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Arte e Ideas

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El trabajo infantil en las cadenas de producción

En todos los sectores, desde agricultura, construcción o turismo, corren el riesgo ?de que este tipo de trabajo esté presente.

El trabajo infantil no tendría cabida en mercados con un buen funcionamiento y debidamente reglamentados; sin embargo, actualmente continúa y en el mundo hay 168 millones niños que aún son víctimas del trabajo infantil y 85 millones de ellos realizan trabajos peligrosos; por esta razón, todas las cadenas de suministro, de la agricultura a la manufactura, de los servicios a la construcción, corren el riesgo de que el trabajo infantil esté presente.

El pasado 12 de junio se celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el cual este año está dedicado al trabajo infantil en las cadenas de producción. Este mal está presente fundamentalmente en el sector rural y en la economía informal, que quedan al margen de las actividades de inspección del trabajo, la protección que brindan las organizaciones de trabajadores y los beneficios que en materia de gobernanza ofrecen las organizaciones de empleadores y de productores.

Buenas prácticas

No todo el trabajo realizado por los niños es trabajo infantil, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Internacional de Empleadores (OIE). Millones de personas jóvenes por encima de la edad mínima correspondiente trabajan, remuneradas o no, de manera legítima, apropiada para su edad y madurez y formando parte de su socialización y de la transición de la escuela al trabajo.

Trabajando, estos jóvenes aprenden a asumir responsabilidades, adquieren competencias, contribuyen a los ingresos y el bienestar de su familia o a los suyos propios, y contribuyen a la economía de su país , se lee en el informe Herramienta de orientación de la OIT y la OIE sobre el trabajo infantil destinada a las empresas .

Entonces, ¿a qué le podemos llamar una situación de trabajo infantil? En general, este tipo de actividad es un trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico o mental, interfiriendo incluso con su educación. En concreto, se hace referencia a tipos de trabajo que no están permitidos para niños menores de la edad mínima correspondiente.

Por otro lado, estas organizaciones aseguran que cada vez es más frecuente que las compañías estudien la manera en que podrían contribuir a erradicar el trabajo infantil; por ello, el documento mencionado anteriormente insta a todos los actores, incluidas las empresas, a cumplir con sus obligaciones para garantizar la eliminación progresiva de todas las formas de trabajo infantil y permite que las empresas intercambien buenas prácticas y elaboren nuevos modelos de colaboración.

¿Cómo podría una empresa estar implicada en situaciones de trabajo infantil? El documento hace una reflexión al respecto y asegura que incluso de manera indirecta podríamos estar fomentando esta práctica.

Aunque puede que las empresas no siempre tengan relaciones contractuales o comerciales con las entidades que causan las situaciones de trabajo infantil, sus actividades, productos o servicios pueden estar vinculados a tales situaciones a través de sus relaciones de negocios , se lee.

El documento, de manera mucho más extensa, da ejemplos de empresas que podrían estar implicadas en situaciones de trabajo infantil, como abastecedoras agrícolas, fábricas, mineras, empresas de productos, turismo y zonas de conflicto; intenta reflexionar sobre los vínculos indirectos que las empresas podrían tener e invita a las mismas a la acción.

La situación en el país

En nuestro país, el trabajo de las personas menores de 15 años de edad está prohibido, y para quienes son mayores de esa edad, pero no han cumplido los 18, la legislación establece condiciones específicas para su desempeño.

Sin embargo, los datos estadísticos reflejan que los esfuerzos por erradicar la explotación de niñas, niños y adolescentes necesitan redoblarse urgentemente. En el 2013, el Inegi estimó que 43.1% de las niñas, niños y adolescentes que trabajaban no asistía a la escuela, que 61.7% estaban contratados por un familiar y 31.5% se encontraba expuestos a riesgos en su trabajo. Los sectores en dónde más trabajaron en ese año son, en orden descendente: agropecuario, comercial, servicios, manufacturas, construcción y otros no especificados. También reportó que la gran mayoría de ellas(os) percibía ingresos inferiores a dos salarios mínimos, mientras que 20% no recibía salario.

En razón al género, los niños superaban en número a las niñas en todos los sectores, con excepción del trabajo en el hogar, actividad que es considerada por la OIT una de las peores formas de trabajo infantil, pues genera múltiples violaciones a sus derechos.

Por otro lado, la semana pasada, Thomas Wissing, director de la Oficina para México y Cuba de la OIT, dio a conocer que actualmente trabajan en el país alrededor de 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes de entre cinco y 17 años; es decir, 8.6% de la población total de esa edad, y reveló que Guerrero, Oaxaca y Chiapas son los estados con mayor porcentaje de niñas, niños y adolescentes que trabajan, con 14, 11.7 y 11%, respectivamente, y cuyas actividades se concentran en el sector primario (agricultura).

Para consultar el informe de la OIT se puede acudir a la siguiente liga: http://www.ilo.org/ipecinfo/product/download.do?type=document&id=28417.

nelly.toche@eleconomista.mx

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