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Arte e Ideas

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Entregan la Medalla Bellas Artes a cimentadores de nuestra riqueza cultural

Este miércoles se entregó la distinción en el Palacio de Bellas Artes a figuras que han consagrado su vida a enriquecer nuestra identidad desde el activismo feminista, el derecho, la arquitectura, la museografía y la defensa del patrimonio: Mónica Mayer, Valeria Prieto López, Arnaldo Coen, Óscar Hagerman, Miriam Kaiser, Alberto González Pozo y Jorge Sánchez Cordero

Detrás de cada uno de los siete nombres que este miércoles fueron vinculados de por vida con la Medalla Bellas Artes correspondientes a 2020, 2021 y 2022, que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a las y los protagonistas más destacados del tesoro más valioso del país, su cultura, hay material para escribir un libro.

Hacer una nota detallada de los currículums de cada una de estas personas sería un despropósito y no les haría justicia. Es conveniente sintetizar que las y los siete premiados este miércoles al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes son leyendas no solo en su campo, sino mentes que con su trabajo han fortalecido, enriquecido y ampliado la grandeza cultural de nuestro país desde la Arquitectura, el Patrimonio y las Bellas Artes.

El arquitecto y diseñador Óscar Hagerman Mosquera, reconocido por su trabajo siempre afincado en la labor social e impulsor del trabajo participativo cuando la arquitectura era una práctica excluyente, junto con el también edificador Alberto González Pozo, a quien debemos la formalización de la conservación de nuestros centros históricos y destacado por su obra religiosa, fueron los distinguidos en el campo de la Arquitectura.

En el campo de Patrimonio se reconoció al doctor Jorge Sánchez Cordero, especialista en legislación internacional que ha dedicado su vida ilustre a la defensa de los derechos culturales, así como a la arquitecta Valeria Prieto López, “una funcionaria ejemplar”, defensora del patrimonio arquitectónico, especialista y reivindicadora de la arquitectura vernácula.

Finalmente, la emblemática feminista Mónica Mayer, junto con una institución en la museografía, Miriam Kaiser, y el maestro rupturista Arnaldo Coen fueron laureados en el campo de las Artes Visuales.

En el campo de Artes Visuales

A Mónica Mayer le llovieron aplausos, gritos y más ovaciones con pataleos sobre la duela de la Sala Manuel M. Ponce, un reconocimiento al poder de su obra, una obra que abrió camino a la revolución feminista.

El curador e historiador de arte, Luis Rius Caso, encargado de presentar la categoría, la reconoció como pionera y protagonista de los movimientos feministas de los siglos XX y XXI. “Su trayectoria se distingue por haber sido preámbulo del boom de grupos de arte feminista en los 80 y por la influencia que tuvo sobre las artistas estadounidenses a quienes acercó las realidades del feminismo en otras regiones (…) siempre ha buscado cuestionar aquellos espacios y prácticas que aún hoy muchos consideran apolíticos, como son la sexualidad, la maternidad y las relaciones afectivas (…) Mónica Mayer es una referencia insoslayable en nuestra actualidad y en la memoria que registra su transformación”.

Destacaron las palabras de Mayer después de recibir la medalla: “el hecho de que una artista feminista esté aquí arriba es resultado del trabajo de muchas historiadoras, curadoras, funcionarias y otras mujeres que llevamos décadas tratando de visibilizar el trabajo de las artistas. Entonces, muchas gracias”.

Acerca de Miriam Kaiser, Luis Rius Caso declaró: “con su ejemplo y trayectoria, nos recuerda que si bien el arte lo hacen los artistas para orgullo de todos, el hecho de hacerlo visible y memorable es labor de múltiples agentes que componen un campo o un sistema artístico que tradicionalmente ha sido de primer orden en nuestro país y dentro del cual ella destaca muy particularmente”.

También resaltó lo dicho por Kaiser después de recibir la Medalla Bellas Artes: “este país, tan lleno de cultura, lleno de arte, no es tan apreciado como debería ser y no lo ha sido toda la vida. Recuerdo una frase de Javier Barros, que un día nos dijo: 'se acabó el dinero, que empiece la imaginación'. Esto fue en los años 80, es decir, siempre hemos vivido inventando, imaginando cómo se deben de hacer las cosas. El dinero fue y ha sido escaso. Por eso es un privilegio haber puesto un pequeño granito para este país que produce tanto arte”.

Al maestro Arnaldo Coen se le distinguió como “un integrante muy destacado de la Generación de la Ruptura (…) su poder innovador lo sitúan entre los rupturistas más propositivos y cercanos a una contemporaneidad que lo reconoce como referente activo (…) es de los artistas con mayor y mejor fortuna crítica al reunir plumas de Octavio Paz, Raquel Tibol, Carlos Monsiváis, Juan García Ponce, Salvador Elizondo, entre muchos más”.

A los defensores del patrimonio

Sobre el doctor Jorge Sánchez Cordero, el encargado de presentar la categoría, Xavier Cortés Rocha, reconoció: “el cuidado del patrimonio tiene diferentes facetas, diferentes caminos: hay quien lo crea, hay quien lo conserva, quien lo investiga, quien lo difunde y quien lo restaura, pero una de las facetas más importantes es su protección, la protección de las herramientas que protegen el patrimonio (…) y Sánchez Cordero es nuestro mayor especialista en legislación internacional de protección de bienes culturales”.

Y la directora general del INBAL, Lucina Jiménez, sumó que Sánchez Cordero “fue un artífice fundamental de la reforma constitucional que dio a México la posibilidad de considerar los derechos humanos como parte obligatoria en su dimensión cultural. Ese mandato después fue derivando hasta llegar a la creación de una Ley de Derechos Culturales”. Además, destacó, “ha sido una persona capaz de articular esfuerzos internacionales en el ámbito del derecho privado para fortalecer las herramientas de protección del patrimonio y para erradicar el tráfico ilegal de piezas de arte. Sin su aporte no podríamos tener las herramientas que tenemos en este momento. Muchísimas gracias, doctor”.

Acto seguido, el tan elogiado declaró:

“El pueblo mexicano hoy está de plácemes porque ahora la narrativa jurídica es revalorizada por el Estado, la narrativa jurídica que es tan importante en el diseño de la cultura y la protección y la salvaguarda del patrimonio cultural, tanto tangible, como intangible (…) los mexicanos tenemos que ser muy conscientes de la importancia en materia identitaria de nuestro patrimonio cultural. A eso he dedicado mi proyecto de vida. Con ese proyecto de vida he de morir. Pero he de morir siempre de pie y siempre defendiendo los valiosos intereses de este país”.

A quienes decidieron construir en comunidad

La intención de Óscar Hagerman, se destacó en el campo de Arquitectura, “siempre ha sido lograr diseños fácilmente apropiables y provenientes directamente de las necesidades de los usuarios. No pretende estetizar la pobreza sino que las características estéticas pertenezcan a un lugar”.

El arquitecto no está en el país, de manera que su hijo Lorenzo se encargó de recibir la distinción y leyó una carta escrita por el premiado. “La arquitectura es una profesión de servicio, no es una profesión elitista que solo puede hacerse a los que puedan pagar los honorarios (…) tenemos que hacer una arquitectura flexible, que el usuario pueda acomodar a su gusto y a su cultura (…) en las escuelas debemos enseñar a hacer proyectos de esta manera. No hacemos proyectos para lucirnos, debemos hacer arquitectura para los demás”.

De Valeria Prieto, Xavier Cortés Rocha destacó: “fue una persona que abrió camino en muchos sentidos. Fue una joven funcionaria cuando no había funcionarias mujeres. Ella abrió cancha y lo hizo en la Secretaría de Obras Públicas, que era reservada para los varones (…) era impresionante ver a gobernadores sentados en su antesala que le iban a pedir que les arreglara tales o cuales pueblos. Era una funcionaria ejemplar”.

La arquitecta Prieto tampoco pudo recibir el premio, puesto que padece de Alzheimer, declaró su hija Valeria, quien habló por la galardonada. “Mi madre, hasta que pudo, continuó brindando asesorías, siempre consciente de los principios que ella defendía a favor del patrimonio cultural. Desafortunadamente, desde hace tres años mi madre sufre de Alzheimer. Su memoria ha perdido varias décadas de su vida, pero sé que esta medalla la va a recibir con mucho gusto cuando se la entreguemos. En ese momento lo va a entender”.

  • Galardonados
  • Arquitectura
  • Óscar Hagerman (2020)
  • Alberto González Pozo (2022)
  • Patrimonio
  • Valeria Prieto López (2021)
  • Jorge Sánchez Cordero (2022)
  • Artes Visuales
  • Miriam Kaiser (2020) 
  • Mónica Mayer (2021) 
  • Arnaldo Coen (2022) 

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

kg

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