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Los Pulitzer y la psiquiatría en extinción
A los futuros psiquiatras estadounidenses poco o nada parece interesarles el trato directo y el cuidado de los enfermos mentales.
El número de psiquiatras en ciertas regiones del mundo está achicándose a gran velocidad. Enterarse de que la psiquiatría está en proceso de extinción pudiera resultar una excelente noticia, si acaso la ciencia ya hubiera desarrollado una mejor y más confiable manera de encarar el sufrimiento que experimentan los enfermos mentales y sus familias. Esto sin considerar los elevados costos socio-económicos que provocan los trastornos psiquiátricos.
En Inglaterra, durante la década pasada, el porcentaje de estudiantes de psiquiatría se redujo a la mitad, mientras que el porcentaje total de psiquiatras se desplomó hasta 26 por ciento. El porcentaje de estudiantes que eligieron otras especialidades médicas superó 30 por ciento.
En EU la llamada crisis de identidad de la psiquiatría ha provocado que, durante el año pasado, sólo 4% de los graduados eligiera la formación en psiquiatría.
Lo llamativo de este desplome es que a los futuros psiquiatras de EU poco o nada parece interesarles el trato directo y el cuidado de los enfermos mentales.
Lo que los motiva es la investigación neurocientífica en laboratorios equipados con la más alta tecnología. Su objetivo es desvelar los meandros del cerebro mediante estudios bioquímicos, genéticos y de imagenología. Se trata de un quehacer psiquiátrico que toma una cierta distancia con los espacios clínicos tradicionales donde la relación médico-paciente es indispensable para mitigar el sufrimiento. Para estos nuevos psiquiatras pareciera que el Premio Nobel es sólo una estación en el camino.
Lo paradójico es que mientras el número de psiquiatras sigue disminuyendo en EU, los problemas de salud mental que esa nación debe encarar son cada vez más graves. No es casual que dos de los Premios Pulitzer de este año reflejen el daño que la guerra ha desencadenado en la salud mental de más de 40,000 soldados. El premio a la mejor fotografía ilustra el tormento que vive un veterano víctima de estrés postraumático. El de letras corresponde a una obra sobre el regreso de un combatiente enfrentado a sus demonios.
Con respecto a la situación de la psiquiatría en nuestro país, recientemente la revista Salud Mental publicó un artículo titulado ¿Cuántos somos? ¿Dónde estamos? ¿Dónde debemos estar? El papel del psiquiatra en México . Carmen Lara informa que el número de especialistas se ha incrementado (29%) en las dos últimas décadas, con lo que se ha mantenido constante la relación entre número de habitantes y de psiquiatras en el país. Sin embargo, - aclaran las autoras del estudio- a excepción del DF, la distribución de especialistas es pobre e irregular en el resto del país (1.3 psiquiatras por cada 100,000 habitantes), lo cual representa una relación muy por debajo de las recomendaciones de la OMS. Uno de los aspectos más sensibles es la casi total ausencia de psiquiatras en donde más se necesitan: en el primer nivel de atención que es donde los enfermos llegan en busca de ayuda.
¿Por qué en algunos países la psiquiatría pareciera extinguirse, mientras que la carga de las enfermedades psiquiátricas aumenta? La respuesta seguramente compromete un cambio profundo en las estrategias de atención a la salud mental.