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Eclipse solar total servirá de base para nuevas investigaciones
La NASA está financiando tres proyectos de medición y recolección de datos durante el eclipse. Los equipos de investigación usarán los tres jets WB-57 para llevar sus instrumentos de monitoreo a más de 15 kilómetros de altura.
Los eclipses son una oportunidad única para el progreso científico, por ejemplo con ellos se pudo comprobar la teoría de la Relatividad de Albert Einstein, también se identificó por primera vez el helio, se han detectado también explosiones solares y se ha investigado la estructura de la ionosfera terrestre, entre muchas otras cosas.
Esta vez no será la excepción. La NASA señala que, a diferencia de lo que ocurre al nivel del suelo, los efectos de la “falsa noche” se amplifican 100 veces en la capa conductora de electricidad de nuestra atmósfera y esto permitirá diversos estudios.
Seguir el eclipse en tiempo real
La NASA está financiando tres proyectos de medición y recolección de datos durante el eclipse. Los equipos de investigación usarán los tres jets WB-57 para llevar sus instrumentos de monitoreo a más de 15 kilómetros de altura. Dos de estas iniciativas capturarán imágenes de la corona solar y una tercera evaluará la ionósfera, la capa superior de la atmósfera terrestre que posee carga eléctrica.
Se aprovechará para hacer estudios de la composición de la corona del Sol, de la cromósfera y sobre todo estudiar una serie de fenómenos que los investigadores llaman de la actividad solar. El enigma de su composición y temperatura podría resolverse en esta ocasión.
“Esta información ayudará a los científicos a comprender mejor la estructura y la temperatura de la corona, los efectos del Sol en la atmósfera de la Tierra e incluso ayudará en la búsqueda de asteroides que pudieran orbitar cerca de la estrella”, dice la agencia espacial.
Los WB-57 de la NASA alcanzan altitudes mucho mayores a las de los aviones comerciales. Esto permite que las herramientas de registro tomen imágenes más nítidas y capten longitudes de onda que no llegan al suelo, como la luz infrarroja. Viajan a 740 kilómetros por hora. Con esta capacidad, pueden extender el tiempo que pasan a la sombra de la Luna durante el eclipse. “Aunque el evento no durará más de cuatro minutos y medio en cualquier punto en tierra, los aviones verán un eclipse que durará alrededor de un 25% más (6 minutos y 22 segundos)”.
En búsqueda de asteroides
Otro grupo de astrónomos del Instituto de Investigaciones del Sudoeste en Boulder, California pretenden analizar las estructuras en la corona media e inferior. dirigidos por Amir Caspi y con una cámara de alta resolución y velocidad harán mediciones de longitudes de onda, desde el infrarrojo hasta la luz visible. El trabajo también facilitará el estudio del anillo de polvo que rodea el Sol en búsqueda de asteroides.
“No hay muchos datos del Sol en algunas de las longitudes de onda que estudiaremos. No sabemos lo que encontraremos, por lo que es muy emocionante hacer estas mediciones”, dice Caspi.
La sombra lunar y sus efectos en la ionosfera
Por otro lado, el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins pondrá a bordo de los WB-57 de la NASA una ionosonda, radar que envía señales de radio de alta frecuencia de los ecos que producen los iones activados por la radiación cuando rebotan en la ionosfera. La idea es medir los efectos de la sombra de la Luna en esta capa de la atmósfera terrestre.
Bharat Kunduri, líder del proyecto, afirma que “el eclipse básicamente sirve como un experimento controlado. Nos da la oportunidad de comprender cómo los cambios en la radiación solar pueden afectar a la ionosfera, lo cual a su vez puede interferir en algunas tecnologías de uso cotidiano”.
El estudio de las serpentinas
por último, el Airborne Coronal Emission Surveyor (ACES) es un nuevo instrumento que utilizará la plataforma aérea estabilizada para explorar el espectro de radiación infrarroja coronal a gran escala durante el eclipse solar total de 2024.
El equipo que operará la herramienta volará en un jet Gulfstream V a una altitud superior a los 13 kilómetros para medir la luz infrarroja emitida por una serpentina (estructura solar) especialmente larga pronosticada por Predictive Science, empresa de investigación y desarrollo de productos científicos. La misión es determinar la fuerza de los campos magnéticos en la parte de la corona donde aparece. También examinarán la composición de los iones a lo largo de varios segmentos de la estructura solar.
Investigación mexicana
La Universidad Nacional Autónoma de México estudiará la atmósfera durante el eclipse. Gracias al Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE) y la participación de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Ellos medirán cómo la repentina reducción de radiación solar modifica la alta atmósfera de la Tierra, que incluye, a su vez, a la ionósfera. Sus mediciones ayudarán a entender mejor el clima espacial para atenuar problemas serios en herramientas y dispositivos cruciales dentro y fuera del planeta.
Se instalarán equipos en Nuevo León, en el observatorio que está en una montaña, y en Sinaloa, con la intención de hacer mediciones. Otros científicos trabajarán desde otras ciudades manejando instrumentos que funcionan vía remota.
En el camino del eclipse el grupo científico usará estaciones ionosféricas. Con su ayuda, harán rebotar señales de radio contra la atmósfera, como si fuera un espejo. Van a comparar las propiedades de la señal enviada con la que detecten de vuelta y sacarán sus conclusiones.
Además, emplearán receptores de sistemas satelitales para la navegación global (GNSS, por sus siglas en inglés) para recibir señales que atraviesan el espesor atmosférico y se ven afectadas por cambios en la atmósfera.
Además, por la noche, operarán una cámara óptica desde Michoacán, que tiene una amplia cobertura en el país y alcanza a cubrir el camino del eclipse. Se trata de un instrumento que solo hace mediciones nocturnas. La intención es ver si durante la noche, tras el eclipse, persiste algo distinto a los parámetros atmosféricos normales.
Por último, la UNAM pretender reunir las mejores fotografías que documentarán el fenómeno. El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través del Departamento de Ciencias Espaciales invitó a la población a participar en el Concurso de Fotografía Gran Eclipse Mexicano 2024. La casa de estudios pretende reunir las mejores imágenes del fenómeno astronómico.
El registro y la plataforma para enviar los materiales estarán disponibles del 9 de abril al 9 de mayo y todos los contenidos recibidos serán expuestos en la galería de la página web del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Para conocer más sobre los proyectos se puede consultar:
Para conocer las bases del concurso de fotografía: