Evocan a Raúl Padilla en arranque de la FIL Guadalajara

Ausente físicamente, pero presente en la memoria y las palabras de quienes se encargaron de inaugurar la edición 37 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara), Raúl Padilla López, fundador de este encuentro editorial, fue evocado en la ceremonia inaugural el sábado en la Expo Guadalajara.

“Usted entregó su vida y su muerte por su alta responsabilidad con lo público, por la red universitaria, por la autonomía y la personalidad de esta universidad, por el festival de cine y, sin duda, por esta feria del libro (…) usted amó esta universidad como pocos y sé que lo que hoy espera de nosotros es que sigamos dándolo todo y corriendo cualquier riesgo por defender a nuestra casa de estudios”, leyó Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), durante el acto inaugural, en una carta dirigida al finado.

Por su parte, Marisol Schulz Manaut declaró: “con mucha tristeza tomamos esta estafeta, aunque nos haga falta su perfeccionismo, su visión, su calidez y su generosidad; su determinación y osadía. Raúl, donde quiera que estés, siéntete orgulloso de lo que estamos logrando hoy, porque es otro de tus triunfos, otra de tus alegrías”.

Como parte de este acto inaugural, la poeta Coral Bracho recibió el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023. “La poesía comparte la inaplazable necesidad de preguntarse cómo es posible que el género humano siga luchando con toda la violencia imaginable contra sí mismo (…) ¿Cómo es posible que la violencia se haya vuelto una expresión cotidiana en países como el nuestro, donde los homicidios son ya incontables?”.

La FIL Guadalajara 2023 tiene a la Unión Europea como Invitada de Honor y será aparador para la presentación de más de 650 escritores de 45 países y la presencia de editoriales de 49 naciones.

En total, se realizarán cerca de 3,000 actividades que se desarrollarán de manera simultánea, tanto en la Expo Guadalajara, como en otras sedes alternas. En el acto inaugural destacó la ausencia de representantes del gobierno federal.

El escritor nicaragüense y Premio Cervantes 2017, Sergio Ramírez, quien vive exiliado en España a causa de la persecución política dictada por el presidente Daniel Ortega –que en febrero del año pasado lo “despojó” de la nacionalidad–, fue una de las figuras presentes en el primer fin de semana de la FIL Guadalajara. El autor de Margarita, está linda la mar (1998) y Ya nadie llora por mí (2017), en conversación con el periodista David Marcial Pérez, analizó la disolución de la figura del intelectual latinoamericano como parte de la conversación pública en los países latinoamericanos.

“En el siglo XXI vemos una fragmentación de los proyectos políticos. Antes había una sola gran causa que defender, hoy hay una multitud de causas fragmentadas. Existe la causa ecologista, la causa feminista, la de los pueblos indígenas. Antes había programas políticos que englobaban todo esto y por lo tanto permitían al intelectual hacer una defensa de conjunto de estos principios”; y  añadió que esta fragmentación ha permitido la superficialidad del discurso público.

“Todo el mundo puede hablar y puede dar sus opiniones, pero cuando vamos a las redes no encontramos posiciones de toma de principios sino opiniones a favor o en contra, pero de manera muy superficial. Y esto ayuda también a la dispersión de las causas”.

Ramírez identificó a las redes sociales como factores de cooptación del libre pensamiento, por el temor al rechazo o la cancelación.

“Las redes sociales no expresan lo que la gente está pensando, sino lo que dicen unas personas organizadas para expresarse, y eso se puede tomar como una opinión generalizada. De ahí vienen los famosos bots y las granjas de opinión, donde se fabrican las opiniones para influenciar a la opinión pública, a los votantes, a la gente, en toma decisiones que van desde el desodorante que va a usar hasta el periódico que va a leer. Entonces, si uno aprende a pensar lejos de los parámetros de las redes sociales, piensa mejor”.

Respecto a Nicaragua, el autor estimó que “cuando uno ve cómo la represión se va multiplicando cada vez de manera más arbitraria, siempre veo en estas acciones actos de debilidad más que de fortaleza. Un régimen que se empeña en las peores arbitrariedades, lo que da son muestras de debilidad”.

Finalmente, señaló que para los gobiernos de México y Brasil, Centroamérica no es una prioridad, y ambos están más enfocados a las migraciones.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx