El virtuoso pianista Toradze en Bellas Artes

Con el enésimo cambio de nombre del festival a cuestas y discursos de funcionarios que prometían ser breves, fue inaugurada, la noche del miércoles, el XXX Festival Centro Histórico México (FCHM).

La ceremonia en la sala principal del Palacio de Bellas Artes dio paso a la brillante actuación del pianista georgiano Alexander Toradze (Tiflis, 1952), uno de los platos fuertes de esta edición que tendrá durante 12 días 200 actividades en 22 sedes.

Es importante mencionar, según declaran los organizadores del FCHM, que 70% de la programación se ofrecerá de manera gratuita, con la participación de 55 artistas de 22 países, entre ellos Alemania, Argentina, Australia, Chile, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Japón, Líbano, Reino Unido, Siria y Serbia.

Al principio había unas 300 personas sentadas en las sillas que se colocaron en la explanada de Bellas Artes, pero hacia el intermedio del concierto sólo quedaban 30 en medio de un sillerío.

El presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, escribió en el programa de mano que en todos estos años han acudido al festival más de 8 millones de espectadores a las 5,500 actividades artísticas y culturales, en un total de 435 días de programación, lo cual ha consolidado a este festival como la celebración cultural más importante de esta ciudad .

El funcionario elogió que además de la danza, la música y el teatro, esta edición ha vuelto a incorporar la gastronomía, el cine y las visitas guiadas, que le han ganado un lugar privilegiado en el imaginario social .

Ya en su discurso en el Palacio puso énfasis en mostrar que con esta edición el FCHM retoma su vocación original que era concentrar su acción en el Centro Histórico . Y agregó –por algo lo dirᖠque el Conaculta pondrá todo su esfuerzo para que el festival retome la gran calidad que tuvo desde sus inicios .

La directora del festival, Cristina King, celebró que la fiesta se debe a la colaboración entre ciudadanos, creadores, instituciones, empresas.

TORADZE Y LOS PERSEGUIDOS

El virtuoso del piano Alexander Toradze ofreció un concierto conmovedor, memorable. Estuvo acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro Carlos Miguel Prieto.

Escuchamos como primera pieza Fundición de acero, Op. 19, de Alexander Mosolov (1900-1973), uno de los artistas perseguidos por el régimen soviético. Esta pieza formaba parte de otra mayor que se extravió. Nos referimos al ballet Acero, que no gustó a la nomenklatura de aquellos tiempos, para quienes tal música no podía gustar a los obreros .

La historia de horror cuenta que Mosolov fue expulsado de la Unión de Compositores en 1936 y al siguiente año fue enviado como presidiario a un gulag. Después fue condenado a exilio interno, el cual sufrió hasta 1942. Por supuesto que este ballet se perdió y sólo quedó una parte, Fundición de acero, que es una muestra de música industrial, caracterizada por su vigor, por su potente ostinato, llevado hasta niveles extremos. Incluso, en el escenario pudimos observar –y escuchar– una lámina de acero que reforzaba las percusiones. Naturalmente que la Sinfónica Nacional entendió mal el tempo o Carlos Miguel no se los dio bien, porque aquello sonaba muy enérgico, pero también caótico, más de lo especificado.

La segunda pieza del concierto, también obra de otro perseguido por la nomenklatura soviética, fue el Concierto núm. 2 de Dmitri Shostakovich. Aquí Toradze brilló por su ejecución.

Toradze es un poeta del piano. Un virtuoso de una sensibilidad exquisita, que se sabe manejar con una sutileza tal que sus notas parecen el aleteo de una mariposa sobre el marfil. Aunque también fue enérgico en el primer movimiento, Allegro, pero lento y a punto de quedar adormilado en el segundo (Andante). Se regodeó tanto en las partes más sutiles que hasta se recostaba en el piano gozando las deliciosas notas que iba desgranando el instrumento.

El público asistente lo forzó a salir varias veces al escenario para recibir más aplausos y para pedirle un encore. Finalmente, y sin querer queriendo, repitió el segundo movimiento del concierto, el Andante. Al final dejó la última nota vibrando en la sala, dándole tiempo para que dejara de desplegarse por ella misma, para que su lugar en el espacio/tiempo fuera ocupado por el silencio; un silencio respetuoso, cuasi sacro, mantenido por el público asistente.

Después, Toradze ofreció otro encore, un fragmento de la obra de Prokófiev. Pero esta vez no se esperó a que la última nota se desplegara románticamente por la sala de Bellas Artes, sino que salió del escenario como estrella de rock luego de propinar el último y potentísimo guitarrazo.

MÁS IMPERDIBLES DEL FHCM

Destaca el estreno mundial en español de la obra White Rabbit Red Rabbit, del escritor iraní Nassim Soleimanpour. En México contará con la actuación de Héctor Bonilla y Angélica Aragón. Se trata de un experimento teatral, cuya característica es que el guión se entrega unos momentos antes de salir a escena.

Otro de los platos fuertes es la presentación de la compañía de Akram Kahn, uno de los coreógrafos más aclamados de su generación, que estrenan en México iTMOi (in the mind of Igor), coreografía encomendada en el 2013 por el prestigioso teatro Sadler’s Wells de Londres, que celebra el centenario del estreno del ballet La consagración de la primavera, de Stravinsky. Se presentará 15 y 16 de marzo, a las 18:00 y 19:00 horas, respectivamente, en el Teatro de la Ciudad.

Tampoco puede dejar de ver a Ji-Hae Park, la violinista coreana. Su concierto tendrá lugar el 19 de marzo, a las 19:30 horas, en el Anfiteatro Simón Bolívar.

En otro tipo de música, Miguel Poveda, cantaor flamenco, dos veces nominado al Grammy Latino, se estará presentando el 15 de marzo en el Palacio de Bellas Artes, a las 19:00 horas.

La ópera Manon, de Jules Massenet, de la que ya se ha hablado en este espacio, tendrá funciones 16, 18 y 20 de marzo.

El 19 de marzo se celebrará la Noche de Museos. Por esta razón el Museo del Palacio de Bellas Artes, El Colegio de San Ildefonso, entre otros, extenderán sus horarios.