Educación flexible, pero sin sacrificar la calidad, el reto futuro

Desde hace un par de años, con la pandemia hemos tenido que adaptarnos e innovar a una velocidad que no se esperaba. Lo que se hizo fue traer todas las tendencias que se esperaban a un mediano plazo, a una realidad inmediata en tiempo récord. Esto trajo nuevos retos para la educación, por ejemplo, la necesidad de flexibilizar sus estructuras.

Pearson y la Embajada Británica en México organizaron el encuentro Tendencias en Educación Superior para el futuro de la empleabilidad en América Latina ¿Qué depara la experiencia universitaria para los estudiantes?, ¿Cómo se ha transformado el escenario para maestros e instituciones? ¿Qué papel juega la tecnología?, estas fueron algunas de las preguntas que especialistas reflexionaron.

“En el Foro Económico Mundial de este año se habló de mantener lo mejor de todos estos cambios, las universidades lograron mucho, cuando gran parte del mundo se cerró estas instituciones fueron las que más intensificaron su tarea, dese la investigación hasta trasladar el aprendizaje a lo que se necesitaba en ese momento, pero ahora qué, hacía donde debemos seguir?”, planteó Angélica López, moderadora y parte del equipo de Pearson.

Dijo que algunas de las tendencias que se tienen más claras es la flexibilidad, “ésta que los estudiantes ya están dando por hecho, que ni siquiera lo consideran como un adopción sino que es algo importante que debe estar”.

Puso en la mesa la necesidad de que la calidad de la educación en las modalidades híbridas se mantenga, que sea una educación atractiva pero formativa, que además nos ayude a cubrir la fuerte necesidad de aprendizaje continuo, donde el título universitario no es suficiente, pues se requieren habilidades que se deben validar, “que permita crear una marca personal para la vida profesional”.

La tecnología como un medio y no un fin 

Julieta López Olalde, experta en educación comunicativa y especialista en diseño curricular aseguró que habla mucho de las TIC en educación, pero esto no es reciente. “Desde hace décadas se habla de la necesidad, pero se llegó a un punto de una revolución mayor, porque ya no nada más se tiene que aprender a usar esta tecnología sino rediseñar con la tecnología incluida”.

Dijo que lo que los profesores solían hacer era usar las TIC como una herramienta paralela o espejo a la tecnología normal, por ejemplo una tarea se pedía en PDF, pero eso no es usarlas. “En este momento los docentes de todos los niveles tienen que comprender con suficiente profundidad qué procesos cognitivos se dan, de qué manera funciona la estructura mental de un joven para entender cómo las tecnologías pueden entrar y crear conocimiento verdaderamente significativo. Esto cambió radicalmente en la pandemia”.

Agrega que la pandemia también nos confirmó la necesidad de desarrollar habilidades blandas, “hoy el 80% de los reclutadores prefieren contratar a alguien con estás habilidades más desarrolladas que las duras. Al cobrar tanta importancia, los docentes tienen el reto, de desarrollarlas para la vida académica de sus alumnos, impulsar la atención sostenida, el trabajo colaborativo, liderear proyectos, entre otros”.

El papel del maestro se transforma, es pieza fundamental 

Jorge Luis Iñiguez, director de innovación y estrategia de productos para Pearson Latam, hizo un siguiente planteamiento. “En algún momento se ponía en duda la pertinencia de la tecnología en la educación y las opiniones eran divididas. Pero el papel que está adoptando la tecnología hoy en la educación es sin duda protagónico; permite a las instituciones optimizar sus procesos de enseñanza y aprendizaje, volverlos más eficientes”. 

Sin embargo, dijo que es importante señalar que la tecnología debe tener sentido, un propósito claro, “es muy delicado dejar la responsabilidad la tecnología, que por sí sola de los resultados del aprendizaje. La tecnología no sustituye la labor del docente”.

De acuerdo con el especialista, hoy ya existe una amplia oferta en el mercado, muchas plataformas que apuntan a desarrollar las habilidades transferibles y que incluso cuentan con algunas certificaciones, aun así, reconoce que este espectro todavía tiene algunas deficiencias, que desde su punto de vista se debe a que son propuestas que no están considerando a los docentes. 

“Pretenden desplazarlos y eso de ninguna manera será algo positivo. Los ambientes virtuales son muy poderosos pero con una buena guía. Sigue siendo indispensable la empatía, el instinto del docente y la interacción humana. Es urgente resignificar la labor del docente, la educación sin ellos está destinada al fracaso”. 

Iñiguez agregó que hay un reto de suma importancia: Lograr un acceso igualitario a la tecnología. “El Banco Mundial emitió un reporte donde indica que en el mundo hay 3,000 millones de personas sin acceso a internet, 96% de ellos, son personas que viven en países en desarrollo, como el nuestro”.

Dijo que si esto no cambia, las desigualdades en el ámbito educativo se van a venir arrastrando y se van a trasladar al ámbito laboral, con fuertes rezagos en el desarrollo, no solo de habilidades digitales, sino en el de muchas otras que podrían haberse desarrollado mediante herramientas digitales. Aquí los gobiernos cobran un papel esencial.

Los especialistas concluyen que el reto educativo y su transformación es tan grande que se requiere de la colaboración de todas las partes, docentes, instituciones, alumnos, padres de familia, gobierno y en general la sociedad involucrada, para generar modelos sostenibles e incluyentes, de la mano de tecnologías, pero con la guía clara y decidida del recurso humano.