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La cura de las enfermedades genéticas, cada vez más cerca

Hay dos nuevos logros en materia de genética, el REPAIR, que edita el ARN, y el CRISPR-Cas9.

Feng Zhang - FILE - In this Dec. 1, 2015 file photo, Feng Zhang of the Broad Institute of MIT participates in a panel discussion at the National Academy of Sciences international summit on the safety and ethics of human gene editing, in Washington. Scientists are altering a powerful gene-editing technology in hopes of one day fighting diseases without making permanent changes to peopleCopyright 2017 The Associated Press. All rights reserved., AP, Copyright 2000 Adobe Systems Incorporated

El sistema de “corta y pega”, la técnica de edición genética denominada CRISPR, ha generado una revolución para buscar curas en enfermedades genéticas.

Hoy se sabe de dos nuevos logros, el primero llamado REPAIR, que edita ARN en lugar de ADN y es capaz de tratar patologías sin modificar permanentemente el genoma. El segundo trabajo muestra el papel de CRISPR-Cas9 para editar mutaciones sin errores.

El primero de los métodos, publicado en Science, puede alterar la expresión genética sin realizar cambios en el genoma, lo que supone un gran potencial tanto para la investigación como para el tratamiento de enfermedades. Por un lado, es capaz de corregir mutaciones en diferentes ventanas de tiempo, incluso durante los períodos de desarrollo clave; y por otro, aliviaría los dilemas éticos asociados con la edición del ADN.

Para diseñarlo, los científicos del Instituto Broad —perteneciente al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en EU— caracterizaron subfamilias inéditas de la proteína Cas y descubrieron una versión activa de Cas13 (a diferencia de Cas9, las proteínas Cas13 cortan el ARN). Tras fusionarla con la proteína ADAR, llegaron al nuevo sistema de CRISPR al que llamaron REPAIR (RNA Editing for Programmable A to I Replacement).

El equipo, liderado por Feng Zhang, fue el primero que utilizó CRISPR para la edición del genoma de mamíferos y el que ganó la batalla por la patente de la técnica.

“La capacidad de corregir las mutaciones que causan enfermedades es uno de los principales objetivos de la edición del genoma”, explica Zhang. “Esta nueva capacidad para editar ARN aumenta las oportunidades para recuperar la función de proteínas perdidas y tratar muchos trastornos, en casi cualquier tipo de célula”.

Incluso hay una versión mejorada, REPAIRv2, que logró editar bases de ARN específicas con una eficiencia que iba desde 20 a 40%, o incluso superior en algunos casos.

Para demostrar su potencial terapéutico, el equipo sintetizó las mutaciones que son causantes de la anemia de Fanconi y la diabetes insípida nefrógena, las introdujo en las células humanas y corrigió con éxito estas mutaciones en el ARN.

Con el objetivo de impulsar aún más ese efecto curativo, planean mejorar la eficiencia de REPAIRv2 e introducirlo en tejidos específicos de modelos animales. El avance puede abrir una vía completamente nueva tanto en investigación como en clínica.

Los grupos pondrán a disposición esta tecnología a través de la página del laboratorio de Zhang.

Mutaciones base a base sin errores

Por otro lado, el estudio publicado en Nature muestra una nueva clase de ‘editores de bases’. Una herramienta complementaria de doble hélice de ADN está compuesta por cuatro bases químicas: adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T), dispuestas de modo que C se empareje con G y A con T. Los nuevos editores son proteínas programables que reordenan los átomos de una base para que se transforme en otra diferente de manera selectiva y eficiente, sin causar daños en el ADN. Y lo consigue en células vivas.

Los autores, también del Instituto Broad y de la Universidad de Harvard, sostienen que este avance podría usarse para corregir mutaciones de una sola base que causan enfermedades genéticas o para introducir mutaciones de base única que supriman la patología.

Con la nueva clase de editores de base de adenina (ABE), el nuevo sistema ofrece la posibilidad de revertir muchas de las mutaciones causantes de enfermedades.

Los ABE trabajan en el ADN tanto en células bacterianas como humanas. En las células humanas pueden introducir el cambio genético deseado en una amplia gama de regiones diana con una eficacia de 50%, más alta que la de otros métodos de edición del genoma, y a priori sin subproductos no deseados.

Estos avances parecen prometedores; sin embargo, los expertos son cautelosos y aseguran que la genética llegará a la clínica cuando se consiga controlar los aspectos no deseados de la edición y los procesos. (Con información de la agencia Sinc)

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