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Arte e Ideas

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Los reyes llegaron a la ciudad

No pude dormir antes de verlos. Es que para mí los Rolling son como los reyes magos, los meros meros campeones.

Domingo

Desde que me desperté estaba pensando en cómo iba a llegar al Foro Sol, lo peor es que me faltaba un día y no podía dejar de pensarlo. De camino al mercado para desayunar mi religiosa gordita de chicharrón, el señor del puesto de discos piratas puso Start me up . Desde hace unos meses seguí los setlists de la gira y siempre arrancaron con esa canción.

En la tarde mis amigos me comenzaron a decir: ¡Pinche Cheko, mañana son los Rolling, ¿estás nervioso? . La verdad sí, desde que salieron los boletos lo estaba y conforme pasaban los días me costaba más trabajo dormir.

Le tengo envidia a la gente que se encuentra con mis artistas preferidos y muy ufanos me dicen: me encontré a Shirley Manson, Bono, Keith , a alguno que moriría por conocer. ¿Por qué Dios mío, por qué yo no me los encuentro?

Lo peor es que salían fotos de Keith Richards cenando en un restaurante en Reforma y Mick Jagger en el museo de Antropología, lo que aumentaba mis nervios y mi enojo por no encontrármelos.

Cuando llegué a mi cama me sentía como niño que espera la llegada de los reyes. No dormí. Soy un godín que se despierta a las 4:30 de la mañana para irse a trabajar y ese día me dormí a las 2.

Lunes

Les haré el cuento corto: con mucho sueño y aún presionado por el tema de cómo llegar al Foro Sol, me agüevaba la idea de pensar en irme por la línea 9, que es un terror, siempre está llena, ¿pues que regalan ahí o qué?.

Mi pesar terminó cuando unas almas caritativas me dieron un aventón. En el coche yo platicaba tranquilamente con los compañeros de viaje, pero los nervios casi no me dejaban hablar.

Como en cursi canción de amor, estaba a unas calles de mi esperada cita y había un trafical horrendo, pero cómo iba a hacer la gatada de dejarlos en el tráfico para irme caminando. Al final, nos bajamos en el puente peatonal que conecta el Palacio de los Deportes con el Foro Sol.

¿Se han fijado que las playeras oficiales suelen tener los diseños más feos y las piratas se llegan a ver mejor? Desde hace tiempo siempre veo las segundas para elegir bien mi recuerdo; o sea, ya escogí tres que van a ser mis próximas víctimas...

Adentro

Sólo habían pasado 10 minutos cuando comenzó a tocar Little Jesus. La verdad me son intramusculares, por mí, no hubieran puesto nada. Pero su peor enemigo no sólo fue el público, sino el ingeniero de audio, que hasta la tercer canción los hizo sonar medianamente bien. La gente les mentaba la madre y al final les aplaudimos. Ellos agradecieron la invitación y las mentadas de madre regresaron.

La música de fondo sonaba con Out of side de James Brown y después You know I’m no good de Amy Winehouse. Recordé que Keith le aconsejó dejar las drogas y cuidarse. ¿Alguien pensó que pudiera dar esos consejos el maestro?

Se apagó la luz a las 9 en punto y comenzó un video exclusivo de su visita. No me impactó. De hecho, entré en una extraña calma. De pronto, Start me up comenzó a sonar; nunca había gritado y llorado como lo hacían mis primas con Backstreet Boys. Yo creía que era ridículo, pero ahora entiendo que el cuerpo de pronto pide reacciones fuera de la lógica (justificación de mi actitud de quinceañera). El chiste es que no dejé de llorar y cantar.

It’s only rock & roll siguió y pensé que esa frase era de David Bowie, Keith la tomó para hacer la canción. De pronto, aparece el riff master en la pantalla y pegué un grito que jamás pensé lograr. Le gritaba Te amo a él y a Mick.

Wild horses me da tristeza y nostalgia, pero escuchar la canción con la voz un poco cansada por lo años de Mick Jagger era un cuadro hermoso que regalaba realismo a mi pintura.

Keith dio un paso adelante del escenario y comenzó a tocar Paint it black . Recordé todas las noches que me subía al sillón de mi mamá cantando esa canción. Es un hecho que son parte de mi vida, pero no lo mides hasta que estás ahí.

Unos días antes, pedía escuchar You got the silver y de pronto comenzó a sonar. Qué letra: Nena, qué tienen tus ojos, los veo brillando como luces de avión... .

Uno de mis discos preferidos es Get your ya ya’s out. Es en vivo y tiene la mejor versión de Midnight rambler , pero cuando sonó aquí me pareció poética.

Me vi gritando y aullando en Sympathy for the devil , que me seducía y sentí que juntos invocamos a la fuerza oscura, para después verlos como sacerdotes que nos inyectaron el mal para después sanarnos con You can’t always get what you want , que nunca me sonó tan gospel como ese día.

Al salir, me di cuenta que el joven que los vio en Voodoo Lounge tenía razón. Amar a los Stones es irle al equipo campeón, es cantar, gritar, entregarte, nos llevamos la copa con ellos.

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