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Arte e Ideas

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La barca de Timoteo desembarca en Venecia

La escultura del mexicano Rodrigo de la Sierra se presenta en la bienal de arte contemporáneo del Centro Cultural Europeo, Personal Structures – Reflections, en los jardines de la Marinaressa.

Este fin de semana arrancó la 59ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, donde por primera vez México está representado por un colectivo artístico, cuya propuesta, Hasta que los cantos broten, se despliega en el Antiguo Complejo del Arsenal de Venecia.

En paralelo, un mexicano algo extraviado en las aguas turbulentas de un mar pospandémico dirige su barca hacia el puerto veneciano para llevar una reflexión sobre la migración en el mundo.

La metáfora alude a Rodrigo de la Sierra, único artista connacional que se presenta estos días en la sexta edición de la Bienal de Arte Contemporáneo del Centro Cultural Europeo, quien a través de su alter ego Timoteo, montado en la barca “Horizonte”, desembarca en Venecia para formar parte de la exposición Personal Structures – Reflections, que se exhibe los jardines de la Marinaressa.

“Horizonte” (2017), una escultura de bronce de casi cinco metros de largo, 2 m de ancho y 2.5 m de altura, representa una embarcación que lucha para no hundirse; un grupo de Timos desesperados, por un lado, y por otro, un Timo solitario mirando hacia el horizonte. La obra fue creada durante los primeros días en los que nos enterábamos de los barcos que transportaban refugiados desesperados a través del Mediterráneo, en su intento por alcanzar Europa.

“Mi proceso de creación busca mantener la síntesis y sencillez en la obra escultórica. El poder de observación revela los clichés de la sociedad contemporánea. Al verlos a través de un filtro de ironía y sarcasmo, pero que a su vez sea humanitario y esperanzador, da como resultado Timoteo”, dice Rodrigo de la Sierra.

La exhibición de la pieza, que forma parte del acervo de El Economista, representa para el artista “el más grande honor”, y su discurso “resulta muy ad hoc en este momento para hablar de una problemática global que estamos sufriendo: la migración”, comparte el escultor en una videollamada desde el otro del océano.

“No se trata de una migración voluntaria, sino de la migración forzada, cooptada, de quienes tienen que dejar su tierra en medio de la adversidad para buscar una vida mejor. Sin nombrarlo, Timoteo habla de la migración de México a Estados Unidos, de Centroamérica a México, de Ucrania a Polonia; hoy Timoteo representa a todos, a todas las clases sociales, y señala la carencia humanitaria que estamos viviendo, y también señala un horizonte de esperanza”, añade.

La escultura se exhibirá en Venecia hasta al 27 de noviembre de 2022, pero no volverá inmediatamente a México, ya que se convertirá en una pieza itinerante. Rodrigo de la Sierra comparte que el artista italiano Matteo Basile le ha solicitado que parte de su obra inicie un recorrido por otras ciudades de la península, comenzando por Roma, y luego emprender una travesía por China.

El mensaje de esperanza de Timoteo es universal. Representa la resiliencia y la capacidad del ser humano de separarse de las adversidades y mirar hacia el horizonte en estos tiempos difíciles”. 

Rodrigo de la Sierra, arquitecto y escultor.

francisco.deanda@eleconomista.mx

Editor de Arte, Ideas y Gente en El Economista. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Filosofía Social, por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Especialista en temas de arqueología, antropología, patrimonio cultural, religiones y responsabilidad social. Colaboró anteriormente en Público-Milenio, Radio Universidad de Guadalajara y Radio Metrópoli, en Guadalajara.

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