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La madre tierra pierde sus árboles de manera acelerada

México, en lo que va del siglo XXI, ha perdido 1.84 millones de hectáreas, superficie equivalente al estado de Hidalgo.

A pesar de los esfuerzos para combatir la deforestación perjudicial en algunas regiones, los ecosistemas forestales están todavía bajo amenaza. Esto lo demuestra la reciente publicación del Observatorio Global de los Bosques (GFW, Global Forest Watch), en la cual dan a conocer que el mundo perdió 18 millones 585,000 hectáreas de cobertura forestal en el 2013, una superficie equivalente al doble de Portugal.

Rusia y Canadá encabezan la lista (sobre todo debido a los incendios forestales), y en conjunto representan 34% de la pérdida total; por su parte, México perdió 186,862 hectáreas en ese año.

El reporte global indica que en lo que va del siglo XXI, México ha perdido alrededor de 2.5 millones de hectáreas de bosques y ha recuperado solamente 633,000; esto genera un balance negativo de 1 millón 840,000 hectáreas de bosques perdidas entre el 2000 y el 2012, lo que equivale al tamaño del estado de Hidalgo. El GFW no presentó los datos de recuperación de cobertura forestal para el 2013, por ser éste un proceso de largo plazo que no se puede medir en apenas un año.

Gracias a los mapas satelitales de alta resolución proporcionados por Google, en conjunto con la Universidad de Maryland, los creadores de este monitoreo explican que no se trata de pérdida de bosques, sino de pérdida de cobertura forestal; es decir, que puede haber una parte de la superficie que se reportó como pérdida que en realidad no dejó de ser bosque, sino que perdió cobertura por procesos naturales como incendios o plagas, o porque se aprovechó la madera de esa área y que se recuperará en el futuro cercano.

En la reflexión del Día Internacional de la Madre Tierra, equilibrar la demanda de recursos naturales con la necesidad de preservar los ecosistemas vitales requiere de especial atención. Por ello, estos datos pretenden ayudar a los administradores de recursos a tomar buenas decisiones, describen los creadores del GFW.

Los bosques están intrínsecamente relacionados con la sociedad humana, su economía global y la recuperación del propio globo terráqueo, más de 1,000 millones de personas dependen de los bosques; los ecosistemas forestales también juegan un papel fundamental en la estabilización del clima, el suministro de alimentos, agua, productos de madera, medicamentos vitales y son el apoyo de gran parte de la biodiversidad.

 

Sabemos cuáles son las causas

Ante estos resultados, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible asegura que es difícil saber con certeza cuáles son las causas detrás de estos procesos en México, que van desde la degradación de los bosques debido a su abandono hasta el cambio de uso de suelo para la agricultura y el turismo, o el crecimiento de pueblos y ciudades.

Hay indicadores que señalan a la expansión de la agricultura industrial como causante de las pérdidas registradas, sobre todo en lugares de reciente expansión, como la Península de Yucatán. La minería a cielo abierto, que ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años, está también entre los causantes , explican en un comunicado.

Aseguran que en México están sentadas las bases para el manejo forestal sustentable efectivo contra la deforestación. A pesar de eso, México ha adoptado una política contradictoria al respecto y con ella impide su crecimiento, permitiendo el avance de la deforestación .

Para lograrlo, dicen, se debe mejorar el marco regulatorio, eliminar las trabas a la producción y adaptar su marco fiscal a la realidad del campo.

Explican que en los últimos 30 años el manejo forestal sustentable ha sido la mejor herramienta contra la deforestación; dos terceras partes de los bosques de México están en manos de ejidos y comunidades.

Y aseguran que la extracción de productos del bosque le da valor a los usos forestales frente a otras alternativas, como la agricultura o la ganadería. Además, el manejo forestal genera los recursos suficientes para emprender las tareas de combate a incendios y plagas, con lo que se mantiene la buena salud de esos ecosistemas. Y por último, con el buen manejo del bosque se generan las instituciones y los recursos para combatir la tala ilegal y frenar la deforestación.

Deforestación en México

nelly.toche@eleconomista.mx

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