la cantidad de muertes por el uso indiscriminado de hidroxicloroquina en Estados Unidos”, detalló.
Cosas negativas que no se aprendieron
El doctor Mauricio Rodríguez Álvarez indicó que se detectó el abuso de hacer negocio a partir de la necesidad que se generó, por ejemplo, en las pruebas de detección, la falta de medicamentos, de oxígeno, de camas. “Vimos conductas completamente inapropiadas con relación a eso”.
En este tenor, refirió que no quedó la noción o la idea del aire saludable, toda vez que continúan negocios y restaurantes que no abrieron ventanas, que mantienen sus interiores cerrados o con mala ventilación.
Respecto al gel antibacterial, afirmó que esta medida de higiene es muy buena, pero ya casi no se observa en ningún lugar.
¿Alerta por incremento de hospitalizaciones?
Para el experto de la UNAM, las cifras actuales sobre hospitalizaciones no son motivo de preocupación. Afirma que "ni de chiste podemos pensar que hoy hay un problema de hospitalizaciones", y recuerda que durante la crisis sanitaria se llegó a tener hasta 25 mil personas hospitalizadas a finales de enero de 2021. En contraste, actualmente hay un registro de 200 personas hospitalizadas, varias de ellas por infecciones respiratorias.
“Ese tema es el que más tranquilo tenemos. Este es el punto más bajo comparado con los años previos. Cuando ves el reporte de Covid-19 y los comparas con años previos, no hay comparación”.
“Una lección imparte como país, es que necesitamos fortalecer nuestra capacidad de investigación, desarrollo y producción biotecnológica”. Asimismo, detalló que se necesitan más incentivos para la investigación, vacunas, pruebas de diagnóstico, equipo de protección personal, medicamentos, porque “fue dramático ver cómo dependíamos del exterior para eso”.
Infodemia y politización, otros factores negativos de los que se debe aprender
El especialista de la UNAM indicó que la infodemia y la politización de la pandemia generaron desconfianza entre la gente, provocando que la gente no se quisiera vacunar, pero que todo se debía a la reproducción de información imprecisa.
“Mientras no entendamos que se deben quedar al margen las filias, no vamos a estar preparados para la siguiente emergencia, porque se va a utilizar con fines políticos u otro tipo de intereses”.