Niñas y niños sin identidad: entre la marginación, las fronteras y la pobreza

Cristian cumple siete años este 2023 y como regalo quiere un pastel de tres leches y durazno, es apenas el segundo cumpleaños que festeja porque durante sus primeros cinco años de vida no estaba registrado ante la entidad civil y, nunca supo cuándo era su cumpleaños. 

Fátima N -que pide ocultar su apellido por cuestiones de protección de datos, junto con su esposo, decidió acoger a Cristian en su casa en el Estado de México hace dos años; no hubo un procedimiento de adopción legal, pero al ser su sobrino lejano, hizo una acuerdo con la madre y tutora de Cristian. 

"Laura, la mamá biológica de Cristian tiene problemas de adicciones y desde que Cristian nació la cuidadora principal era más su abuelita, pero ya es una señora grande y nosotros cuando los visitábamos veíamos cómo vive el niño, y así platicando con Laura y Paz (la abuela) fue que nos lo trajimos a la casa. Para nosotros casi no fue sorpresa que no estuviera registrado y cuando lo llevamos y tuvo su primer cumpleaños, uy, no te imaginas cóm andaba de contento", cuenta Fátima en entrevista con esta casa editorial.

Paola tiene seis años ahora, pero pasó tres sin estar registrada ante la autoridad civil. Su mamá, Carolina Rojas, llegó a México desde Venezuela hace siete años y cuando nació Paola, su situación migratoria era irregular, así que prefirió no registrarla por temor a que afectara su estadía en el país.

"Yo me vine detrás de mis primas, fue un viaje de varios días, cuando llegué a la Ciudad de México -porque acá ya estaban ellas, yo estaba como perdida, es muy grande, mucha gente, muchas cosas. Mis primas me ayudaron a acomodarme y encontrar trabajo y prácticamente me aconsejaban de todo, luego me embaracé y cuando nació Pao me dijeron que mejor no la registara porque qué tal que daban aviso a migraciones. Así sus primeros añitos hasta que después me dieron la residencia temporal. Ahí sí la fui a registrar, ahora pues ya sé que desde que nació pude haberlo hecho, pero en ese momento yo no conocía de los derechos ni nada", dijo Carolina. 

Así como Cristian y Paola, muchos niños y niñas en México viven o vivieron sin identidad durante su infancia e incluso adultez. De acuerdo con cifras de Inegi en colaboración con Unicef, hay poco más de un millón de personas que no cuentan con registro de nacimiento y de este total seis de cada 10 son menores de edad. 

El derecho a la identidad está protegido en el Artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y dicta que, de manera universal, el acceso a la información debe garantizarse, así como la gratuidad del trámite y la expedición del acta. 

Pese a ello, los retos son grandes, particularmente en algunos grupos de personas con mayor vulnerabilidad: como las familias migrantes irregulares, las familias en donde hay violencia, adicciones o pobreza o las familias que residen en comunidades rurales e indígenas.

¿Porqué no avanza el registro oportuno de menores?

Además de las experiencias particulares de Cristian y Paola, hay una problemática importante en comunidades marginadas del país en materia de acceso efectivo a la identidad.

De acuerdo con el reporte Derecho a la Identidad en México elaborado por la Unicef, se observa que gran parte del rezago en el registro oportuno de las personas se produce en los estados más pobres: Chiapas, Guerrero y Oaxaca. 

Algunas de las barreras identificadas en estos estados: son la falta de personal capacitado, la difusión de la información sobre el registro en lenguas indígenas, disponibilidad de servicios y señalización de las oficialías del registro civil. 

Otra de las problemáticas observadas es que para el registro de las personas es necesario presentar el certificado de nacimiento emitido por una unidad médica o una partera certificada o una prueba de ADN, y en muchos casos, en las comunidades rurales e indígenas los padres no cuentan con estos documentos. 

Pese a los retos importantes que existen para universalizar el derecho efectivo y oportuno a la identidad, es importante observar que desde el 2015 y hasta el 2020 -la última cifra disponible- el porcentaje de registros oportunos sí creció de 84 a 89%, de acuerdo con cifras de la Unicef.

Algunas cifras importantes 

• Del total de registros, todavía un 10% se realizaron de manera extemporánea (después del primer año de vida de la persona)
• En Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Tabasco alrededor de 25 de cada 100 menores nacidos no se registran ni siquiera durante el primer año de vida
• Ocho de cada 10 niños de entre 3 y 11 años que no tienen registro tampoco asisten a la escuela
• Dos de cada 10 personas que no cuentan con registro se consideran indígenas
• En términos absolutos, cerca de 1,500 niños indígenas no tienen ningún tipo de documento oficial como acta de nacimiento o CURP