Lectura 6:00 min
FIL Oaxaca antepone las lenguas diversas y la migración
En Estados Unidos se habla poco o nada de la desaparición como proyecto político, señaló la escritora Valeria Luiselli al dictar la Cátedra Aura Estrada en la edición 43 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca.
“Que las lenguas maternas suenen y resuenen para que nunca más haya que esconderlas y que susciten más encuentros como éste. Abramos paso a la escucha para dialogar a través de la lectura”, declaró Vania Reséndiz Serna, directora general de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) en el acto de inauguración de su edición 43, en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca como sede principal, cuya feria se extenderá hasta el 22 de octubre.
La ceremonia inaugural se efectuó con la presencia destacada de las poetas Natalia Toledo, Irma Pineda, Enriqueta Lunez, Nadia López y Mikeas Sánchez, así como de Salomón Jara Cruz, gobernador de la entidad, y Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura federal, así como Guillermo Quijas Corzo, coordinador de Programación del encuentro editorial, entre otras y otros funcionarios locales.
Núñez Bespalova también dedicó parte de sus palabras a elogiar el trabajo de las poetas presentes:
“Más que ser grandes poetas en lenguas indígenas, yo diría que son grandes poetas porque alcanzan unos registros poéticos que recomiendo muchísimo. Afortunadamente, para quienes no dominamos las lenguas de origen de todas ellas, tenemos varios libros con las traducciones al español”, señaló y más adelante destacó:
“Oaxaca es una muestra exuberante de culturas, de desarrollos artísticos tan característicos como la gráfica. Oaxaca es también un estado de gente que asume el compromiso de difundir, promover y apoyar este macrocosmos artístico casi como un acto vital, porque en ello está la preservación de las tradiciones y expresiones culturales y también está la defensa de una identidad muy bien posicionada. Oaxaca realmente son muchas Oaxacas”.
Finalmente, la funcionaria federal señaló que la FILO “ya debe ocupar los primeros lugares nacionales atendiendo, sobre todo, a su gente (…) estas ferias toman la calles, acercan los libros a los lectores como pocos espacios lo hacen y, como un reto siempre presente, buscan nuevos ojos, nuevos cuerpos que imaginen, porque en ésos que aún no son cuerpos lectores, está realmente el futuro del libro”.
Valeria Luiselli en defensa de las personas migrantes
Este lunes, en el contexto de la FILO, se llevó a cabo la entrega del octavo Premio Internacional de Literatura Aura Estrada, otorgado de manera bianual a una destacada autora joven. Esta versión del galardón se entregó a la escritora chihuahuense Aniela Rodríguez Zapata.
De manera previa, la premiada escritora Valeria Luiselli dictó la Cátedra Aura Estrada de la edición, bajo el título “A veces y a través, notas sobre la escritura en tiempos de vigilancia”, un ensayo sobre los niños y jóvenes migrantes en situación extrema de vulnerabilidad en Estados Unidos durante las últimas administraciones. El ensayo en cuestión, mencionó, es parte del trabajo que encabeza sobre una serie de talleres de escritura en un centro de detención para mujeres menores migrantes indocumentadas en aquel país.
“Sabemos que en México hay cientos de miles de personas desaparecidas; cientos de miles de migrantes recientes desaparecidos también, pero en Estados Unidos se habla poco o nada de la desaparición como proyecto político, y lo es. Si bien ahí tiene un perfil más sanitizado, burocrático, legal, Estados Unidos, hasta donde sabemos, no es, como en nuestro país, un archipiélago de fosas comunes y bodegas de secuestro, pero sí es un territorio donde se han multiplicado, mucho más en los últimos años, los centros de detención donde se desaparece a los migrantes indocumentados (…) en Estados Unidos se desaparece a la gente en los centros de detención”, sentenció.
La autora de libros como “Los ingrávidos” (2011), “La historia de mis dientes” (2013) y “Desierto sonoro” (2019), entre otros, además nominada el Premio Booker Internacional, señaló que en EU, “cuando detienen a un migrante, lo detienen bajo sospecha de ser deportable, lo cual es tan ridículo como decir que alguien está siendo castigado bajo la sospecha de ser castigable. Bajo tal sospecha se mete a la persona en un centro de detención hasta que esta persona pueda demostrar que es no culpable. Esto es, hasta que un juez determine que esta persona puede obtener estatus de no refugiada, pero esa decisión puede tomar meses o años, y en el entretiempo muchas personas permanecen detenidas, encarceladas (…) hoy en día, casi el 80% de los migrantes indocumentados encarcelados se encuentra en un centro de detención privado, es decir, están encarcelados por una empresa que gana dinero con cada cuerpo que retiene”.
El sistema penitenciario para migrantes indocumentados, dijo, va a seguir creciendo a menos de que deje de ser lucrativo. “Lo que no se dice es que indocumentar es también un proceso de despojo. La indocumentada es la persona a quien se trata de despojar de papeles, de un lenguaje y una narrativa. Una persona indocumentada no lo es en un sentido existencial. Una persona es indocumentada tras ser indocumentada por otro, sistemático, deliberado. No me cabe duda que de entre el más de millón de migrantes indocumentados que han llegado a Estados Unidos desde 2014, el año en que se declaró la crisis, hay futuros adultos que escribirán sobre estos años oscuros, habrá novelistas, habrá comediantes, músicos, tiktokeros, poetas. En todas las diásporas los hay. Pero, ¿cómo asegurarse de que esa generación tenga acceso a las mejores condiciones posibles, internas y externas, para contar eventualmente su versión de la historia?”, cuestionó.
“Por las que un día quisieron soñar a ser libres”
Finalmente, en la sesión de este lunes, Aniela Rodríguez recibió el Premio Internacional de Literatura Aura Estrada por “cómo revela nuevas e inesperadas formas en las que se entrelaza la violencia y la ternura en nuestro contexto de guerra en México”, según leyó Gabriela Jauregui, fundadora y presidenta del jurado.
La autora ganadora dijo: “se escribe por la fantasía de romperlo todo, de quebrar lo que parece, de entrada, irrompible, y luego rearmar cada universo pedazo a pedazo. Astilla tras astilla, rearmamos el retrato de algo que no existe ni podrá existir nunca, esperando la luz que lo rescate del olvido. Escribir requiere de disciplina, pero también necedad y sobre todas las cosas es insurrección que sólo está en la página en blanco”.
Finalmente, la autora evocó a las mujeres de su familia. “Soy la suma de las mujeres que me precedieron, escribo por ellas, por las que vendrán después de mí y por las que un día quisieron soñar a ser libres”.
Conoce el programa completo de la FIL Oaxaca 2023: https://www.filoaxaca.com/