Buscar
Arte e Ideas

Lectura 6:00 min

La ciencia en México pierde apoyo federal

Despidos, recortes de presupuesto y cancelación de proyectos preocupan a expertos.

La suspensión de programas en la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) por falta de financiamiento supone graves problemas para la ciencia en México.

El Dr. José Franco, expresidente de la AMC, explicó la dimensión de esta decisión: “La academia, es una institución muy vigorosa. Probablemente el trabajo que está haciendo no se note por la poca importancia que los gobiernos federales le han dado a la ciencia, pero si se le diera un poco más de auge, este país tendría una perspectiva totalmente diferente”.

Dijo que a diferencia de otros grupos, éste no es un organismo gremial, porque es cromático, reúne la labor de todas las áreas del conocimiento, con un grupo de personas que colaboran en todos los lugares donde se hace investigación en México. También se integra por investigadores de otros países que han colaborado con México y su desarrollo de la ciencia.

“Se trata del talento más relevante que tiene nuestro país, pero además la academia genera toda una serie de actividades, donde participan, además de los miembros, instituciones de muy diferentes ámbitos”, agregó.

La AMC tiene 12 programas, muchos de ellos enfocados a niños y jóvenes, como Computación para Niños; el Verano de la Investigación Científica, donde jóvenes de diferentes universidades de todo el país trabajan con investigadores de diversas áreas; la Noche de las Estrellas, que es un evento masivo dedicado a que la gente disfrute, conozca y viva la ciencia; además organiza las olimpiadas de Química, Biología e Historia, mismas que han traído muchas más medallas internacionales que las olimpiadas deportivas. También se hace el programa para profesores, Ciencia en tu Escuela.

Por otro lado, también se generan premios de investigación, como el Nacional Juvenil del Agua, y becas para mujeres en la ciencia y para áreas de ciencias y humanidades.

Dado el prestigio de sus investigadores, la AMC tiene relaciones fuertes e importantes con las academias de todo el mundo, como la Fundación Lindau, organizadora de los premios Nobel, y participa en la discusión de los grupos del G8+5 en las estrategias de ciencia y tecnología. También es miembro de la Red Global de Academias y anfitriona de la Red Interamericana de Ciencias.

“Todos estos programas y acciones cuestan bastante dinero. Históricamente, en los últimos años el presupuesto anual que se ha recibido de Conacyt es de 50 millones de pesos. Esto, junto con los donativos adicionales de 25 millones, es con lo que la AMC logra sobrevivir. En este momento, lo que le han dicho a la academia es que la convocatoria para dar el financiamiento saldrá por ahí de marzo y el financiamiento vendrá a partir de junio o julio, congelando las acciones de por lo menos medio año”, expresó.

Franco agregó que el problema grande está en la dependencia que hay con Conacyt. Desde su punto de vista, lo que debiera ser adecuado es que la SEP se encargue del financiamiento, ya que el grueso de los programas responden al desarrollo académico de México. Otra posibilidad es una asignación directa por parte de la Cámara de Diputados.

“Este no es un proyecto personal, es de nación y pensado para el futuro de México. No debe verse por la buena voluntad de algún burócrata, sino que debe estar enraizado en las prioridades de desarrollo de este país”, enfatizó.

Sostuvo que la austeridad debe entenderse de manera ética, ajustando salarios de funcionarios con los sueldos más altos, pues aplicar la austeridad de manera indiscriminada a servidores menores, incluso poniéndolos en la calle, es una forma poco ética de entender la austeridad, llegando a la ilegalidad. Concluyó que “la ciencia no ha recibido el trato prometido por el señor presidente”.

Proyectos científicos en riesgo

Los recortes presupuestales también han pegado fuertemente a los 27 centros públicos de investigación Conacyt. Estos espacios representan una de las principales fuentes científicas del país y a la vez han logrado la descentralización. Un ejemplo es el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, que el más grande de todo el sistema, donde a inicios del año la indicación fue “hacer más con menos”.

Hasta hoy, 90 empleados han sido despedidos, incluyendo investigadores. Ante la instrucción de no otorgar más plazas presupuestales ni de honorarios, estudiantes egresados del ramo de la ciencia y tecnología no tendrán un lugar para trabajar por lo menos en el 2019. Tampoco habrá compras o contratación de tecnologías de la información y comunicación, lo cual es imprescindible para un centro como éste, el cual es referente de la investigación oceanográfica y costera del Pacífico mexicano, además de la biotecnología y ecología marina, acuicultura e innovación biomédica. Para este año su presupuesto autorizado es por 495 millones 235,000 pesos.

Los centros Conacyt podrían tener sus días contados si no se atienden estos problemas presupuestales. Pero no sólo eso, a partir del 1 de febrero, la Agencia Informativa Conacyt desaparece. Se trataba del sistema de divulgación de la información científica bajo la dirección de la Unidad Técnica de Proyectos, Comunicación e Informática Estratégica del Conacyt, misma que incluso en el 2018 ganó el Premio de Periodismo sobre Innovación Científica y Tecnológica. A partir de mañana, alrededor de 45 empleados, entre corresponsales, reporteros de radio, televisión y web, además de personal técnico, quedarán sin empleo.

A esta lista se agregan becarios en el extranjero, quienes han denunciado que las universidades no han recibido los respectivos pagos por parte de Conacyt, lo que pone en riesgo su estancia. Sobre ello, el Conacyt ha respondido a este medio que “debido al cambio de gobierno y a la reestructuración al interior del Conacyt, los procedimientos administrativos que requieren firmas y autorizaciones están en proceso de formalización. Estamos conscientes de la urgencia de muchos de los casos de nuestras becarias y becarios, por lo que estamos poniéndonos en contacto con las universidades en el extranjero para actualizar la información y facturación, con el fin de realizar estos pagos a la brevedad, además de sensibilizarlos sobre los tiempos de transición de gobierno, para que puedan tener consideraciones con los becarios mientras se liberan los pagos”.

nelly.toche@eleconomista.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas