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Arte e Ideas

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De monstruos y prodigios en el Chopo

El Museo Universitario del Chopo se mantendrá abierto y presenta tres exposiciones que hacen homenaje a su pasado y su tradición contracultural.

Desde su reapertura en el 2010, el Museo Universitario del Chopo ha trabajado duro por redefinir su identidad.

Regresó a una escena chilanga en la que hay sobreoferta de arte contemporáneo, ¿cómo encontrar el lugar único que durante décadas ocupó el Chopo como centro de lo nuevo, lo contracultural, lo experimental? Apelando a su historia.

Homenaje al pasado del Chopo como el primer museo de historia natural mexicano es la exposición del escultor Ulises Figueroa.

El grafiti Relatividad nos recuerda que este museo tiene tradición dando lugar al arte urbano. A. Arte y animación nos lleva a un viaje por la divertida relación entre el arte y los dibujos animados.

HIPERREALISMO DE AEROSOL

Hay quien piensa que el arte urbano no tiene lugar en los museos. Su naturaleza es clandestina, periférica. Entrar al sistema: eso es aceptar exponer en un museo para muchos creadores callejeros.

Pero el Chopo tiene otra idea: ¿por qué no documentar artes como el grafiti, que desde hace más de 20 años forma parte no solo del paisaje cotidiano, sino de la historia del arte?

Con ese espíritu, el colectivo Vew Crew ha hecho suya una pared de la Galería Sur del Chopo para plasmar su visión del arte hiperrealista.

El enorme mural fue realizado por cinco artistas jóvenes, los grafiteros Odre, Minoz, Meis, Kritik y Hows. Relatividad , que así se llama la obra, fue realizado en vivo frente a una audiencia en una mezcla de performance y pintura.

La pieza es fantasmal, muy impresionante. Tres figuras contra un paisaje que puede ser un atardecer o un puede ser una hecatombe nuclear. Es claro el dominio del dibujo realista de los grafiteros. Increíble lo que se puede con un montón de aerosoles.

DE CUANDO EL CHOPO ?ERA CASA DE UN DINOSAURIO

La Galería Central del museo será dedicada a partir de ahora a recordar la historia del museo. En este lugar se albergarán exposiciones que trabajen la tan particular arquitectura del Chopo o de los barrios de Santa María la Ribera y San Cosme (donde se encuentra el museo) o las diferentes facetas por las que este edificio ha pasado en su más de un siglo de vida.

El primer proyecto con esta encomienda cayó en manos del escultor Ulises Figueroa, quien decidió recordarnos aquella época dorada en la que el Chopo fue conocido como la casa de un enorme esqueleto de dinosaurio, aquel tiempo en que éste fue un museo de historia natural.

Tercer acto. En el que el universo muere por desintegración es una colección de obras que ya formaban parte del acervo personal de Figueroa: esqueletos, figuras de plastilina, estructuras de cemento; todas piezas que recuerdan animales o partes de animales expuestas en las vitrinas originales con los que el antiguo museo de historia natural exponía sus especímenes. Pero, así como los museos naturalistas exponen a los animales en todo su esplendor, congelados en una idealización, Figueroa propone una naturaleza en plena decadencia. Es un reconocimiento a la naturaleza como destructora de sus propios hijos.

Figueroa va entre el homenaje y la parodia. Mamífero es una obra que con plastilina y huesos de varios animales (el artista recoge estos huesos en la calle) crea un animal de identidad desconocida: ¿un gato, un mapache o un perro pequeño? Mejor: la ratardilla de la película La era del hielo.

Hay otras esculturas que mezclan lo natural con el paisaje de la ciudad: una ecología de lo urbano. Unos monolitos que recuerdan los del Palacio de Minería son simples bolsas de cemento endurecidas a la intemperie; unas quijadas de tiburón cuyos dientes son pedazos de botellas de vidrio, recordando ese sistema de seguridad tan urbano de poner vidrios en las bardas; un enorme esqueleto de elefante, hecho específicamente para esta exposición, conformado por objetos como una carretilla de construcción, un tinaco, llantas, etcétera.

LO SUBVERSIVO DE MICKEY MOUSE

A. Arte y animación es un breve pero refrescante recorrido por la historia de la animación.

De los dibujos animados, que forman una parte ineludible de nuestra educación en lo pop. La animación ha crecido tanto que se ha vuelto arte por sí mismo.

No obstante, esta exposición tiene un ángulo distinto: como los artistas plásticos, desde la popularización de lo animado (especialmente en el cine), han incorporado el lenguaje, las técnicas y el aire subversivo de la animación en su obra.

¿Aire subversivo? Por supuesto: la animación subvierte las reglas de la realidad. Los personajes y los ambientes son totalmente flexibles, como su sentido de realidad. Resulta sorprendente lo natural que nos parece que Mickey Mouse tenga cuatro dedos o que Bugs Bunny pueda serruchar un hoyo en el suelo y escapar a otro mundo o que el Gato Félix pueda guardar el Universo en su maleta.

El recorrido está divido en varios núcleos y cada uno comienza con alguna animación histórica. La más divertida es una de origen y autor desconocido que forma parte del acervo de la Filmoteca de la UNAM. Es una pequeña historia pornográfica en la que el personaje principal ve cómo su miembro viril cobra vida propia y se le escapa volando: miedos masculinos.

Las obras principales son las creadas por diversos artistas plásticos, la mayoría contemporáneos, pero también los hay históricos como Miguel Covarrubias, presente con varios dibujos que parecen inspirados en caricaturas, o el alemán Oscar Fischinger, perteneciente a la escuela Bauhaus (1920), cuya pieza es una de las primeras que se exponen en México.

Piezas como la de Fernanda Brunet, que a partir de explosiones de cómic hace cuadros abstractos, y la de Arturo Herrera, que retoma rasgos fuera de contexto de las caricaturas de Disney para crear patrones gráficos, son sólo algunos de los ejemplos de cómo los pintores se alimentan del lenguaje animado. Otros creadores hacen directamente animación como Óscar Cueto y su quema del catálogo Art Now (una especie de who-is-who del arte contemporáneo) y Fernando Palomar que con su Accidente crea un suspenso a partir de lo aparentemente estático.

El Chopo

  • Avenida de la Paz 57, Local 1, San Ángel; ?5550-3632, 5550-2753

concepcion.moreno@eleconomista.mx

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