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Gisèle caminó el siglo XX
La exposición del MAM es un laberinto del siglo pasado; un laberinto que en su centro tiene alma mexicana.
Gisèle Freund es una puerta. Freund (Alemania, 1908 - Francia, 2000) es una fotógrafa histórica, alguien que documentó su tiempo, con sus grandes personajes, con la mirada peculiar de quien es un testigo privilegiado.
Gisèle es una puerta, un salvoconducto para conocer la historia de la fotografía. No sólo fue ejecutante del arte de la lente, también fue una aguda historiadora y una socióloga que estudió el crecimiento de la fotografía en el siglo XX. Su libro La fotografía como documento social es en sí mismo, y siendo reiterativa, un documento fundamental para entender el advenimiento de la era de los medios audiovisuales.
Como muchos de los creadores de su época, especialmente los de tendencias rojas, Freund tuvo una relación cercana con México, tuvo varias estancias en nuestro país y retrató la vida de la clase intelectual de los años 40 y 50.
En el Museo de Arte Moderno (MAM) se presenta la exposición Gisèle Freund y su cámara, un recorrido completo por la obra fotográfica de la francesa (Freund, de origen judío y de militancia comunista, dejó Alemania con la llegada de Hitler y se naturalizó francesa), un recorrido que abarca décadas de trabajo.
La exposición está dividida en ocho núcleos, pero todos se recorren sin sentirlos. En cada uno hay fotos cándidas de la vida cotidiana en diferentes ámbitos, hay placas cargadas de sentimiento político, pero lo que más llama la atención son las fotos de grandes personajes del mundo del arte y de las ideas: gente como Jean Cocteau, Victoria Ocampo (Freund fue colaboradora de Sur, la influyente revista literaria de Ocampo), Frida Kahlo y Virginia Woolf, entre muchos otros.
Freund no fue sólo una fotógrafa de pura exploración estética, fue, sobre todo, fotoperiodista. Trabajó un tiempo en la legendaria agencia Magnum, como Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, de la que salió por discordancias ideológicas y creativas. Pronto se convirtió en fotógrafa viajera y así, en 1948, llegó a México.
Las secciones mexicanas de la exposición del MAM son de lo más completas y apasionantes. La fotógrafa se mantuvo intrigada por este país: por su pasado prehispánico, por la vida en las ciudades y por la creciente actividad política e intelectual mexicana, en un tiempo en el que México fue refugio para muchos pensadores que huían de la guerra en Europa y sus consecuencias inmediatas.
Así, Freund trabajó como articulista y fotógrafa para medios mexicanos, como el diario Novedades, y se integró bien, conociendo a Frida y Diego de manera cercanísima. Sus fotos de la pareja no tienen precio.
Gisèle Freund y su cámara es fascinante. Puedo imaginar a jóvenes fotógrafos descubriendo a Freund y sintiéndose muy inspirados. Después de todo, Freund vivió una época de ideales y también de utopías que se tornaron amargas. Algo hay allí, algo fantasmal y sagrado, en esas fotos, en esa vida.
Gisèle Freund y ?su cámara
Museo de Arte Moderno
Reforma y Gandhi, Chapultepec
Martes a domingo, ?de 10 de la mañana a 5 de la tarde.
Hasta el 2 de agosto
Entrada: $28