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"El día cero para el agua está cerca y la situación es crítica", asegura especialista

En México es una problemática que se ha vuelto cada vez más preocupante, este lunes, el presidente López Obrador dentro de sus 20 iniciativas de reforma constitucional que envió a la Cámara de Diputados incluye la propuesta de respetar las zonas con escasez de agua y sólo otorgar concesiones para uso doméstico; al respecto, el especialista Juan Manuel Núñez, de la IBERO, asegura que tendremos que aprender a vivir con escasez de agua.

En México es una problemática que se ha vuelto cada vez más preocupante, este lunes, el presidente López Obrador dentro de sus 20 iniciativas de reforma constitucional que envió a la Cámara de Diputados incluye la propuesta de respetar las zonas con escasez de agua y sólo otorgar concesiones para uso doméstico; al respecto, el especialista Juan Manuel Núñez, de la IBERO, asegura que tendremos que aprender a vivir con escasez de agua.

Para el doctor Juan Manuel Núñez Hernández, académico e investigador del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (Centrus) de la Universidad Iberoamericana (IBERO), hemos llegado al momento en el que las ciudades, epicentro del dinamismo de la humanidad, se enfrentan a un desafío que amenaza su esencia misma: La escasez de agua. En los próximos años, este problema adquirirá una relevancia aún mayor, pues afectará la vida urbana de maneras que aún no podemos comprender.

Asegura que el presente del agua es también un tema crítico marcado por la desigualdad, pero lo será aún más en el futuro próximo si no actuamos con decisión ahora mismo. Por ejemplo, el problema del agua en la Ciudad de México está compartido entre la escasez hídrica producto del cambio climático global y la mala gestión del recurso hídrico, así como de la desigualdad social en el suministro de este escaso recurso.

Este fenómeno en México es una problemática que se ha vuelto cada vez más preocupante. El presidente Andrés Manuel López Obrador, dentro de sus 20 iniciativas de reforma constitucional que envió este lunes a la Cámara de Diputados, incluye la propuesta de respetar las zonas con escasez de agua y sólo otorgar concesiones para uso doméstico.

En su proyecto señala que, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, México tiene en promedio una disponibilidad natural media de agua de aproximadamente 4,471.5 km cúbicos al año. Esta cifra ubica al país en una situación de estrés hídrico alto, lo que significa que existe una presión considerable en los recursos hídricos, producto del incremento de la demanda por el crecimiento de la población, la urbanización y el desarrollo industrial y agrícola. Asegura que la escasez de agua es particularmente crítica en las regiones norte y centro del país, donde se concentra la mayoría de la población y las actividades económicas.

Por ello, propone reformar el párrafo sexto del Artículo 4° de la Constitución, para establecer la preferencia del consumo personal y doméstico de agua sobre cualquier otro uso. De igual forma, la iniciativa propone reformar el párrafo sexto del Artículo 27 para prohibir el otorgamiento de concesiones de agua en aquellas zonas con escasez, es decir, que esté en riesgo la disponibilidad de agua para consumo de las personas y uso doméstico. 

El tema del agua no va a mejorar

De acuerdo con Núñez Hernández, especialista en ordenamiento territorial y medio ambiente, actualmente hablar de la escasez de agua mantiene un foco de alerta en dos sentidos, uno es por el cambio climático que esencialmente se ve reflejado como impacto en términos de la disminución de nuestras fuentes de abastecimiento de agua. Esto es importante porque si bien podemos hacer algo contra el tema, las condiciones actuales del clima nos están poniendo en este escenario y el futuro es claro, no va a mejorar la situación, “vamos a tener que aprender a convivir con una mayor y constante escasez de agua”. Esta sería una primera reflexión para generar conciencia en las personas.

Una segunda parte tiene que ver con ¿qué puedo hacer yo y cómo me puedo insertar en la gestión sustentable del agua? El investigador asegura que un componente muy grande tiene que venir por parte de las autoridades, temas como infraestructura, dotación, la propia potabilización del agua y el consumo consciente de agua.

Dijo que además de ver reformas como la que el presidente plantea, es necesario que las personas tengan muy claro cuál es su consumo de agua para que entonces puedan empezar a cambiar sus actitudes en términos de la manera en que la utilizamos para nuestras actividades cotidianas. Por ejemplo, “hoy la mitad de las viviendas de la Ciudad de México no tienen un instrumento que permita medir de manera precisa el consumo”.

¿Qué tan crítica es la situación del agua en la Ciudad de México?

De acuerdo con datos del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) una persona en la capital del país consume en promedio 380 litros de agua diariamente. No obstante, y según datos reportados por este mismo organismo, la dotación promedio de agua potable en las 16 alcaldías, es de 150 litros por habitante al día. Esto representa una cifra mayor a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que plantea el uso de 100 litros al día, o sea cinco o seis cubetas para satisfacer necesidades tanto de consumo como de higiene.

Esto además genera desigualdad en términos de quienes disponen de agua y de quienes no la tienen de forma regular. “Un elemento importante es que medir nos permite moderar o modificar nuestras actividades y actitudes para ajustar esos consumos”.

El especialista explica que tendría que ser algo parecido a lo que pasó con la luz eléctrica, “este es un suministro que tenemos perfectamente medido y regulado en términos de diferentes tarifas que se aplican dependiendo de la geografía o de los umbrales, si estos se rebasan se incrementa la tarifa”.

La Ciudad de México, por ejemplo, ha padecido de un suministro o desabasto en ciertas partes de la ciudad, alrededor de 300 colonias tienen agua solo a través de pipas, este servicio no es continuo ni tienen infraestructura de almacenaje, “esta parte de la población que siempre ha padecido se ve ahora en mayor vulnerabilidad cuando tienes colonias donde anteriormente sí tenían suministro de agua y que ahora empieza a presentar temas de desabasto. Esto pude generar una mayor diferenciación social en términos de servicios”.

Agrega que se requiere un suministro garantizado; esto le toca al gobierno, pero hoy no tenemos una buena medición, hay algunos municipios donde el pago de agua es anual y luego se consume todo lo que se quiere, hay zonas donde el cobro debe ser subsidiado y otros lugares donde el costo debería ser mayor, dependiendo del nivel socioeconómico, la infraestructura o servicios.

Núñez Hernández concluye recordando que esta situación que estamos viviendo no tiene precedente, “en otros momentos hemos sufrido niveles bajos de suministro, pero estaban asociados a épocas muy particulares del año, ahora no nos encontramos en época de estiaje, debemos tener claro que no habíamos enfrentado un problema de esta manera. El famoso día cero para el agua está cerca en todas partes y la situación es crítica. Nuestro país es un territorio que está sujeto a la variabilidad climática y al descuido de la gestión hídrica, con una forma simplista de organizarnos y eso ya no es sostenible”.

nelly.toche@eleconomista.mx

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Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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