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Arte e Ideas

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El futuro del IoT es el cómputo cognitivo

El siguiente paso del Internet de las Cosas es el ascenso del cómputo cognitivo con el uso de la analítica de datos.

Para Rick Hamilton, miembro del equipo de la supercomputadora ?Watson, la masificación del Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés) ya es una realidad y el siguiente paso es el ascenso del cómputo cognitivo.

Durante Campus Party, el evento de tecnología, ciencia e innovación realizado en Guadalajara, Jalisco, se discutió que el IoT implica el uso de la analítica de datos que es recibida a través de sensores inteligentes y que genera información en tiempo real. Esta información es esencial para la toma de decisiones y es así como estamos llegando a los hogares y los autos inteligentes que son capaces de tomar decisiones a partir de la información disponible.

Sin embargo, para el creador de IBM, Internet como lo conocemos está a punto de desaparecer y esto traerá un cambio radical. La llegada del cómputo cognitivo es cómo las máquinas aprenden de los usuarios y sus hábitos. La idea es que puedan responder a los estímulos verbales y de movimiento.

Para el 2020, Hamilton estima que cada minuto una persona generará 1.7 megabytes de información en el mundo. Este crecimiento en la generación de información dará pie a un reto particular en las computadoras, que deberán de tener la capacidad de discernir cuál es la data relevante necesaria para llevar a cabo una tarea específica.

El cómputo cognitivo implica que las computadoras aprendan de los gestos, los movimientos corporales y las expresiones verbales de los humanos para entender nuestras interacciones con los dispositivos.

Eventualmente, si las mismas computadoras están habilitadas con cámaras y micrófonos, pueden saber más del espacio y el contexto en el que están y tomar mejores decisiones que ayuden al desempeño de nuestras tareas. Así, por ejemplo, un refrigerador inteligente podrá saber cuándo es necesario comprar más leche o recomendarte algún alimento según tus necesidades dietéticas o médicas.

Los dispositivos, según Hamilton, deben de traer más valor a la mesa y no quedarse en comandos simples; deberían de explotar las capacidades de la información para poder crear experiencias más personalizadas que conecten con los usuarios.

El sistema debe conocerte , dijo. Para esto, necesita entender el contenido emocional y el contexto en el que está. Debe conocer tus hábitos, la manera en que te comunicas e incluso si estás siendo sarcástico con la computadoras.

Para Hamilton, lo ideal es que cualquier persona pueda utilizar esta tecnología de una manera democratizada. Me gustaría ver que mi mamá de 69 años pueda utilizar estos equipos sin necesitar un título en ingeniería .

antonio.becerril@eleconomista.mx

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