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La cura para ?el VIH, elusiva
La descubridora del causante del SIDA considera que es posible erradicar esta enfermedad por completo.
En julio pasado, durante la 64 Lindau Nobel Laureate Meeting sobre Fisiología o Medicina, una de las conferencias más esperadas fue la de Françoise Barré-Sinoussi. El título de la conferencia contenía una esperanza: En ruta para una cura contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) .
En su presentación, Barré-Sinoussi habló del enorme progreso logrado tanto en la prevención como el tratamiento de la infección por VIH. Gracias a los retrovirales disponibles, la infección por VIH ha dejado de ser una sentencia de muerte para convertirse en una condición crónica. Sin embargo, los tratamientos antirretrovirales no curan la enfermedad, es decir, no eliminan por completo al virus.
De esta forma, aunque decenas de millones de personas que viven con VIH en países con escasos recursos tienen ya acceso a los tratamientos. Mantener esas terapias de por vida es un gran reto tanto para los pacientes como para las economías por su elevado costo.
Para Barré-Sinoussi es necesario desarrollar nuevas estrategias terapéuticas que curen la infección por VIH o que al menos induzcan un estado de remisión sostenido de forma tal que los pacientes no necesiten tomar más medicamentos. Barré-Sinoussi está convencida de que encontrar una cura contra el VIH es posible.
Sin embargo, en las semanas posteriores a la reunión en Lindau, nuevos descubrimientos han cambiando el panorama general sobre una posible cura para el VIH.
Una luchadora incansable ?y solitaria
A principios de los 80, la epidemia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) avanzaba sin dar tregua. Algo estaba destruyendo el sistema inmune de jóvenes hasta entonces sanos y no había nada que se pudiera hacer para detener el avance de la enfermedad.
En 1983, Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, del Instituto Pasteur en París, finalmente identificaron la causa: un retrovirus que sería llamado Virus de la Inmunodeficiencia humana o VIH. En los meses siguientes secuenciaron el genoma del virus, desarrollaron una prueba de sangre para diagnosticarlo y acumularon evidencia sobre su relación con el SIDA.
Por su descubrimiento, ambos recibieron en el 2008 el Premio Nobel de Medicina o Fisiología.
Barré-Sinoussi se encontraba en Cambodia cuando recibió la noticia. Llevaba casi un cuarto de siglo luchando incansablemente contra la enfermedad: desde el laboratorio buscando una cura y desde el activismo político trabajando para generar conciencia sobre la enfermedad y establecer políticas públicas para el tratamiento oportuno y la prevención.
El VIH cambió mi vida , dijo la científica a periodistas que asistimos a Lindau. Los inicios de la epidemia fueron especialmente duros pues vio a mucha gente morir.
Hija única, comparte que no tiene familia cercana. Su esposo no pudo estar a su lado cuando recibió el Premio Nobel, murió unos meses antes. Cuenta que sólo duerme cuatro horas y que el trabajo es mucho. Su semblante refleja esa soledad.
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre? se le preguntó.
No tengo tiempo para nada responde.
Lo que mueve a Barré-Sinoussi es su cruzada personal contra el VIH.
Los cocteles no alcanzan
Las terapias que combinan potentes antirretrovirales (llamadas cocteles) para tratar a los infectados con VIH reducen los niveles del virus tanto que éste se vuelve indetectable en la sangre con métodos regulares. A estas personas se les considera que están en un estado de supresión .
Pero el virus sigue ahí, en estado latente, escondido en un grupo pequeño de células llamadas células reservorias que guardan el ADN viral en sus cromosomas. Cuando las personas que se encuentran en estado de supresión dejan de tomar sus fármacos, el virus usualmente regresa alcanzando altos niveles en tan sólo unas semanas.
En marzo del 2013 se anunció al mundo que una niña, que sería conocida como la niña de Misisipi, había sido curada de VIH.
La niña fue infectada por su madre durante el embarazo o al nacer. Los médicos le dieron un agresivo tratamiento antiviral antes de que cumpliera los dos días de edad con la esperanza de que el número de células reservorias en su cuerpo fuera tan pequeño que eventualmente podrían ser eliminadas mientras continuaba el tratamiento antiviral.
La noticia de su curación puso a discusión si un pronto y agresivo tratamiento podría revertir la infección en recién nacidos y quizá también en adultos recién infectados.
Pero el 10 de julio pasado -menos de una semana después de la conferencia de Barré-Sinoussi en Lindau se dio a conocer que la niña mostraba nuevamente signos de infección.
Fue como un golpe bajo , dijo Hannah B. Gay, la pediatra que trató a la niña. Ahora, uno de los enigmas a resolver es dónde se escondió el virus los 27 meses que la niña de Misisipi estuvo en remisión.
Segundo revés
El siguiente golpe en la esperanza de curar el VIH se dio el 21 de julio desde Boston. Dos pacientes con VIH que parecían haber logrado una remisión luego de un trasplante de médula ósea, experimentaron una reaparición del virus al dejar de recibir la terapia antiviral.
Los pacientes de Boston estaban en tratamiento con antirretrovirales cuando desarrollaron un tipo de cáncer de sangre llamado linfoma de Hodgkin. Para tratarlos se decidió someterlos a un trasplante de médula ósea.
Los pacientes eran especiales porque nacieron con una rara mutación en uno de los dos genes que codifican para la proteína CCR5, lo que les confiere cierta resistencia al virus.
Dado que al preparar a los pacientes para recibir trasplantes de médula ósea es necesario destruir las células del sistema inmune, los investigadores supusieron que el procedimiento podría ayudar a eliminar muchas de las células infectadas con el VIH, incluyendo a las reservorias. Las células remanentes podrían ser destruidas con antirretrovirales.
Unos años después de recibir los trasplantes, los pacientes de Boston eligieron dejar de tomar su tratamiento antiviral. Por algunos meses las pruebas para detectar el virus resultaron negativas. Sin embargo, eventualmente, ambos volvieron a dar positivo para el virus, por lo que debieron retomar el tratamiento.
A pesar de ello, Barré-Sinoussi considera que existe evidencia para seguir siendo optimista.
Siempre optimista ?y la prueba de concepto
Sobre los reveses de la niña de Misisipi y en los pacientes de Boston, Barré-Sinoussi publicó un artículo a finales de julio en The Guardian: Lo más esperanzador es el tiempo que el virus se mantuvo en remisión, significativamente más largo de lo que hemos presenciado antes . Aun así, queda claro que pequeñas cantidades del virus persistieron en estos pacientes y que no pudieron ser detectados con los métodos disponibles actualmente.
Hemos aprendido ahora que el virus puede estar bajo control por mucho tiempo , dijo Sharon Lewin, una investigadora del Burnet Institute en Australia a Science en agosto. Pero la remisión prolongada es sólo un objetivo a corto plazo. Yo creo que una cura tiene que ser nuestro objetivo aspiracional .
Barré-Sinoussi lo tiene claro, siempre supimos que encontrar la cura para el VIH no sería fácil, debemos redoblar esfuerzos .
Una prueba de concepto es un análisis que busca demostrar la factibilidad de una idea. Y para Barré-Sinoussi, Timothy Brown es la prueba de concepto de que una cura para el VIH es posible.
Timothy Ray Brown, conocido también como el paciente de Berlín, es la única persona que se considera curada de la infección por VIH, al dejar de tomar fármacos antivirales en febrero del 2007 y que ha permanecido libre del virus hasta ahora.
El caso de Brown es extremadamente inusual. Enfermó de leucemia y, como parte del tratamiento, su sistema inmune fue completamente destruido en dos ocasiones, con el fin de que pudiera recibir dos trasplantes de médula. El punto crucial de esa historia es que ambos trasplantes provinieron de un donador único cuyas células eran resistentes al VIH.
Para Barré-Sinoussi, la clave para una posible cura está en estudiar a aquellas personas con inmunidad natural a la infección por el virus o con resistencia a la aparición de la enfermedad. Espera que estos casos den la pista sobre cómo diseñar una vacuna o una cura.
Además del paciente de Berlin, tenemos a la cohorte de Visconti , explica Barré-Sinoussi para apoyar su férrea convicción. Se trata de un grupo en Francia de 14 personas positivas al virus de VIH que recibieron tratamiento con fármacos antirretrovirales muy temprano en la infección, algo inusual. Luego de tres años, de mutuo acuerdo con sus médicos, decidieron suspender el tratamiento y, tras 10 años, continúan manteniendo al virus bajo control en niveles extraordinariamente bajos. Eso los convierte en lo que los investigadores llaman controladores élite , un grupo muy raro de pacientes que a pesar de ser VIH positivos no desarrollan SIDA.
De hecho, uno de los estudios más recientes del grupo de Barré-Sinoussi sigue a un grupo de controladores élite, y la mayoría, 80%, tiene ciertas características genéticas , explica. Ciertas versiones de unos genes conocidos como HLA, que son importantes para regular las proteínas que se encuentran en la superficie de algunas células inmunes, están ausentes en los controladores élite.
El grupo de investigación de Barré-Sinoussi iniciará también en breve un estudio con adictos a drogas en Vietnam que no se han infectado a pesar de haber sido expuestos al virus.
La investigadora adelanta que un tipo de célula inmune llamada NK parece tener un papel relevante en la respuesta a la infección con VIH. A finales de septiembre publicaron en la revista Vaccine un artículo donde muestran cómo en condiciones de laboratorio estas células NK ayudan a controlar la infección.
¿Al retiro?
Por lo pronto, para Barré-Sinoussi se aproxima un cambio importante. En el 2015 la ley francesa la obligará a retirarse, dejando su laboratorio y su puesto como directora de la Unidad de Infecciones Retrovirales del Instituto Pasteur en París. Aún así, anticipa que continuará con sus actividades, ya que cuando miré mi agenda recientemente vi que tengo citas y planes hasta el 2017 .
¿Qué avance científico haría una diferencia en su vida? le preguntaron a Barré-Sinoussi.
Que se encuentre una cura y una vacuna contra el VIH respondió. Sólo entonces me sentiré aliviada y podré retirarme en paz.
*Laura Vargas-Parada fue a Lindau como parte de un tour de prensa organizado por el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD, por su sigla en alemán).